MIERCOLES Ť 3 Ť ENERO Ť 2001

Ť Chiapas requiere una política emanada del respeto a la diversidad artística, señala

Oliva: el EZLN propició cambios en la cultura de indígenas y ladinos

Ť Su paso por la Conai, factor determinante para aceptar dirigir la instancia cultural del estado
Ť Habrá de nacer el Consejo de las Lenguas local, anuncia el poeta y funcionario público
 

JUAN BALBOA CORRESPONSAL

tuxtla gutiérrez, chis., 2 de enero. Para el poeta Oscar Oliva ?Premio Aguascalientes 1971? la aparición del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) no sólo transformó el mapa político de Chiapas y el país, sino también desarrolló una nueva cultura de los pueblos indígenas y ladinos del estado que ahora, asegura, hay que alentarla rediseñando una nueva política cultural altamente humana que sea fruto de la dignidad y el respeto a la diversidad artística y creativa, incluyendo a los zapatistas.

El nuevo director del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas, reconoce que su paso por la Comisión Nacional de Intermediación (Conai) al lado del ahora obispo emérito Samuel Ruiz, fue determinante para aceptar la dirección cultural de su oliva1 estado natal porque considera que desde la cultura puede pugnar por la paz y la democracia.

Más sociedad y menos gobierno

''Hay limitaciones muy claras para buscar una nueva política cultural integral, en donde las diferentes manifestaciones culturales y artísticas sean integradas a la ciencia, a las reflexiones políticas e históricas y a todas las posibilidades humanas de expresión, apunta Oliva, quien deja claro en su entrevista con La Jornada, que incluso como servidor público no perderá su identidad de poeta, pues asegura que el trabajo de éste es de índole social.

Enumera tres de las grandes limitaciones que detectó al asumir la dirección del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas: ''La guerra contrainsurgente (la paramilitarización y la militarización en las zona de conflicto de los Altos, Selva y Norte de Chiapas) que no termina y apenas ocurren los primeros signos positivos con los nuevos gobiernos emanados de comicios democráticos federales y estatales.

''La desconfianza histórica a toda actividad institucional por el protagonismo lacerante de los gobernadores de Chiapas y, desde luego, por programas centralistas y autoritarios con el fin de consolidar una cultura vertical, excluyente e intolerante.

''Y, la inexistencia de un proyecto que parta de abajo, incluyente, sin coacciones y en donde las distintas culturas de Chiapas puedan ejercer su autonomía. No existe un proyecto que reconozca, valore e impulse, que sea una herramienta de la gran riqueza artística de la entidad."

El autor de los libros Estado de sitio y Trabajo ilegal no tiene dudas de que la cultura y el quehacer cultural en Chiapas tiene un gran potencial de cambio.

Reconoce que en ese terreno el zapatismo, ''a pesar de la guerra de contrainsurgencia que se ha vivido en Chiapas", ha sido pilar inconmovible del proceso de transformación político-cultural en Chiapas y en México.

Acepta que el poder público no determina la cultura de los pueblos y está convencido de que el gobierno y la cultura de una comunidad son realidades de naturalezas y funciones distintas.

Considera, además, que el papel del gobierno de Chiapas, que encabeza Pablo Salazar Mendiguchía, tiene que ser limitado. La decisión recaerá en la sociedad, ''tiene que haber más sociedad y menos gobierno", dice retomando una frase del mandatario estatal.

El poeta, nacido en Tuxtla Gutiérrez, hace una síntesis del nuevo proyecto de cultura en Chiapas: ''Propiciará la comprensión del desarrollo de manera integral como obra altamente humana y producto de la dignidad, el respeto a las formas, a las personas, a la biodiversidad, al conocimiento, al saber tradicional y a los viejos y nuevos conocimientos".

Proyecto plural

Oliva explica que el proyecto cultural de Chiapas se basa en ocho programas, entre otros, la protección, la promoción, la gestión del conocer y saber de los chiapanecos; y el estímulo a la creación artística contemporánea.

Anuncia que habrá de nacer el Consejo de las Lenguas de Chiapas, integrado por representantes de las lenguas. Los hablantes evaluarán el estado de sus lenguas, ''que es memoria, mito, ciencia, universalización de las cosas" para que puedan construir y usar sus propios alfabetos.

La cultura chiapaneca, a su vez, deberá alimentarse de la experiencia nacional y de creadores de otros países. Por eso, explica, convocará a creadores de otros estados y del DF.

Invitará a todos los que han sido solidarios con Chiapas (italianos, españoles, estadunidenses, entre otros) para que aporten sus ideas y juntos "podamos construir un proyecto plural", indica.

''Basta de xenofobia en Chiapas, no podemos seguir expulsando a compañeros de otros países que nos dan su solidaridad."

Hombre en busca de la paz para su tierra natal, Oliva recuerda: ''Se han cumplido tres años de la matanza de Acteal y los pueblos indígenas aún sufren el acoso militar y la persecución de los paramilitares. La restitución de las tierras del Ejército mexicano en Amador Hernández, no basta''.

Es importante, dice, que los presos políticos obtengan su libertad, y se suma a las voces en Chiapas, México y el mundo para que el gobierno federal cumpla los acuerdos de San Andrés firmados el 16 de febrero de 1996.

''Si Fox cumple estas mínimas condiciones del EZLN, la reanudación del diálogo estará en puerta. Y esto generaría condiciones más propicias para la gobernabilidad en el estado y para el desarrollo de las tareas culturales."


Leyendo a Oscar Oliva
José Revueltas
 
De la muerte, no.
Sálvenme de la vida,
sálvenme de mis ojos
ya invadidos de gusanos,
de la herrumbre de mis
huesos
y del alma.
 
Atrás doctores, hechiceros,
sacerdotes,
oradores, ideologías en
acecho,
de morir, no.
  
Sálvenme de la vida eterna,
de las cosas que toco y
que miro,
sálvenme del amor y de mis
padres muertos,
sálvenme de este no-ser
en perpetua agonía.