DOMINGO Ť 7 Ť ENERO Ť 2001
Ť Mantiene actitud de venganza y agresividad, señala
Obstaculiza el PRI retorno de la paz, acusa el Fray Bartolomé de las Casas
TRIUNFO ELIZALDE
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (CDHFBC) señala que el PRI no está dispuesto a contribuir a que cambie el estado de tensión e ilegalidad en que ha vivido Chiapas por largos años. Como los resultados de las elecciones presidenciales del 2 de julio y las estatales del 20 de agosto de 2000 no lo derrotaron del todo, mantiene una actitud de venganza y agresividad que dificulta que retornen la paz, la tranquilidad y se sienten las bases para lograr el desarrollo.
"En Chiapas -dice- el PRI conserva el control del Congreso, de la mayoría de las presidencias municipales y del Tribunal Superior de Justicia. Cuenta, además, con los paramilitares, estrecha u ostensiblemente coordinados con la Seguridad Pública Estatal y cuenta con el control de los principales medios de difusión locales. Este conjunto de intereses pretende obstaculizar no sólo el ejercicio del nuevo gobernador, sino el proceso mismo de paz que ahora se retoma desde el ámbito federal".
En opinión del CDHFBC, para sortear dichos obstáculos será necesaria "la participación decidida de los tres poderes a nivel federal y del Ejecutivo estatal". Este, en la práctica, no podrá hacer gran cosa sin el apoyo, no sólo de los partidos que lo llevaron al poder (que deben superar sus propias crisis internas e interalianza), sino de las organizaciones indígenas y sociales independientes y de la sociedad civil y sus diversos organismos.
"La solidaridad nacional e internacional -plantea la citada ONG- sigue siendo indispensable. Y por supuesto, también es crucial la participación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que debe evitar caer en provocaciones, sabiendo que el proceso de paz transita por todos lados por un terreno minado y que no faltan grupos dispuestos a aprovechar cualquier desliz para volver a interrumpirlo".
Para el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, frente a la actitud del presidente Fox y del gobernador Pablo Salazar "se ha dado un principio de diálogo, al responder los zapatistas de manera positiva a las incipientes señales de distensión del gobierno de Fox. Por pequeños que parezcan todavía esos pasos, no puede despreciarse su importancia, sobre todo si se comparan con cuatro años, no sólo de estancamiento del diálogo, sino de activa contrainsurgencia que, entre otras hazañas, carga en su cuenta histórica las de la masacre de Acteal y las ejecuciones de El Bosque".
Del retiro parcial del Ejército de los retenes en carreteras y de las posiciones de Amador Hernández y Jolnachoj, así como las primera liberaciones de presos zapatistas o miembros de alguna oposición al PRI, hace notar que "no son concesiones gratuitas del gobierno, sino actos de justicia por largo tiempo esperados y pospuestos. Ahora se comienza a reparar esas injusticias, pero la reparación aún es incompleta".