DOMINGO Ť 7 Ť ENERO Ť 2001

Ť Buscará influir en la toma de decisiones en materia de política laboral

Participará la UNT en organismos tripartitas

Ť No llegaremos a la mesa de discusión sólo para aprobar los proyectos oficiales: líderes


FABIOLA MARTINEZ

El secretario del Trabajo y Previsión Social, Carlos Abascal Carranza, invitó a los dirigentes de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) a participar en algunos de los organismos tripartitas más importantes del rubro laboral y en la reunión de los sectores productivos (conocido como Pacto), cuya representación obrera hasta ahora ha sido controlada por el Congreso del Trabajo, en particular de la CTM.

Las centrales UNT y Federación de Sindicatos de Empresas de Bienes y Servicios (Fesebes), en las que participan organizaciones que se denominan independientes, aceptarán la propuesta del gobierno federal, a fin de influir en la toma de decisiones en materia de política laboral "y no llegar a las mesas de discusión a ser sólo comparsa para la aprobación de los proyectos oficiales".

Al discutir el tema, los dirigentes de la Fesebes -que aglutina a telefonistas, electricistas, tranviarios, pilotos, sobrecargos, entre otros, y que a su vez son miembros activos de la UNT- afirmaron que podrían aceptar la invitación en el marco de su lucha por "una política salarial que cumpla con la disposición constitucional de un salario remunerador".

Estas organizaciones, disidentes del Congreso del Trabajo desde 1997, advirtieron que no admitirán, "como cuando éramos miembros del CT, que se repitan las encerronas del Pacto en las que el gobierno sólo nos pasaba los documentos que había que firmar", dijo Benito Bahena, líder de la Alianza de Tranviarios de México.

La integración de la UNT y Fesebes a las instancias tripartitas incluye el reciente proyecto para crear una comisión consultiva que analice los procesos e integración de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CNSM), organismo en el que desde la década de los 70 prácticamente asisten los mismos representantes por parte del sector obrero y empresarial.

Sin embargo, las formas en las que participaría la UNT están por discutirse, pues desde su constitución esta central ha pugnado por la desaparición de la CNSM y el Pacto.

"Si por esa vía del diálogo y participación podemos encontrar solución al problema del salario, francamente optaría por explorar tal posibilidad", señaló Francisco Hernández Juárez, líder de los telefonistas y presidente colegiado de la UNT.

Al evaluar las primeras acciones del gobierno foxista, manifestó su preocupación por el reciente incremento al salario mínimo.

"La relación con el gobierno de Fox inicia en un contexto difícil, es más, šni en mis peores pesadillas me hubiera imaginado que ahora son los empresarios quienes deciden, exclusivamente con base en su criterio e intereses, la fijación del salario mínimo!", expresó.

Hernández Juárez, al frente del sindicato de telefonistas desde hace 25 años y a quien se le ha mencionado como "nuevo interlocutor" del sector obrero ante el gobierno, como lo fue el extinto Fidel Velázquez, es directo en su respuesta a esos comentarios:

"La UNT es un interlocutor indispensable, y por mi parte no me interesa si me satanizan o me estigman. La gente que no tiene detalles sobre el movimiento obrero me identifica como la cabeza de la UNT, pero si yo fuera así de determinante como dicen, entonces hubiera sólo un dirigente en la organización y no una presidencia colegiada", dijo en entrevista.

De la relación del CT con el nuevo gobierno, Juárez opinó que los dirigentes, encabezados por Leonardo Rodríguez Alcaine, "sienten la frialdad de Fox, quien ha aplicado una doble manera de tratarlos, por un lado les hace notar que las viejas complicidades han quedado en el pasado, y al mismo tiempo los requiere para seguir con la misma política laboral.

"Sin embargo, creo que la vieja estructura cupular, corporativa, está permeada por niveles de corrupción impresionantes y va de caída libre, de bajada, ya nadie detiene ese proceso", aseveró.

Por lo pronto, esta central obrera, en la que se asegura participan más de 100 organizaciones a nivel nacional con una membresía de 1.5 millones de trabajadores, no desea quedar fuera de la discusión en torno a la política laboral del nuevo gobierno y mucho menos del análisis para la eventual reforma a la Ley Federal del Trabajo.