DOMINGO Ť 7 Ť ENERO Ť 2001

Ť No bastará un sexenio, y ocultarlo acarrearía problemas sociales

Debe Fox dejar de mentir sobre la solución al alto grado de pobreza, advierte el IMEF


HUMBERTO ORTIZ

El gobierno de Vicente Fox no puede mentir a la población y debe aclarar que no bastará un sexenio para que las condiciones de marginación y el elevado grado de pobreza en México puedan resolverse, dijo Francisco Avila Heredia, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivo de Finanzas (IMEF), quien se pronunció por que cada peso destinado al gasto social sea más inversión y menos erogaciones asistencialistas.

"Es muy importante que lo que se haga durante este sexenio esté en línea con las necesidades reales de la población o, mejor dicho, no se puede caer en un lenguaje incomprensible para la sociedad, porque acarrearía altos costos sociales y económicos", remarcó en entrevista.

Incluso, dijo, el propio Secretario de Hacienda, Francisco Gil, ya perfiló una medida de tal naturaleza, de adelgazar el aparato público para eficientarlo, y un paso sería la desaparición de la Secretaría de la Reforma Agraria.

En cuanto a la posibilidad de eliminar exenciones fiscales y aplicar el impuesto al valor agregado (IVA) a medicinas y alimentos, Avila Heredia insistió en que antes que nada debe asegurarse la estabilidad macroeconómica, y en especial reforzar el combate a la inflación para abatirla en el corto plazo, porque es en beneficio de la gente de escasos recursos, si bien su percepción no sería inmediata.

Consciente de que la reactivación del poder adquisitivo no ocurrirá de manera inmediata, y de que el 6.9 por ciento otorgado a los salarios mínimos es insuficiente para satisfacer los requerimientos de los trabajadores, el dirigente del IMEF sostuvo que la recuperación salarial ha de ser gradual.

Y es que, argumentó Avila Heredia, "tomar una medida populista para forzar incrementos más allá del mejoramiento de la productividad, de los índices de inflación y de las posibilidades de las empresas y de la economía de plano es una falacia, y además se revierte contra los propios trabajadores", quienes han perdido por definición con cada escalada inflacionaria.