Y ojalá también se asesoren muy bien para que entiendan que una cosa es, incluso, defender el principio de determinación de precios por el costo de oportunidad, y otra llegar al absurdo de dejarse arrastrar por la dinámica especulativa que se ha desatado en torno al gas natural en el vecino país, bajo la coartada de ese costo de oportunidad. ¿Qué no hemos visto en repetidas ocasiones a Bill Richardson ?lo seguirá haciendo y con mayor rigidez, por cierto, el nuevo secretario de Energía de Bush, ya lo veremos? manejar los inventarios y la plataforma de producción interna de Estados Unidos, por un lado, y, por otro, moverse por todo el mundo promoviendo acciones para que desciendan los precios del petróleo? ¿No hay una enorme cuota de especulación y manipulación en el manejo que hoy se hace de los inventarios del gas natural en Estados Unidos, so pretexto de un invierno que, efectivamente, es el más frío en mucho tiempo, pero que para nada justifica cotizaciones medias mensuales que en el sur de Texas ya superaron los nueve dólares por Millón de BTU amenazando promediar 12 dólares en enero, y que para México, por la absurda aplicación de este principio del costo de oportunidad, representan tres y pueden representar en febrero hasta cuatro pesos por metro cúbico, los más altos de nuestra historia? ¿No hay, asimismo, un enorme engaño en el proceso de desregulación de la industria eléctrica en California, en el que un oligopolio regulado fue sustituido por un oligopolio sin control, con fuertes cuotas de especulación y rentismo? No es cierto ?nunca lo ha sido? que el costo de oportunidad de un bien que se exporta siempre se determina en un proceso ajeno a manipulaciones especulativas. Por favor. ¿Quién engaña a quién? El gas natural no se mueve en el mercado como el crudo. ¿Queremos que como fruto ya no sólo de las alzas estacionales, sino de la especulación, por un consumo mensual de gas natural por el que una familia media mexicana hace unos meses pagaba 12 pesos, ahora ya no sólo pague 25 o 50, sino hasta 117 pesos al mes, por el hecho de que dado el intenso frío de Nueva York y de Boston se especuló con los inventarios y la cotización llegó a 12 dólares por millón de BTU? ¿Queremos que esa misma familia que por un consumo mensual de electricidad de 80 kwh ya no sólo pague 30 pesos (con subsidio), ni siquiera 86 pesos sin subsidio, sino a 200 o 300 pesos como resultado de un mercado spot manipulado y con una dosis muy fuerte de especulación?
Los casos del gas natural y de la electricidad en el vecino país ?con una metástasis radical, como ya caracterizan algunos analistas a la nueva relación entre gas natural y electricidad y su manejo financiero? demuestran fehacientemente qué lejos estamos de llegar al ideal del libre mercado de Adam Smith o, ni siquiera, al libre juego internacional de las ventajas comparativas de David Ricardo. Cierto, es indefendible el subsidio indiscriminado y, similarmente, especulativo y rentista. Pero menos defendible parece ser, como lo muestra tercamente la realidad del desastre que ocasiona, el seguimiento ciego del costo de oportunidad. De veras.