DOMINGO Ť 7 Ť ENERO Ť 2001

Ť El jefe de Gobierno pidió a los Santos Reyes que 2001 sea un buen año para la ciudad

López Obrador dio el banderazo de salida al sexto Juguetón


LAURA GOMEZ FLORES

El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, dio ayer el banderazo de salida a los camiones del sexto Juguetón, organizado por Fundación Azteca, para repartir más de 800 mil juguetes entre niños de albergues y zonas pobres de la ciudad y del país con motivo del Día de Reyes.

Ante miles de personas reunidas desde las 7 horas en la Plaza de la Constitución, en espera de un juguete o escuchar al grupo juvenil šUff!, el mandatario capitalino, acompañado por el arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, apadrinó esta versión del Juguetón. Afirmó que es necesario apoyar las iniciativas de la sociedad civil para ayudar a la gente más humilde.

En este sentido, mencionó que entre los proyectos a desarrollar en esta administración, de manera conjunta con instituciones de asistencia privada, se encuentran el de atención a niños de la calle, a gente con discapacidad y a madres abandonadas.

Entre empujones de la gente, que deseaba saludarlo, López Obrador comentó que pidió a los Santos Reyes "que sea un buen año, que pueda gobernar bien la ciudad, que no haya desgracias y se pueda vivir mejor en la ciudad". Después, se dirigió a sus oficinas para atender asuntos pendientes, mientras la fiesta continuaba en el Zócalo.

Cientos de personas, provenientes, en su mayoría, de la zona conurbada del DF, llegaron en microbuses y camiones desde las 7 horas para obtener un boleto que les diera derecho a la rifa de regalos, que se realizaría en el transcurso del evento, programado de 9 a 12:30 horas.

Pese al frío de la mañana, mujeres y niños se mantuvieron formados en más de 10 filas, en espera de oír su número premiado con una pelota, un coche de plástico, un patín o una barbie. Sin embargo, para muchos las ilusiones se extinguían en la medida que pasaba el tiempo y las bolsas colocadas en el templete desaparecían.

A alguien se le ocurrió entonces aventar pelotas o juguetes pequeños a la concurrencia, mientras los pequeños eran despojados por mayores que trataban de estar cerca para ver a los integrantes del grupo juvenil šUff! o al cantante Raúl.

Con el arribo del grupo al escenario acabaron las esperanzas de quienes no alcanzaron el boleto que les aseguraba un regalo.