DOMINGO Ť 7 Ť ENERO Ť 2001
Ť Los ladrones de óleos usaron los métodos de El Raid ruso
El robo en Suecia, de novela
Ť Los delincuentes habrían leído el relato, sospecha la policía
estocolmo, 6 de enero. El robo de las obras maestras de Renoir y Rembrandt, con todos los detalles que lo hicieron posible, había sucedido antes en la imaginación de un escritor anónimo, quien relató el hurto -considerado el "golpe" del siglo- en la novela El Raid ruso, publicada por el periódico Hemvärnen.
En la trama de la historia aparecen explicados, en forma idéntica, los elementos que luego se presentaron en el asalto del 22 de diciembre en el Museo Nacional de Estocolmo, según informes que dio a conocer ayer el diario español ABC.
La policía cree que los delincuentes, encabezados por un ruso de 42 años, leyeron el relato mientras estaban en prisión y decidieron seguir el modelo. Incluso, existe la hipótesis de que uno de los ladrones podría ser el autor de la novela, en la que aparecen narrados -tal como realmente ocurrieron- el incendio de los coches cercanos al museo para despistar la atención de los agentes, así como el modo de ingresar al edificio por la puerta principal; los ropajes negros y las caras enmascaradas, la huida de tres de los ladrones en una veloz lancha y la alfombra de clavos con los que un cuarto ayudante rodeó las calles de la manzana donde está situado el museo para dañar las ruedas de los coches de la patrulla. Un editor manifestó su interés por imprimir la novela que el periódico Hemvärnen publicó primero.
El inspector en jefe de la Brigada Criminal de Estocolmo, Leif Lennkvist, confirmó que un ruso de nacionalidad sueca es el líder de la banda criminal responsable del robo. Reveló además que ya son cinco los hombres arrestados por su presunta participación en el asalto. La mayoría de ellos son de "nacionalidad sueca", expresión que emplean las autoridades del país para referirse a personas que, aunque tengan pasaporte sueco, no son oriundos de la nación. La mayoría de ellos son peligrosos delincuentes y han estado presos. Uno de ellos había huido de la cárcel poco tiempo atrás.
El ruso "cabecilla" de la banda, añadió Lennkvist, nunca se había dedicado al hurto de obras artísticas, y es probable que la sustracción de los cuadros La joven parisina y Conversación, de August Renoir, y Autorretrato, de Rembrandt, haya sido por encargo, pero el "cliente" pudo haberse retractado ante el revuelo internacional que el suceso causó.
Los directivos del museo temen que el resto de la banda se deshaga de los cuadros, pues si los encuentran con ellos no habría duda alguna de su participación. Según las averiguaciones de la policía, los cuadros no han salido de Suecia. "El ruso no ha perdido la esperanza de conseguir el rescate fijado", consideró Lennkvist.