POLITICA DE PRECIOS IRRESPONSABLE
El costo del gas tuvo un incremento de 400 por ciento en
los últimos tres meses, y las consecuencias se empiezan a manifestar
en el cierre de empresas --debido a los altos costos de producción--
y la pérdida de casi 10 mil empleos. De mantenerse la tendencia
al alza, el país se encontraría en la antesala de una severa
crisis económica y social.
Ante la inmovilidad de la Secretaría de Energía
(SE) para resolver, o por lo menos proponer una solución integral
al problema, los industriales afectados, en voz del presidente de la Cámara
Nacional de la Industria de la Transformación, Raúl Picard,
exigen la presta intervención del presidente Vicente Fox en el asunto.
A estas voces se han sumado las del presidente del Consejo
Coordinador Empresarial, Claudio X. González, quien deplora la incapacidad
de las autoridades de la SE para dar una respuesta satisfactoria al sector,
y en especial la del senador José Natividad González Parás,
quien advirtió que de no haber una respuesta inmediata se convocará
a los funcionarios del gabinete económico a comparecer ante la Comisión
Permanente del Congreso de la Unión.
Pero, al margen de la polémica que se ha suscitado
entre los funcionarios de Energía, legisladores y representantes
del sector, el país merece una explicación clara de lo que
en realidad está sucediendo.
Las autoridades hablan de una "burbuja" que se desinflará
en los próximos meses; los industriales --con toda razón--
se quejan por la situación financiera de sus empresas; pero los
consumidores, la gente común que tiene que arreglárselas
para pagar el gas porque es un bien indispensable, sobre todo en estas
épocas del año, queda a expensas de una decisión que
se pugna entre intereses ajenos.
No obstante el gobierno sea el responsable directo del
problema, tanto funcionarios como industriales parecen estar velando por
sus propios intereses sin dar la debida importancia al daño que,
en el ínter, se está ocasionando en la economía de
las familias y los pequeños negocios.
Sin duda, los organismos empresariales aciertan en exigir
a las autoridades federales que Pemex ajuste el precio del gas a un nivel
que les permita competir en el mercado. Y es prioritario que el gobierno
cumpla con las promesas de apoyo a la industria nacional, porque el país
no merece pagar ningún rescate a causa de políticas irresponsables.
Resulta absurdo que en México, un país con
una importante producción de gas a escala mundial, el costo de éste
llegue a un precio inaccesible para la gran mayoría de la población,
de los propios consumidores internos. ¿Qué tipo de política
permite que esto suceda?
Urge una solución inmediata a este problema. Tanto
las autoridades de Energía, los industriales de los sectores afectados,
los legisladores y el Ejecutivo federal deben trabajar de manera coordinada
en la búsqueda de una propuesta que responda a los intereses de
todos los mexicanos. |