SABADO Ť 13 Ť ENERO Ť 2001

Ť La organización política pugnará por la unión de su república con Rusia

Anuncia nieto de Stalin su intención de fundar un partido comunista reformista en Georgia

Ť No basará su ideología en el estalinismo ni el leninismo, "sino en el amor a la URSS"

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Moscu, 11 de enero. Cobijado en la sombra de su tristemente famoso abuelo como único ca-pital político, Evgueni Dzhugashvili anunció su intención de fundar en Georgia, su nación de origen, un partido comunista re-formista que pugnará por la unificación de esa república caucásica y Rusia.

Nieto de Josef Stalin, el coronel retirado del ejército soviético Dzhugashvili era un ilustre desconocido hasta que, en diciembre de 1999, se propuso comenzar lo que imaginó una exitosa carrera política.
nieto de Stalin
Sin embargo, en las elecciones parlamentarias de Rusia, celebradas ese año, recibió un contundente revés: el Bloque Estalinista que encabezó no logró reunir ni el uno por ciento de la votación. Ahora, pone la mirada en la tierra de sus antepasados, donde después de 10 años de independencia la situación es tal que sólo hay electricidad en las casas durante seis horas al día, y está convencido de que esta vez su convocatoria encontrará respuesta.

"Estoy seguro que nos apoyarán todos los que desean una vida normal y formar un solo país con Rusia, y aquellos que entienden que con el nombre de Stalin, nuestra bandera para las reformas, no podemos permitirnos el lujo de fallar", reflexiona al dar a conocer su regreso a la política activa.

Al mismo tiempo, Dzhugashvili todavía no tiene claro cuál será la propuesta ideológica del nuevo partido político y se contradice a sí mismo: "Necesitamos definir nuestra ideología, pero no creo que deba basarse en el leninismo o estalinismo, sino en el amor a la patria y a la Unión Soviética".

Muy afecto a los reflectores, el nieto de Stalin disfruta la atención que le dispensa la prensa. De sorprendente parecido físico, bigote incluido, adopta un lenguaje digno de su abuelo y cree, por ejemplo, que hay una solución muy sencilla al problema de los magnates que se enriquecieron en tiempos de Boris Yeltsin, y opina que "el camarada Stalin ya los hubiera fusilado".

Apuesta todo a la unificación de Georgia y Rusia y espera establecer una alianza con los radicales de izquierda rusos, que también tienen como meta restablecer la Unión Soviética. Del Partido Comunista de Rusia y de su líder, Guennadi Ziuganov, no quiere saber nada, y acusa que "son unos traidores, enfermos de caudillismo".

Para él, traidores son también Mijail Gorbachov, Boris Yeltsin y Eduard Shevardnadze, el presidente de Georgia. En cambio, no quiere tener ningún problema con el ac-tual inquilino del Kremlin, Vladimir Putin: "Es un auténtico patriota", sostiene.

El padre de Evgueni Dzhugashvili, Ya-kov, hijo del matrimonio de Stalin con Ekaterina Svanidze, falleció en un campo de concentración nazi en los años de la Segunda Guerra Mundial, y cuando cayó prisionero y los alemanes le propusieron un can-je, Stalin acuñó la frase de que "no cambio soldados por generales".

En contraste, el hijo predilecto de Stalin, Vasili, llegaría a general del ejército soviético sin haber combatido un solo día en el frente y, en tiempos de paz, acabó vencido por otro enemigo, el alcohol  .