JUEVES Ť 18 Ť ENERO Ť 2001
 
ENTREVISTA
 
Tomás Yarrington, gobernador de Tamaulipas
 
Se agotó el modelo económico que "cobija a pocos y descobija a muchos"
 
Sin desarrollo regional no podemos incorporarnos a la globalización
 
Como todo político, y más los priístas, Yarrington es afable, pero solemne, aunque trata de mostrarse como lo que es: un norteño de pura cepa. Considera que el federalismo no es otra cosa hoy que una exigencia: desarrollar las regiones, darles libertad

JAVIER GONZALEZ RUBIO IRIBARREN

Tomás Yarrington es un hombre delgado, sobrio; sus ojos no trasmiten ninguna emoción en particular, quizá porque su expresividad la deja en sus ademanes. Gobierna Tamaulipas, un estado que el año pasado creció 8.7 por ciento, que satisface sus necesidades de empleo y atrae población laboral, y al que este viernes visistará Vicente Fox para encabezar una reunión regional de gobernadores. Es el estado de la Sierra Madre de la novela de Traven y la película de Huston y Bogart. Uno de los pocos estados del país que tiene la certificación de la Organización Mundial de la Salud por su cobertura universal de ese servicio. El estado de la frontera con Estados Unidos y con dos puertos en el Atlántico, hacia Europa.

Como todos los políticos, y más los priístas, Yarrington es afable pero solemne, aunque de pronto trata de mostrarse más como lo que realmente es: un norteño de pura cepa, aunque no es alto, apasionado de la política y de su trabajo, que trasluce una franqueza a la que el cargo le pone freno. Pertenece a una generación joven, apenas 43 años y ya fue diputado, presidente municipal de Matamoros, gobernador, a donde llegó en primarias limpias, de esas que inventó en su partido Mariano Palacios, y luego ganó sin problemas las locales. Su currículum oficial aburre: un niño de dieces, brillante en la secundaria, orador destacado desde entonces, presidente de sociedades de alumnos, becario del TEC. Todo un nerd, como dicen ahora los muchachos. Pero él precisa: "Claro que he hecho travesuras, pero ésas no se pueden poner en el currículum ni las cuento en entrevistas".

Para él, economista, hay que tener cuidado con las señales que se mandan dentro y fuera del país; tiene sus críticas a "las camisas iguales para todos" en materia económica y fiscal en un país de diversidades. Considera que el modelo económico que "cobija a pocos y descobija a muchos" ya se agotó, no funcionó.

Ha creado en Tamaulipas ocho agencias ministeriales para atender la violencia intrafamiliar, "porque ese es un problema creciente en Tamaulipas y en México, ante el que no podemos agacharnos: destruye a los niños, a la familia, al país. Se dan casos terribles de violencia con los hijos por problemas entre los padres, que tenemos que combatir con todas nuestras fuerzas".

Desarrollo regional es globalización

Otra obsesión tan grande como combatir la violencia intrafamiliar es la que tiene por un plan de desarrollo regional y luchar contra el centralismo destructivo, que frena los proyectos, que toma decisiones equivocadas en los escritorios. "Pa' no comprometerme más, sólo déjame darte un ejemplo del pasado. ¿A quién se le ocurre hacer una refinería en Cadereyta, Nuevo León, donde no hay agua y el gas hay que llevarlo de Tamaulipas? ¿Sabes por qué no se desarrolla el litoral veracruzano al lado del puerto de Tampico? Pues porque hicieron un puente impresionante y pusieron la caseta de cobro federal inmediatamente a la llegada a Veracruz. Para quienes quisieran instalarse en el litoral veracruzano del puerto de Tampico, esa caseta hace inviable su negocio. Si logramos mover esa caseta diez kilómetros, podremos empezar a desarrollar ese litoral y ampliar el puerto y beneficiar también a Veracruz".

Con el tema del desarrollo regional se da cuerda: "La globalización es ante todo un concepto de esfuerzos de regiones. En México también tenemos que verlo así. Cada región del país tiene un peso específico y unas posibilidades específicas. Pues hay que verlo de esa manera. Hacer desarrollos integrales por regiones. ¿Por dónde fox-yarrington sale la mercancía de Nuevo León y Coahuila? Pues por Houston y Brownsville, porque hoy es más caro, por el transporte, sacarla de Altamira y Tampico. Yo he firmado acuerdos de colaboración en cosas muy concretas con Nuevo León, San Luis Potosí, Veracruz y Coahuila. Y no nos ha detenido la filiación partidista; hemos visto cada asunto que tratamos como un impulso a nuestra región, nada más. En esta región nos tenemos que vincular con Texas, pues simplemente porque por Tamaulipas pasa 50 por ciento del comercio con Estados Unidos y Canadá, y genera para el país 25 por ciento de los impuestos del comercio exterior total. De 28 puentes fronterizos que tenemos en el norte, Tamaulipas tiene 14. Por ejemplo, tenemos que vincular Tuxpan y Tampico. La Huasteca es una región, y la cabeza regional de la Huasteca es Tamaulipas. Pues vamos a meterle dinero para integrarla. ¿Por qué Nuevo León tiene que pagar tan caro el gas natural, a precios fuera de competencia, cuando aquí en Tamaulipas, en Burgos, tenemos unos yacimientos monstruosos? Pues por esquemas y decisiones centralistas. El federalismo no es otra cosa hoy que una exigencia: desarrollar las regiones, darles libertad; es mejor darles libertad y apoyo a sus decisiones que estarles dando dinero. Así la pongo. El gobernador de Aguascalientes quiere que trabajemos juntos para darle una salida por ferrocarril a su estado hacia Altamira; se lo piden los empresarios. ¿Qué hace falta? Un tramito con San Luis Potosí y Tamaulipas. Pues vamos a buscarlo. Esa no es una decisión del centro, es una decisión concreta entre tres estados y tres gobiernos para beneficiar su economía y a su gente. Este país tiene posibilidades en el corto y mediano plazos si entendemos y asumimos la necesidad de potencializar sus regiones, no sus estados ¿eh?, sus regiones".

Amigo de George Bush

Tomás Yarrington, economista, es amigo personal de George Bush, el presidente electo de Estados Unidos. Bush le dice "compadre". "Sí, pero él ahora está en otras ligas. Cuando los dos éramos gobernadores nos entendíamos muy bien, teníamos muchos proyectos conjuntos para nuestros estados. Ahora mi interlocutor es Perry. ¿Cómo será Bush? Le interesa México y Latinoamérica, México en especial y le gusta saber". Asiente cuando se le dice que dista mucho de ser un liberal. "Eso sí, además tiene muchos intereses atrás de él, como cualquier presidente, pero como a cualquier presidente hay que darle la oportunidad de que hablen sus actos. Así que ya veremos. El es un hombre realmente sencillo y de compromisos. Cuando nos reuníamos para algo y él decía en tres meses B, eso será, y en tres meses yo hacía A y así funcionábamos. Pero eso era el gobernador Bush".

Señales en un modelo que ya se agotó

Al economista se le pregunta, ante los indicios que nos parecen decir que estamos en el umbral de una nueva crisis económica, si esa maldición sexenal no se puede romper: "Ojo con las señales. En el 94 la crisis se acentuó por un mal manejo de la devaluación; las señales fueron dramáticas, equivocadas, y la devaluación fue mucho mayor de lo que debió haber sido. Si tú empiezas a decir que no hay recursos, y además tienes encima la visita de un grupo importante del sureste ?se resiste a mencionar al EZLN?, pues asustas a la gente y mandas malas señales también al extranjero. Hay que actuar con mucha responsabilidad. Yo también creo que estamos en el umbral de que a México le vaya bien y no entremos en crisis. Mandemos las señales adecuadas".

A propósito, ¿no le parece dramáticamente contradictorio que México sea una de las 15 o 20 mayores economías del mundo y cada día tengamos más pobres?

"Pues sí. ¿Por qué? Pues muy sencillo: ese modelo de desarrollo ya se agotó, no funciona. No puedes estar cobijando a unos cuantos y descobijando a muchos".

No se puede hacer una camisa para todos en un país de diversidades

¿Es necesario insistir ahora en una reforma fiscal? Como a todos los gobernadores no le gusta meterse en decisiones federales, pero lenta, campechanamente, a la norteña, encuentra un símil: aquello que está en juego es quién paga el costo y quién recibe el beneficio de una situación X. Si el gobierno dice que va a tomar otras dos fichas porque no tiene dinero, pues está mandando una señal...

El discurso de aumentar el IVA para repartir a quienes menos tienen ya lo hemos oído, fue el discurso del 95, pero es, para el ciudadano común, incomprensible, es etéreo, porque el ciudadano común lo único que siente es que todo le va a costar más.

"Es cierto que el gobierno no tiene mucho margen de maniobra. Sí es cierto que aumentar un impuesto generalizado en la situación de deterioro del salario de la inmensa mayoría de los mexicanos implica un costo social que hay que valorar. Hay quienes dicen que, como en los países desarrollados, hay que detener el déficit, el endeudamiento público, generar ahorro, tener tasas de interés más bajas para el financiamiento empresarial, en fin; entonces la teoría económica te dice que si eso está probado, pues baja el gasto social, influye en la inflación hacia abajo, baja el gasto de todo tipo y después la economía te resuelve todos los problemas. Sí ?lo enfatiza condicionalmente?, eso funciona en países donde no hay el rezago social que tenemos en este país. Entonces tenemos que llegar al justo medio. Hay que impulsar y apuntalar las regiones, y eso no sólo se puede hacer con gasto que en muchas ocasiones se convierte en gasto corriente para estados y municipios y no en inversión. Y algo fundamental: la riqueza de este país es su diversidad; no quieras hacer una camisa igual para todas las regiones, pues unas mangas quedarán largas y otras cortas. Te tienes que tomar el trabajo de hacer una camisa a la medida de cada región. Eso será más redituable; veamos como oportunidad nuestra diversidad... pero, claro, ese puede ser un camino más largo, y también más justo; así el gobierno federal hace una redistribución de su gasto hacia las regiones menos favorecidas, y les mete infraestructura, que es básica para el desarrollo. Ese ha sido uno de los problemas del sureste".