Ť Asciende a 683 el número de muertos en El Salvador por el sismo del sábado
Aprueban ley de control de precios; severas sanciones a especuladores
Ť Según el último recuento, los heridos
llegan a 2 mil 590; hay 21 mil 194 viviendas destruidas Ť Promete el BID
ayuda para la reconstrucción del país; el primer desembolso
será de 50 mdd
CARLOS RAMIREZ CORRESPONSAL
San Salvador, 17 de enero. Legisladores salvadoreños aprobaron hoy una ley de control de precios y severas sanciones contra especuladores, promovida por el ex guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, que obliga a los comerciantes a mantener los precios de productos y servicios por 90 días, plazo que, según la Asamblea Legislativa, necesitará el país centroamericano para recuperarse de la crisis provocada por el terremoto de 7.9 grados en la escala de Richter del sábado pasado.
La transitoria legislación no recibió el apoyo del oficial partido Alianza Republicana Nacionalista.
Según el más reciente recuento del Comité de Emergencia Nacional (COEN), el número de muertos ascendió a 683, y 2 mil 590 heridos. Se cree también que son 21 mil 194 las viviendas destruidas, 51 mil 313 las que están dañadas, otras 688 casas están enterradas y el número de personas que han tenido que ser evacuadas de las zonas de riesgo es de 45 mil 842.
El rescatista mexicano Arturo Torres, conocido por su apodo de Pulga, quien trabaja en las labores de rescate en el barrio Las Colinas, en Santa Tecla, la más afectada por el sismo, aseguró hoy que existen mínimas posibilidades de encontrar sobreviventes del alud que se-pultó al barrio donde, según la Cruz Roja, podría haber unos mil 200 cadáveres enterrados, de los cuales se han logrado rescatar 300.
Utilizan palas mecánicas
Este miércoles las autoridades permitieron el uso de palas mecánicas para agilizar la recuperación de cadáveres debido a que algunos fa-miliares de los vecinos de Las Co-linas exigieron que los cuerpos sean encontrados con toda celeridad ahora que se han desvanecido las esperanzas de encontrar sobrevivientes, aunque muchos se oponen por temor a que sean dañados los cuerpos de sus seres queridos.
Además, hubo pronunciamientos contradictorios sobre el número de desaparecidos por varias fuentes. Mientras que el COEN habló de 12 personas, la Cruz Roja afirmó que la cifra era de al menos mil 200 que fueron sepultados por el alud en Santa Tecla, y la alcaldía de Nueva San Salvador consideró que la cifra de muertos era "enorme".
Posteriormente los medios coincidieron en dar como oficial la estimación de la Cruz Roja.
Medios de prensa locales reportan desde todas las zonas afectadas del interior del país que las poblaciones no están recibiendo suficiente ayuda para atender a miles de personas que quedaron sin casa y duermen a la intemperie, principalmente en Usulután, Ahuachapán, Santa Ana y Sonsate.
Sismólogos no han vuelto a re-gistrar réplicas, desde la que ocurrió el martes a las 17 horas local y que alcanzó 4.9 grados Richter. Sin embargo, la cárcel de El Salvador ha flexibilizado el control y permitido que las celdas de los reos permanezcan abiertas, para llevar a cabo una evacuación rápida en ca-so de que haya un nuevo temblor.
En Managua, en tanto, un temblor de cinco grados en la escala Richter estremeció la capital nicaragüense, sin causar víctimas.
Mientras, un equipo del Banco Interamericano de Desarrollo via-jó a El Salvador para evaluar los daños y prometió, de entrada, un desembolso por 50 millones de dólares como una primera parte de un préstamo mayor, destinado a ayudar a superar la emergencia.
La calle de la muerte
En Comasagua, unos 80 miembros de la Brigada Especial de Nicaragua empezaron este mediodía la demolición de viviendas dañadas en esta localidad, a 14 kilómetros al sur de Santa Tecla, destruida en 95 por ciento, según opinaron geólogos venezolanos.
La primeras casas destruidas fueron las de la familia Blanco, situada en una esquina del barrio Guadalupe, frente a donde estuvo la clínica asistencial hasta el 13 de enero.
Miembros de la familia Blanco, el alcalde José Enrique Pérez, de-cenas de moradores y enviados de la prensa presenciaron el arranque de la demolición de las casas. No había lágrimas, sólo caras con signos de cansancio.
Se anunció que la calle a Comasagua fue habilitada en tiempo ré-cord, y además una empresa privada pagada por el gobierno abrió brechas para vehículos en medio de los deslaves que alcanzan hasta un kilómetro de largo. El Diario de Hoy llamó a esta vía la "calle de la muerte", porque empezaba a sentirse el olor de los cadáveres.
En este pueblo sólo hubo siete muertos, y el último fue descubierto anoche: un borrachito quedó se-pultado en la cantina.
Pero se dice que en los casi 20 cantones de la jurisdicción, entre los que se cuentan El Rosario, La Pepetera, San Antonio y San Luis, las personas aún sepultadas pueden ser más de 50.
Guayo Peña, ex alcalde comasagüense, comentó a La Jornada que "mucha gente tiene miedo porque anda corriendo el rumor de que el pueblo va a desaparecer. Y no es-tán del todo equivocados".
Luis Díaz, jefe de operaciones de la Defensa Civil de Venezuela, se-ñaló que una decena de brigadistas montados en motocicleta y un todo terreno exploraban los alrededores, con la intención de encontrar un lugar idóneo para construir un refugio provisional. Esto es difícil pues el terreno es inestable, dijo, y agregó que podría reconstruirse el pueblo en otro lugar.
Comasagua es la jurisdicción en la que el presidente venezolano, Hugo Chávez, ha concentrado su ayuda. Los diarios salvadoreños han manifestado su sorpresa por la eficacia de los equipos venezolanos, y han dicho que podrían ser incluso mejores que los japoneses.
En las afueras del pueblo hay un jeep del ejército venezolano que por medio de altavoces informa dónde está instalada la clínica más cercana, en la finca Germania. Se avisa desde el vehículo: "Cualquier enfermedad que usted tenga pase por la clínica de la Defensa Civil".
El médico encargado de dicha clínica, Camilo Oliviera, informó a La Jornada que ha atendido hasta ahora a sólo 50 personas de dolencias que no necesariamente están relacionadas con el terremoto.
Luis Díaz dijo que la brigada está compuesta por 79 civiles y militares, quienes tienen contacto diario con San Salvador mediante helicópteros, y afirmó señalando un si-tio con bandera venezolana: "Allí tenemos el helipuerto, mire".
Díaz informó que esta noche llegaba a la zona un avión con 90 brigadistas más, entre médicos, ingenieros y geólogos, y dijo además que ya fue enviado un barco de la armada con más expertos, herramientas y tiendas de campañas.