Ť Sería para obtener mayor información sobre su destino, afirma el presidente chileno
Lagos podría legislar sobre los detenidos-desaparecidos
AFP, DPA, AP Y REUTERS
Santiago, 17 de enero. El presidente chileno, Ricardo Lagos, calificó como un "hito" el reconocimiento de los militares a las "atrocidades" cometidas durante la dictadura militar, y señaló que evalúa legislar sobre los casos de detenidos desaparecidos para obtener mayor información al respecto.
"Cuando se escriba la historia de Chile y de este periodo tan duro, el 7 de enero va a quedar marcado como el día en que se informó la verdad a Chile. Va a ser tan importante como el informe Rettig y creo que esos van a ser los dos hitos determinantes de la transición", dijo en cuanto al reporte de una comisión de notables sobre las víctimas conocidas en febrero de 1991 durante el gobierno de Patricio Aylwin.
En torno a las críticas de organismos humanitarios sobre la veracidad de los recientes informes proporcionados por las fuerzas armadas acerca de los desaparecidos, indicó que él se había concretado a recibirla y trasladarla a los tribunales para su investigación.
Admitió que las fuerzas armadas debían tener más datos de los entregados, pero puntualizó que "una cosa son los mandos y otra los que tienen información". Por ello, dijo, se estudia la posibilidad de legislar y establecer sanciones contra quienes retengan información.
Tras reiterar que el caso de Augusto Pinochet debe resolverlo la justicia, Lagos se declaró respetuoso de las fuerzas armadas como instituciones históricas y permanentes en Chile, y que de todos modos les hizo saber que rechazaba lo que hicieron durante el pinochetismo porque aquello no tuvo justificación.
Lagos también puntualizó que el nuevo comandante en jefe del ejército a designara finales del año, como sucesor del general Ricardo Izurieta tras cuatro años en el mando, no deberá tener objeciones sobre sus actuaciones en derechos humanos.
En tanto, hoy comenzó una nueva búsqueda exploratoria de una fosa clandestina con una veintena de cadáveres de presos políticos en terrenos del ejército en Colina, a unos 40 kilómetros al norte de Santiago.