JUEVES Ť 18 Ť ENERO Ť 2001

Ť Fox Quesada creó el organismo cuando era gobernador de esa entidad

Desde 1996 se han otorgado en Guanajuato 86 mil microcréditos en zonas marginadas

Ť Se desconoce el monto de la inversión porque los fondos los maneja un fideicomiso


MARTIN DIEGO CORRESPONSAL
CORRESPONSAL

Xichu, Gto., 17 de enero. Desde que nació el Sistema de Financiamiento al Desarrollo (Sefide) en 1996, se han otorgado 86 mil créditos, mismos que han generado "igual número de changarros", sobre todo en las zonas marginadas del estado, informó Enrique Castro Villalobos, director del organismo, quien refirió que éste "viene a realizar la labor de la banca comercial y de la banca social".

El Sefide, que nació por decreto del entonces gobernador Vicente Fox Quesada en los primeros tres meses de su administración estatal, tiene su origen en el programa Santa Fe de Guanajuato y en los Fondos Guanajuato de Participación Rural, por los cuales se autorizaron recursos especiales para créditos en zonas marginadas de la entidad.

Castro Villalobos aseveró que Fox Quesada creó el Sefide al considerar que la banca comercial "no apoyaba a la micro, pequeña y mediana empresa".

Agregó que el organismo proporcionó recursos principalmente a mujeres y "ha logrado generar autoempleo, no sólo a las mujeres, sino también a las personas desempleadas y a los estudiantes" en la zona rural.

Refirió que se desconoce el monto real de la inversión que hace el estado de Guanajuato para estos programas, sobre todo porque son fondos que maneja un fideicomiso que se encarga de las finanzas.

Agregó que en la Sierra Gorda de Guanajuato las mujeres que reciben los recursos dicen que son insuficientes, sobre todo cuando se busca abatir la migración hacia Estados Unidos.

De acuerdo con Castro Villalobos, el Sefide proporciona en primera instancia a sus afiliados 250 pesos; al cubrirse este adeudo se tiene la posibilidad de acceder a otro crédito por 300 pesos y, posteriormente, a uno de 500 pesos.

"Con ese dinero apenas alcanza para un comal y un anafre, lo demás lo vamos a poner nosotros, pero aquí Ƒa quién le vamos a vender algo?, yo quería un crédito para poner una tiendita, pero con esto no me alcanza ni para los dulces", comentó una habitante de la Sierra Gorda al recibir su primer crédito.

Otra mujer dijo en una ceremonia de entrega de microcréditos: "Mejor le vamos a comprar ropita a nuestros niños y vamos a esperar a que el hijo que está en el norte mande dinero para pagar este préstamo".

Los propios encargados de entregar préstamos de la Sefide reconocen que en zonas marginadas, las "personas que reciben un crédito luego hacen una fiesta donde se gastan lo que se les otorgó", pues la cultura de la supervivencia se antepone a "la mentalidad de microempresarios".