DOMINGO Ť 21 Ť ENERO Ť 2001
Ť El préstamo a changarros podría fomentar la cultura del no pago, advierte
Propone Canaco candados a los microcréditos
Ť Debe haber un análisis económico de la factibilidad del negocio: Roberto Zapata Gil
HUMBERTO ORTIZ MORENO
El comercio organizado hizo patente su desacuerdo con las características y montos que maneja el gobierno dentro del programa microcréditos, porque además de que son muy pequeños, podrían fomentar la cultura del no pago.
"Es como decir que van a traernos el agua a gotas y que se la van a dar a Juan Sánchez, sólo por cambiarse de la informalidad a la formalidad", ironizó.
Por lo anterior, Roberto Zapata Gil, presidente de la Cámara Nacional de Comercio de la ciudad de México (Canaco), mencionó en entrevista con La Jornada que su gremio negocia con las autoridades de la Secretaría de Economía para imponer ciertos candados al otorgamiento de los microcréditos y acceder a "fuentes de financiamiento razonables", pues durante los últimos años, la realidad es que "muchos hemos vivido del agiotista o del préstamo del proveedor, que encarecen enormemente la mercancía, y esto se traduce en que el comerciante no sea un ente competitivo".
Es decir, precisó, "estamos hablando de cantidades totalmente factibles, de 50 a 100 mil pesos, que estén sustentadas en un análisis del negocio, que en sí mismas den la seguridad de que puede cumplirse con el compromiso del pago", y no de los 500 y 5 mil pesos que han señalado algunos funcionarios.
El dirigente de la Canaco estableció que el comercio organizado tampoco estaría de acuerdo en que este sea el momento para avalar un préstamo o endosarlo con propiedades que significan el patrimonio de muchos mexicanos.
Los micro y pequeños empresarios, puntualizó, deberían ser sujetos de crédito con base en un análisis económico de la factibilidad del negocio.
Zapata Gil aseveró que en el sexenio de Ernesto Zedillo, los pequeños empresarios estuvieron al margen del acceso a cualquier tipo de apoyo crediticio, cuando el financiamiento es parte estructural del desarrollo económico de cualesquier lugar en el mundo.
Pero hablar de montos tan pequeños en el programa de microcréditos es, para el líder de la Canaco, inaceptable. "Consideramos que no debemos fomentar en ninguna forma la cultura del no pago. Que puede haber formas más viables, y estamos negociándolas con la Secretaría de Economía, para que tengamos fuentes razonables de financiamiento".
Reflexionó que si bien el crédito con esas características no es la salvación del país, en realidad es indispensable, y lo prueba el hecho de que en el pasado sexenio no hubo empréstitos para los empresarios, "lo que nos ha hecho un daño enorme..."
Por otro lado, Zapata Gil habló de la necesidad del pequeño empresario de pelear por sus costos, ya sea bajo el esquema de uniones de crédito o similares, pero al mismo tiempo introducir una mecánica que les permita competir. "Tenemos que ser más competitivos, y la realidad es que en los últimos años hemos vivido muchos del agiotista o del crédito del proveedor, lo cual encarece enormemente la mercancía".
Zapata Gil dijo que su gremio no quiere que los empréstitos del gobierno sean entregados a cualquier persona, sólo por el hecho de cambiar de la informalidad a la formalidad, y reiteró que sólo un análisis del proyecto de negocios producirá los efectos positivos esperados.