Ť El Jimbo fue de nuevo la mayor atracción en el Deportivo Chapultepec
El saque de Connors dejó estático a Lavalle; segunda derrota de Borg
Ť Gómez y Vélez se impusieron a Pérez Pascal y Moreno en el torneo Leyendas del Tenis
ABRIL DEL RIO
Como solía sucederle en sus mejores tiempos ante
los grandes, sólo que ahora frente a una figura de antaño
que conserva la brillantez en el toque, Leonardo Lavalle fue derrotado
por Jimmy Connors, al continuar ayer el torneo Leyendas del Tenis en el
Deportivo Chapultepec, donde el homenajeado, el sueco Bjorn Borg, sufrió
su segunda derrota, esta vez ante el ecuatoriano Andrés Gómez.
Ni el sol que caía como plancha sobre el Recinto
Sagrado del tenis nacional, ni la presencia de Leo, el consentido de la
afición local, templaron siquiera el ánimo del público,
que fue llegando a cuentagotas conforme transcurrió la jornada que
abrió con un partido de dobles en el que Gómez y el mexicano
Eduardo Vélez, derrotaron 6-3 y 7-3 (7-1) a Fernando Pérez
Pascal y Agustín Moreno, dos ex Copa Davis de los 80.
Al igual que la noche del viernes, ayer Connors fue de nuevo el encargado de generar algo de ambiente, pues además del dominio de raqueta-pelota que parece madurar en lugar de perder a sus 48 años, se dio el lujo de lucirse como experto en gracejadas y parodias de su propio juego. Y en contraste, Lavalle, de 33 años, apareció muy distante de aquella relación íntima que establecía con el público hasta hace apenas dos años, cuando marcó su retiro.
"Estoy muy sorprendido con la manera en que Connors le pega a la pelota", reveló Lavalle, quien durante el encuentro que perdió por 3-6 y 3-6, lució muy estático y no descifró la estrategia de la gloria estadunidense.
Incluso Connors pareció otorgar ciertas concesiones hacia el segundo set. Al fin y al cabo se trataba de una exhibición, pero no podía lucir tan obvio ante tantos errores que cometió Lavalle, así que no le quedó más que poner fin al cotejo.
El toque, esa es la gran virtud que habla del jugador que ha sido Connors, quien, interrogado acerca de las facultades que se pierden con los años, comentó: "La vista. Cuando me retiré del circuito pensé que lo primero que perdería sería fuerza en las piernas, pero lo que ha disminuido es mi capacidad de reaccionar ante las bolas", indicó.
Por su parte, Gómez no se esforzó demasiado para imponerse 7-5 y 6-3 a Borg, en cuyo honor, como parte de la gira de despedida, se realiza esta exhibición, la que hoy cierra con los partidos entre Gómez-Lavalle y el estelar entre dos de los grandes rivales de los 70 y 80, Borg y Connors.