Jornada Semanal, 21 de enero del 2001 

Edwin Reyes, in memoriam




Edwin Reyes Berríos nació en 1944 en Ciales, Puerto Rico, y dedicó toda su vida a la poesía y a la defensa de la dignidad de su hermosa y “asociada” isla. Sus poemarios: Son cimarrón por Adelfina Villanueva, Crónica del vértigo, Balada del hombre huérfano y El arpa imaginaria, son ejemplos notables de originalidad y, al mismo tiempo, de fidelidad a las voces de su isla y de su pueblo. Edwin fundó y dirigió la sección cultural del diario independentista Claridad e hizo varios documentales fílmicos. Un implacable cáncer lo derrotó la semana pasada. Aquí publicamos dos poemas suyos para recordarlo y revivirlo, precariamente por cierto, en su habitat natural de “La Bombonera”, lugar de tertulias colocado en el corazón del viejo San Juan Bautista de Borinquen.

H.G.V


 

Reverencia ante el árbol caído

a Beto y Uli y demás residentes
del “Arca del viento”, Olimpo
611 Miramar
el huracán pasó lejos
y de sus vientos menos peligrosos
sentimos el azote en Miramar
un árbol casi centenario abuelo recio
de mis mañanas y mis tardes
huérfano me dejó nuevamente
titán caído en medio de la calle
desgajado del alma de la noche
lo oí caer

precisamente en plena Novena
justo antes de insinuarse la alegría
y me dolió en las piernas en los huesos
como si hubiera sido yo quien sufriera
la mirada curiosa de la gente
el diamante frío del asfalto
las sierras diligentes implacables
sobre mi viejo cuerpo inútil
cuando volvió la lluvia desde el mar
en el alto balcón de mi noche
comencé a cantar en silencio
 
 

La feuille morte



en la acera la hoja luminosa
quieta de sangre y oro
cae
ante mi mano yace el precioso cadáver
veteado de fino poder
es una hoja inmensa
de sólo unas pulgadas de cuerpo
lentamente carnosa entre mis dedos
empeñados en palparle la vida
allí donde sólo hay una simple hoja
muerta
igual a la cabeza de mi padre
el día que se me murió como un árbol