Ť El estadunidense dominó al sueco Bjorn Borg en emotivo duelo
Jimmy Connors ganó el torneo de Leyendas
Ť En contienda de zurdos, Leonardo Lavalle se impuso al ecuatoriano Andrés Gómez
JOSE GARDUÑO GOMEZ
En medio de la nostalgia y con alrededor de 3 mil aficionados que pedían más demostraciones concluyó el cuadrangular de Leyendas de Tenis, que se disputó en el estadio Rafael Pelón Osuna, del Club Deportivo Chapultepec.
Destacan los triunfos de Leonardo Lavalle sobre el ecuatoriano Andrés Gómez y del estadunidense Jimmy Connors ante el sueco Bjorn Borg, quien se encuentra en plena campaña de despedida.
De acuerdo con el formato del cuadrangular, de todos contra
todos, Connors fue el ganador en forma invicta con tres triunfos en línea,
escoltado por Lavalle (2-1), Gómez (1-2) y Borg (0-3).
En el choque preliminar, Leo Lavalle sufrió, pero
finalmente se impuso al hombre fuerte de Guayaquil, Andrés Gómez,
en una hora y 10 minutos por parciales de 4-6, 6-2 y desempate en set australiano
10-5.
Luego, en el segundo set, Leo cobró nuevos bríos gracias al apoyo que le brindó incondicionalmente gran parte del público, al grado de que emparejó el enfrentamiento y ganó 6-2.
Así, forzó a un desempate en set australiano, mismo que se apuntó Leo 10-5, aunque cansado y desencanchado. Estaba tan descontrolado que cuando hubo un cambio de cancha se quedó en el mismo lado a donde se dirigió Gómez a continuar el juego.
Luego el choque estelar. Antes, Connors voleó con una jovencita de nombre Tania que durante unos 15 minutos peloteó con el famoso zurdo Jimbo, pues se hizo merecedora a ello en una rifa, la víspera, para ayudar al Teletón.
Connors es el hombre que hace unos 25 años, justo el 25 de diciembre de 1975, salió como un energúmeno de ese mismo escenario, tras ser derrotado por Raúl Ramírez 2-6, 6-3, 6-3 y 6-4 en aquel segundo triunfo consecutivo (3-2) de México sobre Estados Unidos en su juego de Copa Davis en ese mismo año.
Luego camino rumbo al hotel de enfrente, rompió su raqueta contra un árbol, restos de la cual un aficionado recogió y que más tarde, se supo, puso a la venta y alguien la compró.
Ahora es el reverso de la medalla, todo amabilidad, toda sonrisa, festejó en grande y fue aplaudido, animado por el público.
Apenas terminó su clínica con Tania y tomó el micrófono de la juez de silla, para por el sonido local decir que se esperaba en la cancha la presencia del sueco Bjorn Borg.
Poco después ingresó a la cancha el hombre leyenda del tenis, el ganador de once torneos mayores (Grand Slam) con gran seriedad.
Arrancó el juego y Borg dominó ganando 6-2 el set, moviendo de lado a lado a Connors, y sorprendiéndolo luego con enormes dejaditas, al grado de que tras una de ellas, imposibilitado para devolver, arrojó su raqueta.
Un recogebolas fue a entregarle la raqueta, pero el Jimbo quiso cambiar posiciones y pidió al muchacho que él siguiera enfrentando a Borg, en tanto que el estadunidense le daba las pelotas.
El joven hizo tres servicios, el primero de ellos perfecto, y luego Connors continuó el juego. De dominado Connors paso a dominador en el segundo set y se impuso 6-2, no sin antes pegar de puntapiés a la maleta de Borg, cuando éste le hizo otra magistral dejadita.
Vino el desempate, Borg no estuvo muy bien que digamos en sus servicios y Connors ganó el desempate 10-5.
El torneo, pues, cumplió su cometido y todo quedó listo para que en noviembre se dispute el Tour de Campeones.