MARTES Ť 23 Ť ENERO Ť 2001
ENTREVISTA
Dulce María Sauri, presidenta del PRI

Hoy ya no tenemos presidente de la República para echarle la culpa, expresa

 
Si el problema del partido fuera cambiar la directiva y los demás conflictos se eliminaran, ¡hombre, faltaba más! Yo me voy en el momento en que me diga el Consejo Político Nacional, expresa en entrevista la política yucateca
 

Como oposición, el PRI ya entró a la ''pubertad política''
 

ROSA ELVIRA VARGAS Y ENRIQUE MENDEZ

Dulce María Sauri se sabe derrotada. En el próximo Consejo Político Nacional se impondrá el grupo que pide la salida del comité que encabeza. Ella advierte desde ahora: ''Si el problema del PRI fuera cambiar la directiva y los demás problemas del partido se eliminaran, ¡hombre, faltaba más! Yo me voy en el momento en que me diga el CPN que terminó mi ciclo''.

La presidenta del PRI es partidaria de que antes de remover a sus líderes, ese instituto político tiene que emprender su reforma interna. Pero aclara que a quienes no piensan así, ''no les estoy achacando una confabulación macabra en contra del partido''. En el PRI, remarca, ''la lucha debe ser por mejorar las cosas y nunca por expropiarlo''.

El otrora partidazo vive un dilema aun más profundo. Sin el arbitrio del presidente de la República hoy debe buscar un nuevo ''eje articulador'', una figura que sustituya al hombre fuerte que tomaba las decisiones por los priístas. Y más aún, aprender ''que la libertad tiene un precio, el de equivocarse''.

Una forma de organización ''como la que tuvimos durante muchos años tenía una parte de disciplina, de lealtades muy definidas, pero también otra de cesión voluntaria -que no entiendo de otra manera- del ejercicio de las libertades... hoy, ya no tenemos presidente de la República para echarle la culpa''.

A unas semanas de convocar a sesión extraordinaria del CPN -varias veces pospuesta-, Sauri es la primera presidenta del tricolor que actúa sin línea desde Los Pinos. Ante ello señala que, al igual que su partido, ha entrado a la ''pubertad" política para acostumbrarse a su condición opositora; los panistas ''están en proceso de aprender a ser gobierno'''. Y dice ver en Vicente Fox a un presidente ''mediático o virtual'', con actitudes erráticas.

Ella ha conducido una complicada etapa en la lucha por el poder en Tabasco, y tiene pendiente el pleito legal por el triunfo para su causa en Jalisco. Este año habrá 15 procesos electorales, incluido el extraordinario del 11 de noviembre en tierras tabasqueñas. El CEN tiene que emitir las convocatorias para elegir a sus candidatos y todavía debe encarar su propio conflicto interno.

-¿El PRI ya aprendió a ser oposición? ¿Qué tipo de oposición es? ¿Existe una línea sobre cómo ejercer tal condición o sus fuerzas lo hacen libremente? ¿Extrañan la línea presidencial?

-El PRI ha sido oposición en un buen número de estados y municipios. Pero más que la pregunta de si estamos aprendiendo a ser oposición, es si estamos aprendiendo a vivir, como partido, sin el presidente de la República. El gran cambio producto del 2 de julio, no es sólo no haber ganado la Presidencia, sino que a partir del primero de diciembre el PRI se quedó sin su eje articulador, que era la figura presidencial.

''La forma de articulación al interior del partido está cambiando, se está instituyendo. La figura presidencial ?con los matices, las variantes, el estilo personal de cada uno? tuvo desde 1929 un sentido de conducción, de delegación de fuerza de parte de los diferentes niveles y acentuado, obviamente, en el Comité Ejecutivo Nacional. Hoy, al no haber ese presidente, la directiva debe construirse a partir de la fortaleza y la determinación de cada uno de sus militantes''.

-¿Ese eje articulador tendría que ser ahora el presidente del partido?

-Sí, pero no puede ser una sustitución automática. La ecuación no puede ser: presidente de la República antes del 2 de julio igual a presidente del partido después de esa fecha. Sería un error muy grave, porque nadie nunca, al interior del PRI, cuestionó sauri 2 la autoridad partidista del presidente, que era sólo de él porque, cuando salía, el nuevo tomaba esas funciones y aquél quedaba despojado de la responsabilidad y el atributo de conducirlo.

''Ahora, al no haber presidente, la militancia empieza a preguntarse a quién, de dónde emanará la fuerza de la directiva del partido. Y la respuesta es: 'bueno, de la militancia'. Muy bien. Pero se replica: '¿Con qué armas se dará el reconocimiento de la militancia a esa directiva?'. Y es ahí de donde vienen las discusiones acerca de la representatividad del Consejo Político y los procedimientos para elegir a los líderes en todos los niveles. Se trata de un replanteamiento del partido, pero que tampoco se da aislado de la sociedad que hoy demanda al PRI asumir su nuevo papel de opositor al Ejecutivo federal.

-¿Existe abuso de alguna parte de los priístas a esa nueva condición de libertad?

-Creo que hay un aprendizaje del ejercicio de la libertad. Ciertamente la forma de nuestra organización tuvo, durante muchos años, una parte de disciplina, de lealtades muy bien definidas, de cesión voluntaria del ejercicio de las libertades. Era muy cómodo esperar las decisiones, que éstas fueran comunicadas y obedecerlas, unas veces convencidos y otras a regañadientes. La libertad siempre tiene un precio, el de equivocarse.

-¿Ya no hay red con Los Pinos?

-No ha habido, dejó de existir el primero de diciembre de 1994, hasta donde sé.

No estamos en un lecho de rosas

-¿En medio de su revisión interna, cómo enfrentará el PRI los procesos electorales de este año?

-Debemos caminar en varios planos. No podemos decir: párese el mundo mientras decidimos nuestras cosas. Está bien que haya quienes padezcan priocentrismo agudo, pero obviamente eso no es así. La sociedad está caminando y demanda del PRI, y de los otros partidos, una acción clara.

''Nuestra relación con el gobierno no puede esperar que reformulemos todo. Tenemos que trabajar al interior del partido buscando rumbo para cambiar, englobando todo lo que significa cambiar el PRI, al PRI y, al mismo tiempo, responder a 15 elecciones, además de construir la relación con un gobierno opositor a nosotros.

''Será todo un cambio de cultura, porque desde que surgimos como organización política, el presidente de la República ocupó un lugar fundamental, no sólo al interior del partido, sino en nuestro ejercicio en el Congreso. Estamos en pleno aprendizaje de ser oposición ?responsable, leal con la sociedad?, pero ellos también están en el de aprender a ser gobierno".

-¿Qué expectativa guardan frente a esos comicios?

-Todas, sin excepción, son elecciones competidas. Para ningún partido serán un lecho de rosas. El PRI asume que tiene que organizarse y hacer su tarea bien para poder ganar. Pero hay muchas cuestiones que en términos de imagen no nos ayudan. Lo único que no he leído es que nos culpen por la erupción del Popocatépetl. De todo lo demás, sí.

''Ese ambiente no nos favorece. Sin embargo, pese a lo ocurrido el 2 de julio, en los procesos que siguieron tuvimos más sufragios que en la elección presidencial. Eso es algo que no podemos desestimar aunque, claro, lo importante es ganar'', señala.

-¿Esa mala imagen no se alimenta también por actitudes de priístas como Roberto Madrazo o Víctor Cervera?

-Me refiero no a la mala imagen en cuanto a la militancia o a las pugnas internas, sino a la sociedad. Hablo de ese flujo negativo hacia el partido al que, por una serie de acciones, pareciera que existe el interés de borrarlo de la escena política del país.

''Eso no debemos ni podemos permitirlo. El PRI tiene una gran responsabilidad; ha sido el partido de la paz y la estabilidad en México. Con nuestros defectos y limitaciones, no podemos dejar de desempeñarlos sólo porque perdimos la elección presidencial. Tenemos que hacerlo incluso en términos de equilibrios en el país, del desarrollo de la vida democrática. El PRI tiene que ser fuerte y claro en sus principios, en su plataforma, en su programa de acción; competir en las elecciones y aceptar invariablemente el resultado''.

-¿A partir del 2 de julio, cómo ha evolucionado el liderazgo en el PRI?

-Debemos asumir que no puede más ser una presidencia vertical sino colegiada; que las cosas hay que acordarlas. Es el cambio más fuerte. Debemos perfeccionar nuestra comunicación interna, que la agenda del CPN se construya entre todos y no cómo antes, cuando sólo se informaba lo que se iba a tratar.

''Vislumbro hacia el futuro una república priísta ?permítanme expresarlo de esa manera?, en la que los consejos Nacional, estatales y municipales sean una especie de Poder Legislativo que revise cómo se integran los consejos y otras cosas; que el CEN y los comités estatales sean una suerte de poder Ejecutivo que acaten lo definido en los consejos. Y el Judicial, el sistema de justicia partidista, que hoy lo tenemos absolutamente subdesarrollado y es una de las grandes preocupaciones que veo con toda claridad.''.

-¿Y qué tan avanzados van en la construcción colegiada de la agenda del próximo consejo?

-Ahí vamos. Teníamos algo más o menos perfilado para mediados de diciembre y hoy tenemos que revisarlo de nuevo de acuerdo con las circunstancias que se presenten al realizar la sesión, que será en febrero.

-La transformación interna del partido parece sólo un interés de la directiva, porque los militantes parecen estar más preocupados por el cambio de líder...

-Hay una discusión muy grande entre qué es primero, si poner las bases del cambio del partido o la directiva. Considero que el tema que ganó es el de la directiva, independientemente de que yo no estoy de acuerdo con eso. Si el problema fuera cambiar la dirigencia y los demás problemas se eliminaran, ¡hombre, faltaba más! Yo se los he dicho permanentemente: me voy en el momento en que diga el CPN que terminó mi ciclo, me retiro. ?¿Entonces, van ganando los que presionan para cambiarla?

-Sí. Pero no quisiera personalizarlo en mí. Estoy convencida de que en estos momentos las personas estamos muy por debajo del interés que es preservar esta gran institución. Si la mayoría piensa que hay que cambiar la directiva para detonar el proceso de cambio del partido, hagámoslo.

''Pensar también que vamos a ir a una asamblea nacional y que de ésta va a salir el partido perfecto que deseamos, no es cierto; es limitarnos y engañarnos. Iremos a una asamblea ?en el tiempo que el consejo señale? pero no podemos poner el nivel de nuestras expectativas hasta el techo y decir: 'después de la asamblea se arregló todo'. No. Este es un gran proceso que hay que cuidar, ser pacientes con nosotros mismos, lo cual no significa inmovilismo'', afirma.

-Sin embargo, mucho se habla de que sin la tutela presidencial, la directiva se conduce sin brújula y sujeta a la voluntad de las fuerzas regionales...

-Aquí hay una confusión: el PRI es un partido en el que sus fuerzas regionales siempre han sido importantes. Ahora, ¿qué es lo que quieren? ¿Un presidente del partido que inhiba al PRI? ¿Que negocie la fuerza del PRI? Creo que eso no lo quieren los priístas, ni lo necesita la sociedad.

''En ese sentido y dentro de la confusión originada por la derrota presidencial, el PRI actúa responsablemente, construyendo su perfil como partido de oposición. Pero venimos de una cultura presidencialista. Muchas veces en nuestras reuniones internas nos encontramos pensando como partido en el gobierno y alguien, ahí mismo, nos dice '¡cuidado! Esa no es nuestra responsabilidad, ya lo es de otros y si no la quieren ejercer es problema de ellos'. Eso no es fácil de cambiar, no es sencillo'', expresa.

''Hay dos extremos de críticas: que estamos destapados, haciendo cosas que nunca habíamos hecho, como una especie de pubertad partidista, y quienes dicen que estamos timoratos, inseguros, que reaccionamos tarde y poco''.

¿Madrazo? Ningún temor

-¿Y Roberto Madrazo? Su gente asegura que en realidad su idea es crear una corriente nueva y no otro partido, el Patria Nueva. ¿Eso es una cuña? No parece tan inocua, tan...

-¿Tan corriente? ?ríe maliciosa?, no sé. Lo que sí sé es que el partido tendrá que abordar en la asamblea ese tema; darles más espacio, cómo pasar de corrientes de opinión a corrientes de acción y su enlace con las estructuras partidistas. Yo no le tengo ningún temor a revisar eso, siempre y cuando coincidamos en que el interés de todos es el PRI.

-Pero hasta donde se ve, esa corriente sería la segunda o tercera vía por la que Madrazo trata de escalar hacia la directiva priísta.

-Tampoco podemos decir que el interés de llegar a la directiva del partido es espurio de parte de nadie. Son intereses legítimos; esta es una lucha política que se da al interior del partido.

-¿Es por el PRI o por hacerse del PRI?

-Eso es lo importante. Que siempre tengamos presente que es una lucha por el PRI, por hacer mejor las cosas, no para expropiar al partido. Entiendo que ser democráticos al interior es obedecer a lo que dice la mayoría. Son cuestiones diríamos muy básicas, pero que en el PRI las estamos aprendiendo, son parte del ejercicio de una nueva libertad.

-Se especula que en el informe de finanzas que rendirá ante el Consejo saldrá a relucir que Francisco Labastida dejó muy endeudado al PRI, que sus edificios están embargados, hipotecados...

-Presentamos nuestro informe de gastos de campaña al IFE desde el 27 de agosto, y en febrero creo que van a dictaminar a todos los partidos. En cuanto a las deudas de campaña, el partido que esté libre de deudas que tire la primera piedra. Obviamente las tenemos, pero son manejables y ya fueron restructuradas.

''Los edificios del partido no están hipotecados. Cualquier tipo de enajenación o gravamen de un bien propiedad del PRI, no sólo del CEN, requiere autorización del consejo'', precisa.

-¿Y habrá también ese día una evaluación de su parte de lo que ocurrió el 2 de julio? ¿Qué les dirá a los priístas?

-Ese balance tiene una dimensión estricta, que es la electoral: cuántos votos, dónde avanzamos, dónde retrocedimos, cuáles son las franjas de edad. Una descripción de conjunto. Y en cuanto al juicio crítico sobre esa elección, creo que no me corresponde como presidenta darlo, sino al consejo, si así lo considera pertinente. Ahora, yo digo: ¿qué queremos del 2 de julio? ¿Necesitamos una catarsis? Hagámoslo.

-De alguna manera la han estado haciendo desde el 3 de julio, ¿no?

-¡Pues sí! ¡Qué empeño de hacerlo otra vez en la sesión! Pero si eso se quiere, hagámoslo, pero efectivamente. Volverse hacia atrás es necesario en la medida en que sirva para conducir el rumbo, no para estar dándole y dándole a la herida, no sólo para que no se cure, sino para que se infecte más.

-Ese consejo por supuesto no será un día de campo...

-No. Posiblemente dure dos días, lo que se necesite.

-La propia estructura del CPN ha sido muy cuestionada...

-Es muy importante aclarar de una vez por todas las características del Consejo, porque esto ha oscurecido, y en algunos aspectos envilecido, la discusión sobre la vida interna del PRI. Si no se asimila que el consejo no es sólo un órgano legal sino legítimo, y que sus integrantes son representativos, aunque hoy se ve que es insuficiente, no avanzaremos (porque) se estará deslegitimando a la instancia que tiene que tomar las decisiones.

-De nuevo en el papel opositor del PRI, ¿cuál es su percepción sobre cómo se conduce el nuevo gobierno?

-Vemos una tendencia a una Presidencia mediática o virtual, en algunas cuestiones errática. Un día dice una cosa, y al siguiente otra, y uno no sabe bien a bien hacia dónde se conduce. Pero eso no implica que nosotros sí debamos tener muy claro hacia dónde vamos, con quién vamos y qué tenemos que hacer.

''Hoy, el PRI tiene que desarrollar una agenda legislativa propia. Podemos y debemos proponer. Muchas veces se le criticó por no desarrollar su capacidad de iniciativa como grupos parlamentarios, pero entonces había una situación: el PRI era el partido en el gobierno, las iniciativas provenían del Ejecutivo, de ese partido en el poder, de nosotros.

''Bueno, ahora el Ejecutivo no es del PRI. Por lo tanto, la estrategia en la generación de iniciativas tiene que ser distinta. Esa es una de las cuestiones que construimos gradualmente. Del PRI fue la iniciativa para la inscripción de los autos chocolate, la iniciativa de ahorro popular, el diseño del fideicomiso para resarcir a los ahorradores de las cajas populares. En todas, el PRI tuvo un papel fundamental''.

-El Partido Revolucionario Institucional ha tomado protagonismo defendiendo sus intereses en Tabasco y Yucatán. ¿Esos casos les han afectado en términos de aceptación social?

-De la gente que no pertenece a ningún partido, con frecuencia escucho: 'oiga, adelante el PRI', pero también me dicen: 'pónganse de acuerdo'. Eso es lo que la gente demanda, que logremos acuerdos como fuerza política, porque no se trata de satisfacer una necesidad momentánea y que luego el acuerdo sea peor que la enfermedad.