Podría perder líder sindical del Metro su fuero

Ť Desde noviembre pasado un grupo de trabajadores denunciaron el hecho ante la ALDF

Líder moral del trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo Metro desde hace más de 15 años, Fernando Espino Arévalo, quien desde su posición de dirigente sindical enfrenta a las autoridades del Gobierno capitalino, podría perder el fuero del que goza en su calidad de integrante de la segunda Asamblea Legislativa del Distrito Federal, tras una acusación hecha por sus mismos compañeros.

El 23 de noviembre del año pasado un grupo de trabajadores de base del STC-Metro, encabezados por Raúl Montero, giraron sendos oficios al presidente de la Mesa Directiva de la ALDF y al oficial mayor del mismo órgano, en el cual denunciaban que el diputado priísta incurría en violaciones a los artículos 122 y 62 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, al artículo 37 del Estatuto de Gobierno del Distrito Federal y al artículo 19 de la Ley Orgánica de la ALDF, al recibir salario no sólo como diputado local sino también como empleado del STC-Metro.

Todos los artículos en los que los inconformes sustentan su acusación establecen que los representantes populares, ya sean diputados federales, diputados locales o senadores, no podrán desempeñar ningún otro empleo dentro de la Federación o de los gobiernos estatales por los cuales se disfrute sueldo sin que haya de por medio una licencia previa de la cámara respectiva.

Para comprobar el delito en el que incurre el líder sindical, los disidentes le hicieron llegar al presidente de la Mesa Directiva y al oficial mayor de la ALDF copias de tres recibos de sueldo con firma de conformidad a nombre de Espino Arévalo Fernando, que cubren el periodo del 25 de octubre al 5 de noviembre del año pasado (a pesar que el diputado priísta asumió sus responsabilidades como legislador en septiembre de ese mismo año), los cuales alcanzan un total de ocho mil 437 pesos con 68 centavos.

Las plazas de confianza las controla la directiva sindical

Otra de las denuncias hechas por los mismos trabajadores del Metro establece que las plazas de confianza de ese transporte son controladas por la directiva sindical, ya que "desde hace más de 18 años, anteriores administraciones, y aun la actual, cedieron de manera dócil espacios en puestos de confianza para ser ocupados por ex representantes sindicales, familiares o los más íntimos allegados", afirma un boletín de prensa elaborado por los inconformes.

Fechado a principios del mes pasado, el mismo boletín ya advertía "que en el caso particular del área de taquillas se encuentra que impera el sometimiento y la cultura del miedo hacia las trabajadoras. Ellas se ven obligadas a ceder ante presiones, bajo pena de cambios de turno o sanciones".

Curiosamente, durante los recorridos del día de ayer, las taquilleras que accedían a la entrevista, pero que a toda costa evitaban dar su nombre, argumentaban frases como estas: "Son ordenes"; "nos presionan para sumarnos al paro de labores" y "estamos entre la espada y la pared".

Incluso una de ellas, luego de haber cumplido con su horario laboral y de darse una vuelta por las oficinas del sindicato "para ver en que podía ayudar" no logró contener la molestia con los dirigentes, a pesar de que su "papá siempre ha estado muy cerca de ellos; es más, por eso yo conseguí el trabajo". Argumentó que como los transportes que cubren las rutas para el traslado del personal del primer turno son operados por personal adscrito al área administrativa no trabajaron ayer y tuvo que "pagar 60 pesos en taxis".

Los puestos de confianza que según las denuncias hechas en contra de Espino Arévalo son controlados de manera indebida por los líderes sindicales van desde las direcciones de los Centros de Desarrollo Infantil (Cendis) y del Instituto de Capacitación y Desarrollo del Metro (Incade) hasta las jefaturas de línea de taquilleras, los departamentos de seguridad industrial e higiene y la subgerencia de salud y bienestar social.

Por último las medidas de control establecidas por Espino Arévalo, según denuncia el documento referido, son la entrega de uniformes, juguetes en Día de Reyes, becas, útiles escolares, así como el trámite para obtener prestamos del Fondo de Ahorro y gozar de días económicos, así como también los roles de horarios de trabajo y vacaciones.