MARTES Ť 23 Ť ENERO Ť 2001

Ť Chili Peppers clausuró el festival en Brasil

Más de 260 toneladas de basura generaron siete días de Rock in Río

AGENCIAS

Más de 250 mil personas asistieron a la Ciudad del Rock para escuchar al grupo Red Hot Chili Peppers en la última velada del festival Rock in Río, que concluyó la madrugada del lunes. El grupo debía comenzar su actuación a la 13:40 horas, pero los aficionados empezaron a llenar las gradas desde el mediodía, lo que obligó a la policía a reforzar la seguridad.

Las autoridades suspendieron brevemente el concierto de apertura de la velada a cargo del grupo local Diesel debido a algunos incidentes sin importancia.

Durante siete días Rock in Río reunió a 150 bandas y más de un millón y medio de personas; se interpretaron mil 186 canciones en 160 horas de música para todos los gustos. El éxito traspasó las fronteras de Brasil. Artistas tan distintos como Sting, Guns N'Roses, Iron Maiden, Britney Spears o Neil Young desfilaron en la última semana por la Ciudad del Rock.

Fue la tercera edición del festival, después de las de 1985 y 1991, y los organizadores anunciaron que habrá una cuarta en enero de 2003, en la que posiblemente estén el guitarrista mexicano Carlos Santana y el ex líder de Dire Straits, Mark Knoofler.
BRAZIL_ROCK_IN_RIObasura
El promotor del festival, Roberto Medina, se ha comprometido a entregar el 5 por ciento de las ganancias, que se prevé serán de unos 6 millones de dólares, a obras de caridad y a la organización de la siguiente versión del encuentro.

Balance

Rock in Río consumió energía eléctrica suficiente para iluminar una ciudad de 200 mil habitantes, según informó la empresa GE Energy Rentals, que proporcionó el servicio. El festival se clausuró ayer y asistieron por lo menos un millón 500 mil personas. Se consumieron 600 mil litros de cerveza, 450 mil litros de refresco, 910 mil litros de agua, 280 mil vasos de jugos de fruta y 50 mil latas promocionales de una soda. Los aficionados no sólo demostraron sed, sino también apetito: comieron 630 mil sandwiches y unas 140 mil porciones de lasaña. Se movilizaron cien toneladas de equipos musicales de los distintos grupos y se generaron 265 toneladas de basura. Los públicos más sucios fueron el de Guns N'Roses y el de Red Hot Chili Peppers, en cuyas noches de concierto la basura alcanzó las 45 toneladas. Se proporcionó atención médica a 7 mil 709 personas, principalmente por exceso en el consumo de alcohol y desmayos.

Por otro lado, Roberto Medina informó que se generaron ingresos para la ciudad por 282 millones de dólares. La red de hoteles capitalina recibió a 300 mil turistas. Pero el gran logro, precisó, fue reunir a cerca de un millón 500 mil personas "en paz, alegres y en un festival sin fallas".

Rock in Río tuvo todos los ingredientes de un gran festival de rock: aplausos, coros, lágrimas, abucheos, complicados efectos especiales, mariguana fumada furtivamente, músicos desnudos, palabrotas y hasta playback entre los más osados.

Numerosas caras conocidas se concentraron en la Ciudad del Rock para no perderse la clausura del festival. El futbolista Ronaldinho, del Inter de Milán, estaba en el espacio reservado para los VIP, y Daniel Johns, de la banda Silverchair, le dedicó una de sus canciones.

A pesar de que no hubo ningún incidente, la policía tuvo que impedir que varios cientos de personas invadieran el local. Al final de la noche, se registraron enfrentamientos entre agentes de seguridad y el público. Varias puertas acabaron derrumbadas por el ímpetu de centenares de fanáticos que consiguieron entrar en el recinto, que ya estaba lleno a rebosar  .