Ť En estados, mayor corrupción: Bernal Rodríguez
Los reclusorios, cajas chicas de funcionarios, dice la CNDH
Ť El organismo dará vista a los congresos estatales
VICTOR BALLINAS / I
Para evitar mayores conflictos en los centros penitenciarios del país, en los que se ha comprobado corrupción, privilegios, venta de drogas, comercio sexual, que los ha convertido en las "cajas chicas de funcionarios", la Comisión Nacional de Derechos Humanos dará vista a los congresos estatales, y en su caso, al Congreso de la Unión, para que se tomen las medidas necesarias.
El tercer visitador de la CNDH, José Antonio Bernal Rodríguez, dijo lo anterior a este diario y precisó que "es en los estados donde se ubica el mayor problema de corrupción, por la falta atención a los presos".
Los penales con situación crítica son, en
de Baja California, el de Mexicali y el de La Mesa; todos los del Distrito
Federal; los de Juchitán y Tehuantepec, en Oaxaca; los de Chiapas,
incluido Cerro Hueco; los de Guerrero, Nayarit y Tamaulipas.
-¿Van en aumento los problemas en los penales
del país?
-Definitivamente el problema de los centros penitenciarios va en aumento, las autoridades responsables de atenderlos no han puesto orden en los mismos.
-¿Por qué?
-Hay un factor primario, no hay inversión pública, pues se piensa que estos centros no deben ser atendidos, porque ahí están personas que ofendieron en mayor medida a la sociedad, y que es preferible que esos recursos económicos vayan a las personas marginadas de la población en general. Sin embargo, se ha olvidado que estos centros constituyen un problema de seguridad pública, esa es la palabra adecuada, porque si las gentes que delinquieron entran ahí y después salen a delinquir nuevamente, tal vez hasta mejor preparadas, entonces de qué nos sirvió haberlos tenido recluidas determinado tiempo. Los gobiernos estatales, fundamentalmente, se han ido por el lado de decir que los reclusorios sólo deben tener lo indispensable para que los presos puedan comer y no más; se han olvidado del otro factor que es la seguridad pública, no lo han llegado a comprender, pero si agregamos el factor más importante, que es la corrupción, los centros se han convertido en las cajas chicas de algunos funcionarios, porque es dinero que no se ingresa al erario público y se obtiene por medio de actos ilícitos y de corrupción. Entonces, hay un interés también en dejar a los penales en el olvido porque son un negocio. Si faltan cosas mejor damos concesiones a ciertas personas para que vendan comida, agua, y otros satisfactores.
Bernal Rodríguez abunda: "En esa mecánica, la falta de personal calificado va provocando que al interior de la cárcel se formen grupos de poder; entonces ese grupo de internos se erigen en los rectores de la disciplina y de las actividades del centro, con anuencia, por supuesto, de las autoridades. Entramos en una relación perversa entre autoridades de los centros y ese grupo de internos. La corrupción es el problema fundamental que debemos señalar, no se ha hecho durante años, no se ha dicho así de claro, ni se ha hecho nada".
Respecto a la solución de este problema el visitador dice: "En la CNDH hemos concluido que la estrategia debe ser diferente, tan sólo por el hecho de emitir recomendaciones, que aunque por su número, 384, parecerían muchas, tampoco se ha contribuido en gran medida para que el sistema penitenciario en general mejore. Hay que aclarar en descargo de eso que no es responsabilidad de la CNDH poner orden y disciplina y mejorar las condiciones de los penales; tampoco por sí mismas las recomendaciones iban a surtir efectos, tiene que haber voluntad de la autoridad para que esto mejore, pero esas recomendaciones la autoridad puede aceptarlas o no. Aunque se publican en un documento llamado Gaceta, que edita la CNDH, son desconocidas para la mayoría de la población. Por eso hemos decidido que cuando surjan datos, principalmente de corrupción, además de los otros problemas que tienen los centros, debemos de hacerlos del conocimiento de la opinión pública a través de los medios de difusión, para que sea una mayor presión para las autoridades el poner fin a los problemas que hay ahí".
-¿Deben ser investigados los directores de los penales, o qué propone la CNDH?
-Las recomendaciones en este sentido, donde encontramos tráfico de droga, comercio sexual, privilegios, se pueden encaminar a pedir que se investigue a funcionarios, y no sólo a los directivos de los reclusorios, sino también a funcionarios superiores de los penales. Ese es un punto importante a incluirse en las recomendaciones.
-Si se conoce la situación general de corrupción en los penales, ¿por qué no se ha pedido que se investigue a funcionarios?
Porque este programa recientemente lo hemos diseñado, con estos cambios, pues el programa penitenciario siempre ha existido, sólo que ahora le damos esta visión, a partir del 10 de enero de este año, en que dimos a conocer el diagnóstico general de las centros de reclusión.
-¿En qué estados y penales se encuentran las situaciones críticas?
-Se da en el penal de La Mesa y en el de Mexicali, en Baja California. También en el Distrito Federal, aquí los penales son un nido espantoso de corrupción y nadie le ha metido mano para solucionarlo. Los de Tabasco y Oaxaca están en condiciones infrahumanas, como el de Juchitán y Tehuantepec; en los de Chiapas imperan condiciones muy malas de atención a los internos; los de Nayarit, problemas graves de sobrepoblación y corrupción; Tamaulipas, penales con alto grado de corrupción, incluso Guerrero.
-¿ En qué casos recurrirá la CNDH a los congresos?
-Se ha planteado con los legisladores, que en los casos que revistan gravedad, se pueda dar vista al Congreso de la Unión, en el ámbito federal y a los congresos estatales para que ellos inicien juicio político o llamen a cuentas a los funcionarios denunciados.