jueves Ť 25 Ť enero Ť 2001

Sergio Zermeño

Foxismo: Ƒeconomía o sociedad?

Todos los casos de instauración pacífica de la democracia han tenido un común denominador: el establecimiento paulatino de un espacio común, un plano compartido entre los distintos actores, un lenguaje comprensible lo mismo para las partes que se confrontan como para la opinión pública, y una creciente sensación de que el proceso en su conjunto va hacia acuerdos que serán respetados.

Visto desde esta perspectiva, preocupa lo que sucede en nuestro país, después de setenta años de priísmo, pues en lugar de lenguajes en diálogo, diferencias que tienden a la negociación, el espacio de la política parece polarizarse irremediablemente.

Por el lado del nuevo gobierno, vemos una política social difusa con la inercia de Progresa y Sedeso, y José Sarukhán anuncia que no hay recursos que alcancen para echar a andar programas sociales y que "más vale que los mexicanos se vayan moviendo por sí solos". Esto contrasta con una eficacia económica en la cual se fija el salario mínimo por debajo de la inflación, se avecinan recortes a las burocracias y una severa reforma fiscal que gravará a todos con el mismo rasero; contrasta también con la convocatoria al activismo de la derecha con base en los símbolos religiosos. Por el lado de la oposición, las anteriores han sido señales más que suficientes para poder igualar al nuevo régimen con un búnker de banqueros, empresarios, medios de difusión, clero, ejércitos, etcétera.

Las posiciones extremas tienden así a fortalecerse, como en un juego de espejos. En efecto: un lado ve al otro como incapaz de valerse por sí mismo, inmovilizado por el paternalismo y la dádiva, un pueblo en posición de damnificado permanente, concentrado en los agravios que le ha infligido la historia de injusticias, y va en busca de cualquier indemnización, orgulloso de que su derrota jamás se convertirá en colaboración con los de arriba (con nadie a final de cuentas). El otro lado del espejo considera que todos los pasos que dan los del búnker son un engaño para imponer, finalmente, el camino de los intereses de la globalización, de la elite de "triunfadores" que ve redoblada su soberbia ante la masa paralizada de damnificados. Aparece "el no rotundo": eres desconfiable, aunque cumplas todas mis demandas, y ya encontraré el momento glorioso para poner en evidencia tu mala fe.

Esta espiral de radicalismo impide todos los acuerdos; es lo mismo que sucedió trágicamente en el movimiento universitario de 1999: el centro se adelgazó, el sector académico fue eliminado y en las facultades se colocaron listas de profesores indeseables.

Alcanza igualmente al quehacer de los partidos políticos y de la cultura: las posiciones más radicales aventajan y hasta ridiculizan a las más conciliadoras: Fernández de Cevallos, legisladores del PAN y empresarios amenazan con no recibir a los zapatistas; Rosario y Cuauhtémoc disputan el antifoxismo a López Obrador, mientras Amalia y los chuchos son relegados.

El panorama actual nos presenta del lado del régimen un núcleo económico que, en efecto, parece búnker: no se aleja un ápice de las recetas del FMI y del BM, impuestas desde hace diez años (las teorías post liberales le parecen globalifóbicas), así como un núcleo ideológico perdido en el guadalupanismo y una política difusa hacia la sociedad (Ƒen qué concepción integral se inscriben las propuestas de changarros y microcréditos?).

Da la impresión de que se ha centrado todo en la solución del conflicto zapatista: dar un golpe espectacular "resolviendo" ese frente para ocultar un poco la alarmante situación social (en espera de que la reforma fiscal permita dirigir hacia allá nuevos fondos sin generar déficit en el modelo). Se desatan entonces las reacciones en espejo.

ƑCómo generar nuevos consensos en estas condiciones, cómo fortalecer ese plano de intercambios, entendimientos y acuerdos, si nos damos cuenta, además, de que la mitad de los grupos que podían mediar en esta situación se vacía hacia un lado? ƑAún podrá el foxismo ser propuesta de sociedad y no tanto economía de empresa?