JUEVES Ť 25 Ť ENERO Ť 2001
Ť Soldados uniformados y de civil vigilan centros públicos y piden identificaciones
El foro ya es insoportable para los davosianos
Ť Transportes públicos paralizados, ausentismo en escuelas y riesgos de vandalismo
KYRA NUÑEZ CORRESPONSAL
Ginebra, 24 de enero. Decenas de policías reforzaron la vigilancia de los puestos fronterizos con Francia. Los uniformados se esmeran en llevar a cabo una tarea más dura que la habitual: evitar la entrada a territorio suizo, otrora neutral, de los 300 ''visitantes indeseables'' enlistados por el Ministerio de Justicia de la Confederación Helvética.
Ni opositores a la globalización ni sospechosos de serlo. Antes que nada se trata de darle seguridad a unas 2 mil 500 personas que han sido invitadas al Foro Económico Mundial de Davos.
A Zurich llegan primero los ilustres actores de la sofisticada y elitista reunión, provenientes de todos los puntos cardinales por vía aérea o terrestre antes de ser transportados en limosinas o carros de las más caras fábricas hacia el lugar de reunión, las ciudades gemelas de Davos-Dorf y Davos-Platz y Basilea. Fuentes consultadas en Zurich coinciden en describir la situación: la presencia de gendarmes fronterizos ha aumentado y es apoyada por soldados uniformados y en ropa de civil; los centros públicos, plazas y parques están muy vigilados.
Ante esta situación, Ƒqué piensan los davosianos de la ocupación, bloqueo, militarización y otros contratiempos a los que su ciudad es sometida entre el 25 y el 30 de enero? Una simple respuesta da luz al hecho: ''este año es la gota que derrama el vaso''.
En el teléfono, los habitantes de Davos encuestados hacen comentarios coincidentes: ya no es agradable ver esta muchedumbre. Según un reportaje de un diario empresarial, vocero de uno de los más grandes almacenes suizos, la paciencia de la gente ha llegado al límite. El Foro Económico Mundial en vez de mejorar, empeora y cada año trae un nuevo problema a los habitantes. Los transportes públicos están paralizados, mientras circulan las enormes limosinas en calles demasiado pequeñas para su tamaño. Los activistas y sus manifestaciones atemorizan a los niños. Las escuelas tienen problemas de concurrencia pues las mamás prefieren guardar a sus hijos en casa. Y si a esto se le añade los que vienen a destruir comercios, vehículos o el alumbrado público, la verdad es que ya es demasiado.
Así lo afirmó el comerciante Federici: ''Es insoportable. El foro es una carga demasiado grande para la población''. Davos es un sitio de deportes de invierno y no un teatro para estrellas caprichosas.
ƑCómo quiere que me sienta cuando nuestras calles son patrulladas de día y de noche?, Ƒcuando a cada rato debe uno mostrarle a un gendarme en uniforme y a otro de civil nuestros papeles de identidad? ƑQué, por espacio de 10 días tenemos que ponernos una marca especial que diga davosiano? Responde otro en tono violento.
Por citar un ejemplo: no menos de 3 kilómetros de acceso al Centro de Congresos de Davos está bloqueado y los habitantes, si bien han obtenido un pase de circulación, se enojan por las demoras hasta de una hora para llegar a sus residencias.
Otros comerciantes se quejan: los que ganan del foro son los grandes hoteles y las empresas internacionales pues, por si fuera poco, los políticos que vienen ''no son manirotos'' comparados con el turismo normal.