JUEVES Ť 25 Ť ENERO Ť 2001
Ť Funcionarios y diputados elaboran un proyecto conjunto de reforma fiscal
Analiza SHCP gravar más el consumo y bajar ISR
Ť Estimular las inversiones y combatir la evasión para captar mayores recursos, la meta
ANTONIO CASTELLANOS
La reforma fiscal integral buscará gravar más el consumo y eliminar los regímenes especiales y de excepción; el impuesto sobre la renta (ISR) será revisado con el fin de establecer tasas a la baja y estimular la inversión, de acuerdo con las pláticas de funcionarios de la Secretaría de Hacienda con especialistas y diputados de la Comisión de Hacienda.
Se tiene un avance en este sentido, y según las autoridades hacendarias, también se ha planteado la necesidad de combatir la evasión e incorporar al padrón a quienes están en la economía informal. El objetivo central es lograr mayores ingresos públicos para invertir en infraestructura y mejorar las condiciones de vida de 42 millones de mexicanos que viven en condiciones de pobreza.
De acuerdo con resultados preliminares, se mantiene la confianza de que en tres meses se tenga elaborado un proyecto conjunto de reforma fiscal integral, que le permita a la administración federal hacer frente a necesidades de gasto, algunas de las cuales son consecuencia de decisiones adoptadas por gobiernos anteriores y otras de carácter social inaplazables.
Un ejemplo de las primeras lo constituye el cambio en el sistema de seguridad social. Se pasó de uno de solidaridad, en el cual los trabajadores activos, con sus aportaciones financiaban a los jubilados, a uno en el que cada trabajador ahorra para su propia jubilación.
Respecto a las necesidades sociales, se tiene como base estudios serios como el último reporte del Banco Mundial, según el cual, 18 por ciento de la población obtiene ingresos inferiores a un dólar diario, mientras que 42.5 vive con menos de dos dólares al día. Eso refleja un enorme rezago que el gobierno tiene que enfrentar de inmediato.
En el análisis de la propuesta de reforma se considera la experiencia mexicana y la evidencia internacional, que señala que la falta de disciplina fiscal conduce de manera inequívoca a situaciones de inestabilidad cuando el gobierno gasta más de lo que le permiten sus fuentes de ingreso y se endeuda, lo que reduce los recursos disponibles para financiar la inversión privada.
Esta situación incide negativamente sobre la creación de nuevas fuentes de empleo y pone en riesgo la permanencia de las plazas de trabajo; además, un elevado déficit público genera presiones inflacionarias, y la producción no se puede incrementar automáticamente para satisfacer alzas en la demanda, que resultan en aumentos del gasto que no tienen una fuente sana de financiamiento. Se ha comprobado que ahora son insuficientes los recursos con que cuenta el gobierno federal para atender las necesidades de salud, educación y nutrición infantil, y para no poner en riesgo la viabilidad del país, es imprescindible una reforma fiscal.