JUEVES Ť 25 Ť ENERO Ť 2001
Ť Causan impacto en el Mercosur las declaraciones del general Colin Powell
Temor, por la regionalización del Plan Colombia
Ť Al impulsar Bush el ALCA, la integración en Sudamérica se detendrá, afirman analistas
STELLA CALLONI CORRESPONSAL/I
Buenos Aires, 24 de enero. Las recientes declaraciones del general Colin Powell, nuevo se-cretario de Estado estadunidense, sobre las intenciones del presidente George W. Bush de regionalizar el Plan Colombia, así como los anuncios de apresurar el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en contraposición con la política sudamericana de hacer avanzar el Mercado Común del Sur (Mercosur), causan impacto en diversos sectores políticos de esta subregión.
Powell sostuvo que Bush buscará "regionalizar la política para la lucha contra el narcotráfico", con la intención de que el resto de los países quede alineado con el proyecto estadunidense, y "reconozcan que el problema es de ellos tanto como de Colombia".
"Nunca debemos descuidar a nuestro propio vecindario", advirtió Powell, citado por periódicos locales antes de la asunción de Bush, lo que conjuntamente con los anuncios sobre el ALCA sonó como una amenaza para la integración que difícilmente intenta el Mercosur, y a la cual Estados Unidos ha colocado suficientes palos en la rueda.
La llegada de Bush fue analizada por al-gunos medios conservadores y ultraconservadores locales como una "buena noticia" para América Latina, pero las mayorías político-sociales, así como analistas de países del Mercosur, de acuerdo con encuestas, se han puesto a la defensiva, cuando no a la ofensiva, con la llegada de lo que algunos llaman "el garrote republicano".
La portada de Página 12 --que se caracteriza por un peculiar humor político-- lleva en su edición del pasado 20 de enero la figura de Bush recortada sobre una imagen a color de Jesucristo y un enorme titular que dice "Que Dios nos ayude".
Otro medio del interior y algunos anuncios sobre debates radiales se titularon "Socorro: llegó Bush", o "Los Bush de regreso: ampárame" definiendo la preocupación existente.
Asimismo más de 70 por ciento de los medios en la región destacó las irregularidades de las elecciones por medio de las cuales llegó Bush al gobierno, e incluso se habla del primer presidente estadunidense en más de un siglo que asume sin el respaldo mayoritario de sus compatriotas.
La mayoría de los analistas consideran que el "tradicional" intervencionismo estadunidense continuará, y aunque advierten que Bill Clinton "guardaba alguna forma", en su lenguaje, en este caso no dudan de que la opción militar siempre será "importante y válida" para los republicanos.
"Bush va a acelerar la integración bajo el ALCA, que es la forma en la que se manifiestan los intereses económicos estadunidenses para el continente. El ALCA consolidará la subordinación latinoamericana a Estados Unidos por una razón muy simple: no se trata de un tratado de libre comercio entre estados relativamente equiparables, como lo fue por ejemplo la Comunidad Económica Europea, sino entre superpotencias y países pobres que no pueden responder a sus presiones más que sometiéndose", sostiene por su parte el sociólogo Atilio Borón.
"También continuará el Plan Colombia. En cuanto a Argentina, es aún menos positivo lo que se puede esperar. En la década pa-sada ya fueron sacrificados grandes márgenes de soberanía económica y política y ahora el país es rehén de los rumores de Wall Street. Por otra parte, las relaciones carnales tan promocionadas por el menemismo han demostrado su completa inutilidad para obtener a cambio algo medianamente decente para Argentina", agrega.
También señala que Bush fue claro al mencionar que había que estrechar relaciones con las "cuatro democracias más importantes, México, Chile, Brasil y Argentina", y que en este aspecto se tratará de avanzar cada vez más en acuerdos bilaterales con estos países antes del 2005.
Rosendo Fraga, director del Centro de Es-tudios para la Nueva Mayoría, que realiza aquí sondeos políticos y económicos, sostiene que el presidente Vicente Fox coincide con esta posición de Estados Unidos adelantando su idea de llegar a un acuerdo con las cuatro democracias más importantes.
Todo esto creó inquietudes en el Mercosur, ya golpeado por la sorpresa que le deparó el presidente socialista de Chile, Ricardo Lagos, cuando anunció negociaciones bilaterales con Estados Unidos, a horas de la de la última reunión cumbre presidencial de fines del 2000.
Se señala también que los republicanos parecen diferenciar bien la política a aplicar a los países andinos --cuando temen perder el control ante el incendio de la pradera-- y ya está en marcha el Plan Colombia, de neto corte contrainsurgente y de control regional.
Que no importa el precio a pagar lo están demostrando las denuncias diarias sobre las matanzas de los paramilitares, organizados más que en escuadrones de la muerte en un ejército dentro del ejército colombiano co-mo el mascarón de proa de la muerte.
La avanzada militar sobre los países andinos y sobre los del Cono Sur para reforzar en forma extrema el libre comercio en estos países, son parte de la misma estrategia y mediante el "garrote" económico los presionan para que acepten el "garrote" militar.