VIERNES Ť 26 Ť ENERO Ť 2001

Ť Arrestan al capitán del Jessica, quien admite su responsabilidad en el accidente

Desaparece riesgo de catástrofe ecológica en las Galápagos

AP, AFP Y REUTERS

Puerto Barquerizo, Ecuador, 25 de enero. El peligro de una catástrofe ecológica en el archipiélago de las Galápagos por el derrame de 600 toneladas de combustible ha sido controlado, aseguró hoy el gobierno ecuatoriano luego de ordenar el arresto del capitán del buque Jessica.

"Ya hay más tranquilidad en las Galápagos, donde hemos evitado un desastre ecológico porque la situación está controlada", dijo el ministro de Medio Ambiente, Rodolfo Rendón, quien el jueves viajó al archipiélago, donde habitan unas 10 mil tortugas gigantes y una inmesa variedad de fauna y flora únicas en la tierra.

Rendón precisó que ahora el objetivo es realizar un seguimiento de las manchas de combustible dejadas por el derrame del buque, que encalló hace diez días frente a la isla de San Cristóbal.

Informó además que anoche el gobierno presentó ante el presidente de la Corte Superior de Justicia de Guayaquil una demanda contra los propietarios del Jessica, y pidió la prisión preventiva del capitán, los tribpulantes y el armador.

En efecto, las autoridades de la Segunda Zona Naval con sede en Puerto Baquerizo dispusieron la víspera el arresto del capitán del buque, Tarquinio Arévalo, y de los 13 miembros de su tripulación.

Arévalo, sin embargo, debió ser trasladado al centro hospitalario de la base naval de San Cristóbal, tras sufrir fuertes dolores abdominales que serían resultado del estrés.

En declaraciones a la prensa local hechas la víspera, Arévalo admitió su responsabilidad en el accidente, al señalar que confundió una boya con un faro y por ello viró mucho antes de donde debía hacerlo. "Sé que me equivoqué", dijo el capitán, cuyo hijo, Alex Arévalo, dijo este jueves que su padre asume la responsabilidad por el error en la maniobra que provocó la fisura en la nave por la cual salió el carburante, pero no por la "demora" de las autoridades para evacuar ese combustible.

Por su lado, la Armada aseguró que el Jessica, construido en 1973, estaba en buenas condiciones de operación, acababa de ser sometido a una revisión y reparación total, e incluso contaba con un seguro por 10 millones de dólares.

La marea negra llegó la víspera a la isla de Santa Cruz, luego de tocar la de Santa Fe y el cayo rocoso de Plaza, pero ahora amenaza al islote Pinzón, donde habitan colonias de aves, leones marinos e iguanas marinas y terrestres, dijo el gobernador de Galápagos, Fabián Parra.

Mientras, las patrullas de voluntarios, guardaparques y expertos que recorren las playas afectadas en busca de más animales contaminados -hasta ahora 42, entre ellos cuatro gaviotas muertas- y para recoger los restos de diesel que quedan en las rocas, reportaron la muerte de una cría de lobo marino, aunque al parecer debido al ataque de otro animal.

Según la Fundación Charles Darwin, se necesitarán al menos 30 meses de trabajo y unos 800 mil dólares para mitigar los efectos de la contaminación de carburante, al tiempo que el sector pesquero de Galápagos exigió una indemnización de 20 millones de dólares por las pérdidas que experimentan al tener paralizadas sus actividades por la presencia de la marea negra.