VIERNES Ť 26 Ť ENERO Ť 2001

Ť Relato de la agresión de militares a drogadictos y alcohólicos en rehabilitación

En Tecomán quedaron los árboles con marcas de bala

VERONICA GONZALEZ CARDENAS CORRESPONSAL

Colima, Col., 25 de enero. Al término de la agresión, los árboles del lugar quedaron con marcas de bala y las mesas agujereadas. Era la madrugada del domingo 21 de enero en Rancho Viejo, Tecomán.

Los 31 militares del 88 batallón de infantería se incorporaron desde las tres posiciones que rodeaban al grupo Todo por Gratitud -que estaba por finalizar su retiro espiritual- y descubrían lo que habían hecho: un hombre de 40 años muerto y una joven herida.

Reunidos en una casa de la colonia Juan José Ríos III, desamueblada y un poco vieja, miembros del grupo de alcohólicos y drogadictos que esa noche celebraban su rehabilitación relatan lo que ocurrió esa madrugada.

Jesús Pérez Flores, coordinador de los grupos de rehabilitación, repite la versión de algunos testigos: desde las 17:00 horas los soldados habían hecho un reconocimiento de la zona y probablemente hayan presenciado alguna catarsis de uno de sus miembros.

La catarsis sirve para que los alcohólicos y drogadictos en rehabilitación saquen todos los sentimientos negativos que llevan dentro. Hay gritos y lágrimas; puede haber palabras altisonantes, pero pronunciarlas forma parte de la purificación interna.

"Quizá los militares esperaban encontrar velas y sacrificios de animales -ya que surgieron versiones de que realizaban ritos satánicos- o armas, pero no encontraron nada de eso, sólo vieron niños, señoras y hombres", comenta.

Recuerda que cuando los militares ya los tenían rodeados, el subteniente Benito Ortiz Moncayo, quien los encabezaba, llamó a Jesús Pérez para que le informara lo que hacían. Fue entonces cuando -según la versión oficial- a uno de los soldados se le escapó un tiro. Desde las tres posiciones en que se encontraban, 16 militares dispararon sus armas, según comprobó después las pruebas de radiozonato practicadas a los 31 uniformados.

"El subteniente gritó 'alto al fuego', pero con el ruido de las armas no resultó" y fue necesario repetir la orden varias veces para frenar la balacera. "Yo deseaba correr, pues las ráfagas de los fusiles pasaban cerca de nosotros", relata Jesús.

La Procuraduría de Justicia del Estado concluyó que 15 elementos dispararon al aire y solamente Brígido Santiago Ponciano Tepach disparó contra los civiles Rodrigo Torres Silva, quien falleció, y Yuliana Mercado Vargas, herida con fragmentos de una bala que chocó con un objeto duro.

Hacemos retiros espirituales, no lucramos

Cada 15 ó 30 días, los miembros de los seis grupos de rehabilitación que operan en la entidad organizan un retiro espiritual para "descargarse" de las energías negativas y "cargarse" de positivas para mantenerse alejados de las drogas y el alcohol.

"No lucramos con esto -afirma Jesús-. Este espacio es mi cama -dice señalando al piso de la casa-. Aquí tiendo una cobija y me duermo. Lo único que buscamos es que los miembros del grupo tengan la misma oportunidad que me dieron a mí hace 15 años, cuando tuve una experiencia espiritual en un grupo de alcohólicos anónimos y me liberé de mis problemas y sentimientos de culpa, miedo, rencor y frustración", concluye.