SABADO Ť 27 Ť ENERO Ť 2001

Ť El gobierno vasco atribuye el ataque con bomba-lapa a ETA

Muere en atentado empleado civil de la marina

Ť Manifestaciones silenciosas de repudio a la violencia en todos los ayuntamientos españoles

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 26 de enero. Un empleado civil de la comandancia de la marina fue asesinado hoy en San Sebastián, tras la colocación de una bomba-lapa con tres kilogramos de dinamita adosada a su coche, en una acción atribuida por el gobierno vasco al comando Donosti de la organización armada vasca ETA.

Más tarde, miles de personas se concentraron en manifestaciones silenciosas en todos los ayuntamientos del país para protestar por este crimen y para exigir a los etarras que abandonen de inmediato de la violencia.

Ramón Díaz García, un electricista de profesión que cuando cerró su empresa se convirtió en el cocinero de los marinos en San Sebastián, no tenía escoltas, su vida en el ba-rrio de Loyola era pública y metódica. No tenía enemigos, se aseguró

Esta mañana, a las 7:40 hora local, Díaz García arrancó su vehículo, cuando activó la primera velocidad la bomba-lapa se accionó y su cuerpo salió expulsado por el techo del auto. La deflagración provocó además lesiones en los tímpanos a cuatro personas que pasaban por el lugar, y heridas leves en otra más; todas se encuentran fuera de peligro.

La zona del atentado fue inmediatamente cercada por las fuerzas policiales, sin que se haya encontrado alguna pista que permita identificar a los responsables de la acción.

En caso de confirmarse la autoría de ETA en este atentado, Díaz García se convierte en la primera víctima mortal de este año y la vigesimocuarta desde que este grupo violento anunció la reanudación de la lucha armada, en noviembre de 1999, después de un periodo de 14 meses de tregua unilateral.

El último ataque de ETA se produjo el 20 de diciembre en Barcelona, donde fue asesinado a tiros el guardia urbano Juan Miguel Gervilla, si bien las recientes semanas se re-gistraron dos atentados fallidos, uno con bomba-lapa contra el subteniente del ejército español José Díaz Pareja, y la colocación de un coche-bomba en un barrio residencial de Getxo, que no llegó a explotar.

La policía autonómica vasca cree que el atentado fue obra del comando Donosti, el único que no ha sido identificado y al que se le atribuyen al menos nueve acciones violentas desde el final de la tregua.

Las fuentes policiales consideraron que ETA buscaba un objetivo fácil tras varios atentados frustrados en las últimas semanas.

El ministro del Interior español, Jaime Mayor Oreja, afirmó que este nuevo asesinato pone de manifiesto una gran desorientación por parte de ETA. SPAIN_BOMB-21

En todos los municipios españoles se concentraron en silencio miles de personas, que reiteraron a ETA que abandone la lucha ar-mada y ponga fin a esta espiral de violencia. Asimismo, por la noche cientos de personas se congregaron en la madrileña Puerta del Sol bajo la convocatoria del Movimiento contra la Intolerancia.

El presidente del gobierno vasco, Juan José Ibarretxe, encabezó la concentración silenciosa a las puertas del ayuntamiento donostiarra, donde exigió a ETA que deje de manchar el nombre de la sociedad vasca hablando en nombre de este pueblo.

"El gran éxito de ETA no es matar, sino dividir a los que no pensamos como ellos, a los que defendemos la vida por encima de todo", dijo Ibarretxe, quien convocó a todos los partidos, nacionalistas y no nacionalistas, a mantener la unidad frente a la violencia.

Por su parte, el Partido Nacionalista Vasco, en el gobierno regional, emitió un comunicado en el que pidió a ETA que "pare y escuche a los vascos, que quieren construir el futuro sin violencia".

Euskal Herritarrok (antes Herri Batasuna, considerada brazo político de ETA) se limitó a lamentar el atentado y responsabilizó a los estados español y francés de mantener una actitud franquista.

Para mañana están convocadas protestas en Barcelona, Sevilla y Madrid, así como movilizaciones en San Sebastián y las principales ciudades del País Vasco.

Estas manifestaciones también están motivadas por los indultos que aprobó el gobierno español a 14 agentes condenados por torturas, y por la concesión de la medalla al mérito civil al conocido torturador Melitón Manzanas, asesinado por ETA en 1968.