DOMINGO Ť 28 Ť ENERO Ť 2001

Ť El narcotráfico, la mayor prioridad del gobierno

Destinarán más de 56 mmdp para combatir la delincuencia

Ť Más recursos a la Secretaría de la Defensa Nacional

JUAN ANTONIO ZUÑIGA

El gobierno mexicano destinará este año 56 mil 722 millones de pesos -equivalentes a unos 5 mil 800 millones de dólares- al combate a la delincuencia, el crimen organizado y el narcotráfico, constituido este último en la mayor prioridad de seguridad nacional, y el cual obtiene 5 mil millones de dólares en ganancias brutas anualmente por las actividades desarrolladas en el país.

Lo anterior, de acuerdo con informes presupuestales del gobierno federal e indicadores del Departamento de Estado de Estados Unidos, en los que se calcula que el envío de cocaína y mariguana procedente de México y comercializadas en aquel país, deja ingresos anuales de unos 18 mil millones de dólares a los cárteles en ambos lados de la frontera.

En tanto, un informe oficial de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) señala que 25 mil elementos de esta dependencia se despliegan diariamente en promedio en el combate al narcotráfico -los cuales en época de lluvias ascienden a 27 mil-, apoyados por 80 aviones, 47 helicópteros, mil 369 vehículos, 121 binomios canófilos, 252 lanchas y 362 equipos de radio, apoyados todos "con una cantidad proporcional de medios materiales".

Los informes presupuestales del gobierno mexicano indican que, entre 1995 y este año, se han destinado 293 mil 826.1 millones de pesos -unos 35 mil millones de dólares- a las dependencias responsabilizadas de la seguridad nacional y el combate a la delincuencia y al narcotráfico, en una lucha que, según el Departamento de Estado, ha dejado como saldo a su favor -entre 1994 y 1999- al menos 59 mil 647 personas detenidas por delitos contra la salud, entre quienes figuran algunos de los principales jefes de los cárteles que operan en el país.

Además, de acuerdo con informes de la Procuraduría General de la República (PGR), a partir de 1995 se han incautado a las organizaciones de narcotraficantes más de 12 mil 700 vehículos, 424 mar Ťamapola-pgr-drogas-gro-5-j ítimos y 131 aeronaves; por lo menos 7 mil armas largas, 6 mil cortas y 339 mil 967 cartuchos útiles; se les destruyeron 2 mil 200 pistas de aterrizaje y más de 40 laboratorios en los que se procesaba la droga.

La estructura presupuestal vigente este año incluye el otorgamiento de 6 mil 350.1 millones de pesos a la nueva Secretaría de Seguridad Pública federal; 5 mil 676.7 millones para la PGR; 22 mil 484.6 millones de pesos para la Secretaría de la Defensa Nacional, y 8 mil 903.8 millones para la de Marina.

Sin embargo, la única dependencia gubernamental involucrada directamente en el combate al narcotráfico que, hasta ahora, ha hecho públicos los recursos que específicamente destina para esta tarea cotidiana de seguridad nacional ha sido la Secretaría de la Defensa.

En un informe oficial, esta dependencia precisa que "los recursos financieros necesarios para cubrir de manera integral las operaciones contra el narcotráfico, representan aproximadamente 16 por ciento del presupuesto total de la SDN"; una proporción que, de acuerdo con el gasto que se le autorizó para el 2001, representa casi 3 mil 600 millones de pesos, equivalentes a 367 millones de dólares a la paridad actual.

En promedio diario, la Secretaría de la Defensa Nacional mantiene un despliegue de 300 bases de operación de erradicación, dentro de las áreas de incidencia en el país. Despliega 144 embarcaciones de intercepción y 108 de reconocimiento en las que operan los Grupos Anfibios de Fuerzas Especiales. Y, por medio de la Fuerza Aérea Mexicana, moviliza 76 aviones Cessna-182 Sky Lane para la localización de sembradíos, y 15 escuadrones que respaldan las labores de erradicación que realiza el Ejército Mexicano.

Dos vertientes en el tráfico de drogas

En la ejecución de las operaciones para combatir las acciones delictivas del narcotráfico, el informe indica que aquellas han sido desagregadas en diferentes tareas: localización, destrucción, búsqueda de sitios de acopio y laboratorios, intercepción local y generación de inteligencia sobre grupos criminales locales. Todo, para evitar que los estupefacientes producidos alcancen las áreas de distribución y consumo.

"En México -define- el problema del narcotráfico se manifiesta en dos vertientes: una interna, materializada por la producción y tráfico de cannabis y opiáceos cultivados en el territorio nacional, y la externa que se refiere a las drogas, particularmente cocaína, proveniente de Sudamérica, en tránsito a los mercados de consumo".

En la concepción militar de este combate al narcotráfico, la estrategia desplegada "para garantizar el ejercicio de nuestra soberanía" ha implicado movimientos tácticos que, en los hechos, el Ejército y la Fuerza Aérea mexicanos contribuyan con 74.3 por ciento de las destrucciones de sembradíos de mariguana a nivel nacional, 80 por ciento por lo que corresponde a los de amapola.

En la intercepción de aeronaves ha logrado obtener hasta 44 por ciento de los decomisos de mariguana y 23 por ciento de los de cocaína, 85 por ciento en semilla de mariguana, 95 por ciento en semilla de amapola y 66 por ciento de las armas aseguradas.

Para esto, el despliegue y los movimientos más importantes han sido los siguientes: se reubicaron hacia las fronteras norte y sur 21 regimientos de caballería motorizada, "para explotar su movilidad", y se concentraron 45 batallones de infantería hacia las áreas de alta incidencia en el cultivo de enervantes; se abrieron más guarniciones militares y se fortaleció su carácter operativo con la creación de 24 compañías de infantería no encuadradas.

Además, se complementó la organización del primer Cuerpo del Ejército con la primera brigada de infantería independiente en San Miguel de los Jagüeyes; se crearon las cuarta y quinta brigadas de infantería ligeras, desplegadas en el Bajío y el sur del país; se crearon tres regiones aéreas "para ejercer un mayor control del espacio aéreo mexicano"; de los 23 escuadrones aéreos, 15 son empleados para apoyar al Ejército en operaciones de erradicación, y se cuenta con 76 aviones Cessna 182 SL para efectuar reconocimientos.

A partir de la rápida búsqueda de nuevas formas de transportación de la droga, la Sedena ha desplegado a los Grupos Anfibios de Fuerzas Especiales (Ganfes), los cuales han sido equipados con 144 embarcaciones de reconocimiento y medios motorizados "para facilitar su movilidad terrestre".

Y ha activado dos operaciones. Una, denominada "sellamiento", la cual consiste en "la estructuración de un dispositivo integral multidisciplinario para impedir el tráfico de drogas hacia las áreas mayormente identificadas con el problema". Inicialmente se estableció en la frontera sur, la península de Yucatán, el mar de Cortés y en la península de Baja California, y después este esquema de coordinación se ha extendido a toda la frontera norte y la costa del Pacífico.

La otra se identifica como operación "candado", la cual consiste en la vigilancia de todos los medios de transporte terrestre, incluido el ferrocarril, "el cual por su volumen, diversidad de carga y modo de embalaje, reviste un problema particular que requiere atención especial". Esta operación se realiza de manera permanente y sorpresiva, "como resultado de información y del análisis por parte de los mandos territoriales, con base en programas coordinados con otras dependencias en rutas, estaciones (terrestres) o aéreas predeterminadas".

Procesos biológicos en la lucha contra el narco

El combate al narcotráfico, por parte de la Sedena, alcanza también dimensiones biológicas y químicas en la erradicación de cultivos, a través del estudio de las diferentes especies de opiáceas que se producen en México, en busca de su inhabilitación, y por medio de la producción de un gel deflagrante "que permite garantizar la iniciación del fuego -en la destrucción de plantíos por mano de obra- en toda condición atmosférica, reduciendo el tiempo empleado en esta tarea".

En función de la experiencia adquirida en la lucha contra el narcotráfico durante los últimos 10 años, el informe de la Sedena considera que, "en este momento, los cuatro elementos que permiten combatir eficazmente este delito transnacional e incluso desarticular en gran medida sus efectos son: generación de inteligencia especializada y explotación de ésta en forma selectiva; adquisición de equipo de alta tecnología para su empleo en los niveles estratégico, táctico y operativo".

Agrega: "Coordinación interinstitucional de todos los organismos nacionales involucrados directa o indirectamente en el combate al narcotráfico (reducción integral de la oferta y la demanda), y cooperación franca, abierta y respetuosa con todos aquellos organismos multinacionales y países interesados en mostrar un frente común a los efectos internacionales de este fenómeno, con particular atención a nuestros vecinos geográficos, y bajo la premisa fundamental de un irrestricto respeto a la soberanía de los países participantes".

Y concluye que la participación del Ejército y la Fuerza Aérea mexicanos, en el combate al narcotráfico, "ha evitado que este fenómeno social rebase la capacidad de respuesta del Estado".