LUNES Ť 29 Ť ENERO Ť 2001
Ť Encarcelarlo "sería inhumano", dice Isabel Allende
Pinochet descansa mientras el juez Guzmán decide si se le procesa
AFP, AP Y REUTERS
Santiago, 28 de enero. El ex dictador Augusto Pinochet descansaba hoy en su residencia veraniega de la costa chilena, en vísperas de una decisión del juez Juan Guzmán Tapia, quien tras cinco días de reflexión debe decidir si procesa o no al militar por violaciones a los derechos humanos durante su régimen (1973-90).
En este contexto, la diputada Isabel Allende, hija del mandatario socialista Salvador Allende, depuesto por Pinochet en el cruento golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, se declaró contraria al encarcelamiento del militar si es condenado. "Si hay una sentencia lo más probable es que la cumpla en su casa y nadie espera otra cosa, porque sería inhumano", señaló la congresista en una entrevista publicada este domingo por el diario La Nación. "Creo que a los ochenta y tantos años, una pena de ese tipo no tiene sentido", añadió.
Pinochet permanecía hoy en su casa de Bucalemu, a 120 kilómetros de Santiago, mientras Guzmán concluía su estancia en un balneario de la costa central, para retornar a la capital. El magistrado debe ahora decidir si encausa al ex militar y actual senador o si, por el contrario, dispone liberarlo del juicio por razones de salud.
Fuentes judiciales citadas por Reuters afirmaron la víspera que Guzmán tendría lista una resolución, mediante la cual somete a proceso y ordena la detención del ex dictador, la cual sería dada a conocer este lunes. Sin embargo, las mismas fuentes creen que Guzmán podría absolverlo posteriormente por razones de salud.
El ex dictador fue hospitalizado el viernes por fuertes dolores de cabeza y pérdida momentánea de memoria, pero el sábado fue dado de alta.
En el único caso que hasta ahora ha llegado a la etapa de incriminaciones entre más de 200 querellas, Guzmán ordenó procesar a Pinochet como autor y coautor de 74 secuestros y homicidios perpetrados por la Caravana de la muerte, la comitiva militar que en octubre de 1973 recorrió el país exterminando a opositores.
Sin embargo, la Corte Suprema anuló la resolución y ordenó que al ex dictador se le realizaran exámenes físicos y mentales. Estos últimos dictaminaron finalmente que el militar sufre una demencia "moderada" de origen vascular, aunque el magistrado apreció a Pinochet en el interrogatorio del martes pasado como una persona anciana, pero "extraordinariamente normal".
Según Pablo Rodríguez, abogado de la defensa, la demencia detectada agrava la incapacidad del acusado de dirigir "eficazmente" sus alegatos de defensa, pero la abogada acusadora Carmen Hertz sostuvo que un sobreseimiento temporal por locura o demencia "tampoco sería el caso, pues éste exige una privación total de razón, y de acuerdo con los informes médicos, el deterioro que tiene Pinochet en ese ámbito es moderado".