LUNES Ť 29 Ť ENERO Ť 2001

Ť Mejores condiciones de clima y suelo que en Texcoco, según un documento estatal

Menos riesgos para la aeronavegación en Tizayuca

CAROLINA GOMEZ MENA

La propuesta de construir el aeropuerto alterno capitalino en Texcoco, no sólo niega a Hidalgo -el cuarto estado más pobre del país- la posibilidad de desarrollar una base económica y fiscal que genere recursos para la atención de zonas de alta marginación, como el Valle del Mezquital, sino que también ocasionará que la terminal tenga grandes desventajas en cuanto a condiciones climáticas, de suelo y riesgos diversos.

Según el documento Un proyecto de Hidalgo para el futuro de México, elaborado por el gobierno estatal, en Tizayuca, una de las dos opciones para la nueva terminal aérea alterna, 90 por ciento del tiempo los vientos predominantes son dirección nor-noreste, hecho que según especialistas en aeronavegación ''favorecería las operaciones''.

En cuanto a la incidencia de niebla -uno de los principales problemas del actual aeropuerto capitalino-, el documento expresa que esta posibilidad es "prácticamente nula", pues Tizayuca cuenta con la "menor humedad relativa de toda la cuenca", pues la precipitación promedio anual es de 350 milímetros (la mitad que la del AICM) y el clima es templado, con una temperatura promedio de 15 grados centígrados.

Por lo anterior, la atmósfera es "limpia y libre de tolvaneras" casi todo el año y sólo en ocasiones "se reportan eventos meteorológicos extraordinarios".

En el caso de Texcoco, las condiciones meteorológicas son similares a las del actual aeropuerto capitalino, "salvo por la mayor ocurrencia de bancos de niebla debido a la gran humedad del suelo", el cual -según edafólogos del Colegio de Posgraduados de Chilpancingo- retiene 500 por ciento de humedad.

Los especialistas exponen que a raíz de ello, la atmósfera del sitio, lejos de ser limpia, es densa a causa de las constantes brumas y contaminación generada por algunas tolvaneras producidas durante los meses de estiaje, las cuales, después de la desecación del lago, sólo pudieron ser reducidas (aproximadamente en 90 por ciento) con la plantación del llamado pasto salado y árboles de eucaliptos para frenar los vientos.

Respecto de la capacidad de carga de los terrenos mencionados, el de Texcoco, debido a su fangosidad, soporta un rango de 0.9 y 2.3 toneladas por metro cuadrado, indican estudios de la Comisión del Lago de Texcoco. Mientras Tizayuca, por ser un suelo "firme", es capaz de cargar 30 toneladas por metro cuadrado, lo que no se opondría a que en él se levanten edificaciones o transiten aeronaves totalmente cargadas.

Sobre los riesgos de erigir la nueva terminal en Texcoco, sobresalen el sísmico, el volcánico y las inundaciones. En caso de ocurrir un temblor, la calidad del suelo de Texcoco podría amplificar las ondas sísmicas y con ello incrementar la incidencia de daños en las construcciones. En Tizayuca no se reportan comportamientos especiales o extraordinarios frente a este tipo de fenómenos, indica el documento.

Acerca del peligro volcánico, en Tizayuca "no se han reportado efectos (caída de ceniza) producto de la actividad eruptiva", mientras en el valle de México la situación sí constituye un peligro para la navegación, hecho que ha obligado a modificar algunas rutas aéreas y extremar la observación del fenómeno.