El grupo Los Cojolites, parte de un proyecto de rescate cultural
Ť Tomaron el nombre de unas aves veneradas por los nahuas
Ť Hoy, foro sobre la misión de la Escuela Nacional de Música
ANGEL VARGAS
Los Cojolites es un grupo de son jarocho que se integró formalmente hace un par de años. Es integrante de un proyecto emprendido a mediados de la década pasada en Cosoleacaque, Veracruz, para recuperar la historia y la cultura del pueblo, que se vio transformada tras los trabajos de explotación petrolera que se realizan en diversos puntos de la entidad desde principios del siglo XX.
Si bien la labor de preparación fue ardua y meticulosa, la juvenil agrupación puede preciarse de haber cosechado varios y significativos logros en muy poco tiempo.
Entre ellos destaca la reciente aparición de su primer disco compacto, El conejo, que será presentado este miércoles, a las 17 horas, en la Casa de la Cultura de Tlacotalpan, Veracruz, como parte de las fiestas de la Candelaria.
Producido por Argos Música, en el álbum se incluyen una decena de piezas, en las que imperan los sones tradicionales, como El conejo, El toro Zacamandú, El colás y El pájaro carpintero, entre otros. También se incluyen dos temas originales: La contradicción y Luna negra, ambos de Noé González.
Cuenta el músico y promotor cultural Ricardo Perry Guillén que la historia del grupo se remonta a un taller que se realizó hace seis años para enseñar a bailar y tocar el son jarocho a los niños y las niñas de aquella población veracruzana.
Para varios de los pequeños participantes resultó poco difícil asimilar los conocimientos, pues, al pertenecer a familias de músicos o descender de ellas, se trataba de un elemento casi genético.
Los Cojolites apareció de manera formal en 1999. Su nombre se retomó de un ave muy similar al faisán, que fue venerada por los nahuas como el dios de la Alborada. "Esta ave cojolite tenía como cualidad su canto, que duraba más de cinco minutos sin interrumpir, mientras salían los primeros rayos del sol".
Integrado por Noé González, Benito Cortés, Luis Aldo Román, Joel González Molina, Saúl Bernal Zamudio, Adrián Luna y Nora Lara, la agrupación tiene entre sus principales inquietudes transmitir aquello que se le enseñó, por lo cual no es raro encontrarlos impartiendo talleres de son jarocho a otros niños y jóvenes.
Una reflexión colectiva
Por otra parte, con la participación de distinguidos universitarios en diversas áreas, a partir de este lunes y hasta el 2 de febrero se realizará el primer Foro sobre la Misión de la Escuela Nacional de Música.
El objetivo es practicar un ejercicio de reflexión colectivo en torno a los retos y responsabilidades que enfrenta la institución, con el fin de enriquecer su misión como escuela universitaria y al mismo establecer un marco conceptual para los trabajos de reforma académica.
La primera jornada, hoy, constará de las mesas de trabajo "El proyecto cultural del siglo XXI: La UNAM. Retos y responsabilidades" (17 horas) y "Las expresiones artísticas en las funciones sustantivas de la UNAM" (19 horas), con la participación de Daniel Cazés, Julieta Fierro, Hugo Gutiérrez Vega, Antonio Crestani, José Ramón Enríquez y Alberto Híjar, entre otros.
Los trabajos serán diarios, en la Sala Xochipilli de la Escuela Nacional de Música, ubicada en Xicoténcatl, colonia del Carmen, Coyoacán.