MIERCOLES Ť 31 Ť ENERO Ť 2001
ASTILLERO
Julio Hernández López
SON VARIAS las pitas que se le andan enredando al hombre de campo que los mexicanos tenemos de presidente.
UNA DE ellas es la económica, dado que la desaceleración estadunidense nos está afectando ya, como muestra el despido de 2 mil 600 empleados de las tres plantas mexicanas de la Daimler-Chrysler (el recorte de esta trasnacional sucedió también en Brasil y Argentina, y no tuvo como causa única el desfallecimiento económico del vecino país, sino también las crecientes preferencias estadunidenses de vehículos europeos y asiáticos: están comprando más Toyota, Acura y BMW que Dodge, Chrysler y Oldsmobile, y Honda y Nissan están enfiladas a arrebatarle mercado a las viejas marcas de Detroit).
OTRAS MUESTRAS del entorno sombrío que nos rodea las han dado dos consultorías de inversión, la Standard & Poors, que ha decidido declararse en posición de cautela en tanto no se defina la reforma fiscal foxista, y la Salomon Smith Barney que, de plano, decidió recomendar a sus escuchas que reduzcan la proporción de valores mexicanos en sus portafolios (de 39.6 a 37.4 por ciento), pues estima que México ha pasado del nivel overweight (fuerte, o muy recomendable), a... neutro.
La envidia de todo el mundo
EL PRESIDENTE Fox, mientras tanto, concede entrevistas al por mayor a medios extranjeros en las que, como buen charro, se muestra altivo ante la desgracia: A los brasileños, por ejemplo, les dijo que "México es la envidia de todo el mundo, incluyendo Argentina y Brasil (que, por lo que se ve, forman parte de un nivel por encima de todo el mundo, según deduce esta sección apetitosa de churrasco y buen futbol), gracias a sus acuerdos con Europa, Estados Unidos y Canadá", según reportó el diario O'Globo. Tales acuerdos, afirma el enhiesto mexicano, nos permitirán salir sin gran problema de la multicitada desaceleración del imperio vecino.
OTRO ENREDO notable es el que se está haciendo en el caso de la marcha zapatista. El presidente Fox ha dejado el carácter gustoso con el que había anunciado en las Fiestas de la Asunción de diciembre -en la Macroplaza de Monterrey- que Marcos ya había aceptado dialogar y que la paz estaba cerca, y ha arribado a una peligrosa combinación de hastío, desconfianza y desinformación.
NO SOLO le molesta al Presidente la tardanza de los zapatistas en hacer caso a sus llamados a sentarse a dialogar y a firmar la paz "ya", "hoy", sino que además ha entrado claramente a una fase de duda creciente sobre el sentido de la marcha zapatista en preparación y de la postura en general de los rebeldes. Para el guanajuatense constituye un signo de insidia el hecho de que el subcomandante Marcos haya querido crear división en el gabinete acusando a Jorge Castañeda y a Adolfo Aguilar Zinser de pretender la suplantación de Luis H. Alvarez en las negociaciones de paz. También ha agregado a su discurso la intencional referencia machacona de que ni Chiapas es todo México ni los zapatistas son todos los indígenas, además del ya muy comentado retorno al Diccionario Básico Zedillo-Labastida, al mencionar a Marcos como "Sebastián Guillén".
Se solicita seguro político
EL CAMBIO de actitud y de gesto del presidente Fox responde, también, al hecho de que a los problemas naturales que encierra el zapatismo se han sumado otros de trascendente orden logístico: el Presidente se siente desplazado del control de un acto que no sólo tiene potencialidades políticas y sociales que desconoce o no alcanza a precisar sino, además, que podría detonar violencia por sí mismo o por provocaciones externas.
EL PRESIDENTE se pregunta quién le garantiza que el curso de la marcha rebelde tendrá buen fin, y que no habrá de suceder algún incidente violento -un atentado, un paquete-bomba, un desquiciado, por ejemplo- que incendiara al país. Si para garantizar la seguridad y la estabilidad de cien millones de mexicanos habría de optar por actuar con energía frente a miles, o decenas de miles, es posible que Fox tomara esta última alternativa.
A MENOS, y ese es el punto fino del hilado que teje en este momento Los Pinos, que haya un claro acuerdo político respecto de la marcha, que incluya tópicos logísticos y de seguridad. "Hasta los gobiernos perredistas vigilan las marchas", se dice en ese Refugio de las Ardillas. En la creación de las condiciones que le permitan negociar el recorrido que le incomoda, el Presidente está siendo ayudado por el PAN y los empresarios, que han llegado incluso a decir barbaridades como la del gobernador de Querétaro o del líder empresarial Picard. En realidad, lo que Fox quiere es la seguridad de que la marcha zapatista estará bajo control, y que no correrá riesgos de un desbordamiento que podría ser de consecuencias extremas. En este punto tendría un papel fundamental la Cocopa.
Traffic
EL OTRO hilo que se hace nudos es el del narcotráfico. El Presidente se fue a Davos dejando el marcador dos a cero y, a su regreso, ya con el tercer gol de tener a Mayito & Co. en libertad, ha sucedido que otros dos reos fueron liberados por la fuerza cuando regresaban de un juzgado de Toluca al penal estatal que antes se llamaba Almoloya de Juárez y ahora se autodenomina Santiaguito. Seis personas armadas, a bordo de una Suburban, sometieron a siete policías, liberaron a dos procesados por delitos contra la salud y dejaron en el camino a los agentes y a un preso que no les interesaba liberar. En Ciudad Juárez, mientras tanto, dos intentos de ejecución resultaron fallidos. Un presunto sobrino de Rafael Muñoz Talavera, quien fue uno de los jefes del cártel de Juárez, fue ametrallado a unas cuadras de donde su supuesto tío había sido asesinado en 1998. El tal sobrino iba en una camioneta blindada y logró escapar hasta llegar a El Paso, Texas. Además, en el Centro Comercial Las Américas, de Ciudad Juárez, otra persona sobrevivió a un tiroteo en el que recibió cinco impactos.
De frontera a frontera
MIENTRAS TANTO, el presidente Fox estará hoy en Tijuana donde, entre otras cosas, tratará de darle un segundo aire al paniaguado discurso con el que quiso arrancar la cruzada contra el narcotráfico y el crimen organizado. No dormirá allá, a pesar de que las actividades terminarán ya entrada la noche, y ello ha azuzado las versiones de que la inseguridad es temible hasta para un presidente. Del otro lado del país, en Quintana Roo, mientras tanto, el gobernador Joaquín Hendricks habrá de enfrentar el señalamiento hecho en su edición de ayer por el diario Por Esto, en el que el reportero Renán Castro Madera asegura que el expediente PGR/UEDO/00/2001 se ha abierto para investigar la responsabilidad que habrían tenido el citado Hendricks, cuando era director de procesos penales de la Secretaría de Gobernación, y otro funcionario (Enrique Pérez Rodríguez) en el traslado de Archibaldo, El Chapo Guzmán, de Almoloya a Puente Grande. De Bucareli, Hendricks pasó a ocupar una secretaría en el gabinete de Mario Villanueva Madrid, a quien sucedió en el poder.
ASTILLAS:
Hoy, a las 18:30 horas en la librería Gandhi de Miguel Angel de Quevedo será presentado El desafío de la transición: la renovación del sistema político mexicano, que escribió José Murat, el gobernador de Oaxaca. Hablarán sobre el texto Diego Fernández de Cevallos, Jesús Ortega, Carlos Ramírez, Modesto Seara y este tecleador... Francisco Barrio, por cierto, lanzó ayer otra cruzada, ésta contra la corrupción... Alejandro Gertz Manero y José Luis Soberanes han sido colocados en situación delicada por el caso de El Chapo, en el que ambos habrían diferido inexplicablemente la atención directa del asunto.
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