MIERCOLES Ť 31 Ť ENERO Ť 2001
Ť "Nos preocupa especialmente Guadalupe Tepeyac"
Incumplidas, las 3 condiciones que Fox aceptó, afirma Marcos
Ť Cerca de 80 presos políticos zapatistas, aún detenidos, dice
AURELIO FERNANDEZ/II ENVIADO
La Realidad, Chiapas. El subcomandante Marcos enunció claramente una serie de puntos sobre el momento actual en relación con las negociaciones entre el EZLN y el gobierno de Vicente Fox. Primero, que se han establecido tres condiciones para sentarse a la mesa de negociaciones que el presidente Vicente Fox aceptó públicamente y que no se han cumplido: retiro de los puestos militares en siete de las 246 posiciones; liberación de los presos zapatistas y gestiones para que el Congreso de la Unión acepte la propuesta de la Cocopa sobre derechos y cultura indígenas.
El gobierno federal ha retirado sus tropas en cuatro de los siete puntos, pero no lo quiere hacer en otros tres, pese a la promesa de hacerlo, señala Marcos en la entrevista sostenida con Carmen Aristegui, Javier Solórzano y este enviado. "Nos preocupa particularmente el caso de Guadalupe Tepeyac, donde cientos de personas viven fuera de sus hogares desde hace 2 mil días, 50 de los cuales corresponden al gobierno de Fox", afirma. En efecto, en recorrido efectuado por los periodistas se pudo comprobar que la fortaleza militar construida en esa población, luego del levantamiento del EZLN en 1994, permanece ocupada por tropa a pesar de que no operaba un retén en ese punto ni se encuentra poblado por sus habitantes originarios.
El dirigente señala también que sobre los presos políticos, aunque se ha hecho gran propaganda sobre la liberación de algunos, en su mayoría siguen detenidos, aproximadamente 80, sostiene. Según Marcos, los presos zapatistas puestos en libertad fueron aquellos que sólo tenían cargos del orden estatal, y fue el gobierno de Pablo Salazar Mendiguchía el que procuró su libertad; los que tienen cargos de orden federal no han sido liberados. "No hablamos de presos por delitos comunes", dice, "sino de aquellos denunciados por paramilitares, los que están por haber traído un radio de banda civil, o a los que encontraron con una gorra verde de miliciano --como la tuya, Carmen--, o con una camisola café, a ésos nos referimos. Pero no estamos pidiendo que liberen violadores y narcotraficantes. Si se libera a los que tienen cargos comunes, incluso puede detenérseles en los municipios autónomos y procesárseles. Fox no ha dado respuesta a esto."
En cuanto a las gestiones para que la ley Cocopa sea aprobada, Fox la envió al Congreso, pero no ha dado un paso más para que sea calificada por los legisladores. "Fox está diciendo: ahí está la ley, ahí acabó. Y no es cierto; no se trata de que suplante al Poder Legislativo, pero que sí dedique esfuerzos como el que estamos haciendo nosotros para que se lleve a cabo la aprobación de la iniciativa de la Cocopa. O, en todo caso, que plantee claramente sus dudas y sus diferencias, porque ahora nadie está planteando eso. Ahora, la discusión es si debemos ir con pasamontañas o no."
"Por eso vamos a la marcha, a reunirnos con los diputados, quienes ya manifestaron disposición a recibirnos" (Beatriz Paredes, entre otros).
"Las comunidades nos están pidiendo la certeza de que podemos tratar con este gobierno. Cuando estén seguras de que así será, nos dirán: "acuerda con el gobierno, termina la guerra", y conseguiremos alguna oportunidad para construir la paz, porque con la firma de la paz no consigues la paz. Todavía habrá que trabajar mucho, pero va a ser un paso muy importante, que todas las comunidades zapatistas del EZLN, no sólo la dirigencia, puedan terminar con la declaración de guerra y salir a hacer trabajo político para reconstruir el tejido social de las comunidades, que ya está muy lastimado. Por eso nuestra resistencia a eventos mediáticos que nos proponen como un encuentro para sacarnos la foto con Vicente Fox".
A la pregunta sobre la importancia de la marcha que están organizando para fines del próximo mes, Marcos indicó: "es tan importante para nosotros, definitorio, que pensamos que estamos repitiendo el 1 de enero de 1994, cuando mandamos a la primera línea de fuego a la dirigencia zapatista, porque así es el modo de los pueblos indígenas, los jefes no estaban atrás. Estamos mandando una señal muy clara: no estamos mandando a otros, no pueden decir que no están hablando con los dirigentes del movimiento zapatista."
Marcos insistió en que no irán armados: "en este sentido queremos dar un mensaje muy claro respecto a enero de 1994. En ese entonces salimos como zapatistas a hacer la guerra e íbamos armados; ahora estamos saliendo como zapatistas a dialogar, para qué queremos las armas si vamos a dialogar. Estamos dispuestos a sufrir un atentado, a que nos detengan, a que nos avienten huevos, tomates, a que nos jalen el pasamontañas. No nos importa tanto el pas amontañas, finalmente a nadie le importa quién está detrás de la máscara. Me lo puedo quitar y cuando me lo vuelva a poner soy otra vez el subcomandante Marcos, que es, entre otras cosas, también un pasamontañas. A diferencia de lo que está ocurriendo del otro lado del poder, nosotros no le damos ese valor fálico al pasamontañas, que quiere decir que nos lo quitan y nos castraron y ya no servimos para nada. Nosotros confiamos en que, a diferencia de lo que pueda ocurrir en la trivia mediática, la gente está entendiendo que lo que está detrás del pasamontañas es un adeudo de la nación con un sector de la nación, que además es un sector originario, y que la mayor parte de la población forma parte de su sangre y de su cultura, porque ahí están los indígenas, aunque no quieran muchos, pero ahí están muchos de los antecedentes históricos de mucha población urbana."
Los entrevistadores recordaron que Beatriz Paredes ha ofrecido que, de ser necesario, recibiría la marcha zapatista en la carretera, a lo que el entrevistado mencionó que aquel 8 de febrero de 1995 tenía una reunión con ella y Esteban Moctezuma cuando el Ejército llevó a cabo una operación cuyo propósito era detenerlos. "Estamos dispuestos a hablar con ella, no somos rencorosos", dice. "Me da otra imagen. Parece que uno de los lazos que arrastraba el PRI era su atadura con el Ejecutivo".
Marcos indica que el movimiento al que pertenece tiene mucha esperanza en el Congreso como cuerpo legislativo. "No sólo eso, pensamos que la nación debe tener esperanza, pues si el Congreso no hace política de Estado, agárrate, todo va a ser un parchadero de cada día y va a haber otra vez dos Méxicos: el que se presenta en los medios de comunicación y en los noticiarios, y el que está ocurriendo abajo; lo de El Chapo Guzmán va a ser punto de caricatura, lo siguiente sería más grave, porque si no hay una política de Estado frente al crimen organizado, frente a los principales problemas de la agenda nacional --es Chiapas, pero no sólo Chiapas, respecto al programa económico y todo eso-- yo creo que esto va a convertirse en un desbarajuste. Los norteamericanos lo están viendo, por eso están corriendo la frontera, Ƒqué otra cosa es el Plan Puebla Panamá?"