MIERCOLES Ť 31 Ť ENERO Ť 2001

Ť El arresto y orden de expulsión de Brasil fue un fracaso, dijo el líder francés

Bové, personaje de la clausura del Foro Social

Ť Danielle Mitterrand participó en la firma de acuerdo entre el MST y entidades de su país

STELLA CALLONI ENVIADA

Porto Alegre, 30 de enero. "Hace cinco siglos yo hubiera llegado a Brasil con los brazos y las piernas encadenados, como esclavo. Ahora vengo como un hombre libre para estar con hombres libres. Por eso creo yo que otro mundo es posible", dice un joven africano, uno de los más de 10 mil asistentes al Foro Social Mundial que cerró este martes con cantos, música y un desfile de negros africanos, en un acto donde destacó el líder campesino José Bové.

Aunque el francés ya era conocido aquí, su breve arresto ayer a manos de la policía y la orden de expulsión, finalmente revocada gracias a un pedido de habeas corpus presentado por sus abogados, lo convirtieron en el personaje de la clausura.

BRAZIL_DEPORTATION-26"Todos somos José Bové", decía una gran pancarta en el foro. La Policía Federal ha-bía dado plazo hasta esta tarde para que saliera del país el máximo dirigente de la Confederación Campesina y representante de la nueva forma de lucha contra la globalización neoliberal.

Anoche lo habían arrestado brevemente, tras emitirse la orden de expulsión por da-ños a la propiedad y violación de la ley de extranjería. El motivo: haber participado el viernes en una protesta del Movimiento de los sin Tierra (MST) de Brasil, que destruyó algunos cultivos de soja transgénica en un campo experimental de la trasnacional estadunidense Monsanto, con el objeto de llamar la atención sobre el peligro de esos productos en el medio ambiente y como instrumento de control sobre los agricultores.

En declaraciones a La Jornada, Bové consideró que su arresto y la orden de ex-pulsión resultaron un fracaso, pues en cambio lograron divulgar en la prensa mundial la lucha de los campesinos en Brasil y el peligro de los transgénicos, "que aún no se sabe qué daños puedan ocasionar".

En último caso, "arrancar una planta es un hecho realmente mínimo frente a lo que está pasando, porque los transgénicos están prohibidos en muchas partes, y sin embargo se siguen sembrando".

Sobre la solidaridad del pueblo brasileño y los asistentes al foro, que corearon hoy consignas como "Bové, amigo, el que se mete contigo se mete conmigo", el hombre del distintivo bigote y quien se mostró fu-mando pipa, dijo estar "muy emocionado".

La lucha de los agricultores de Francia "es la misma de los agricultores de América Latina, de Brasil, de México", concluyó Bové, a quien en Francia esperan también problemas legales, uno por la destrucción de un local de comida rápida McDonald's, en protesta tanto contra la comida chatarra como contra las políticas de la Organización Mundial de Comercio, y otro por la destrucción de transgénicos.

"El siglo se inició en Seattle pero el mi-lenio comienza en Porto Alegre", aseguró Bové durante la ceremonia de clausura, donde el otro de los momentos emocionantes fue el desfile de africanos.

La víspera, la fiesta ya había entrado al propio recinto del foro con sonidos y artes de Africa, a través de la tradicional capoeira, danza-arte marcial de origen africano,

Pero las calles de Porto Alegre ya habían sido escenario de fiestas en días previos, en medio de un desfile que reflejó la diversidad de los asistentes, que incluyó desde in-dígenas a punkies y feministas.

MSTUR, mientras tanto, se mostró como un ejemplo de la inventiva de la resistencia del pueblo contra el neoliberalismo. Es el turismo social del MST: por escasos cinco reales lleva a quienes quieren conocer la otra cara de Brasil a los asentamientos cam-pesinos, para que los visitantes compartan una comida con sus habitantes.

Más de 200 participantes del foro realizaron este tour, entre ellos el escritor chileno Ariel Dorfman y Bové, quienes compartieron una comida con los habitantes de uno de los asentamientos de los sin tierra.

"Encontré niños felices", dijo Dorfman, en alusión a los pequeños que asisten a las llamadas escuelas agroecológicas, lo que posibilita "que haya una enorme trasmisión del amor a la tierra que tienen los padres".

La ex primera dama francesa Danielle Mitterrand, por su parte, participó en la fir-ma de un acuerdo entre el MST y entidades sociales de Francia, y declaró que "se está trazando el comienzo de un mundo nuevo, que hay que celebrar, aun con todas las im-perfecciones que pudiera tener".