MIERCOLES Ť 31 Ť ENERO Ť 2001

Ť Asegura que los criterios de elegibilidad que usa el Progresa son inflexibles

Enorme disparidad educativa y de salud en México: BID

ALMA E. MUÑOZ

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) manifiesta que la desigualdad educativa entre los estados mexicanos es "enorme": en el DF calcula que el promedio de enseñanza para la población económicamente activa (38 millones a nivel nacional) es de poco más de nueve años, mientras en Chiapas es de menos de cuatro, por debajo incluso de Guatemala.

En el rubro de salud el panorama no es más alentador. La misma entidad del sureste ocupa el primer sitio de mortalidad infantil, por falta de acceso a servicios médicos.

La Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) cuenta con el Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa) para combatir la pobreza y próximamente el presidente de la República, Vicente Fox Quesada, anunciará el programa de apoyo a 250 microrregiones, que considera a 476 municipios marginados del país. En la actualidad, los beneficiarios del primer esquema suman 14 millones de personas, aunque oficialmente se reconoce que hay más 40 millones de pobres a nivel nacional.

Enfrenta el país rezago desde los 80

Según el BID, en México se estancó el progreso educativo en los años 80, respecto al avance en América Latina y ahora el "país está rezagado" -ocupa el décimo sitio en el continente- por debajo de Chile, Argentina, Panamá, Uruguay, Venezuela, Ecuador, Costa Rica y República Dominicana, porque a nivel nacional ofrece en promedio 7.3 años de escolaridad para la PEA cuando en otras naciones, es de entre 7.8 y 10.

La institución afirma que en México la educación está "mal distribuida" porque entre los más ricos y los más pobres hay una diferencia de 8.5 años de enseñanza y estos últimos reciben "tan poca" instrucción como el más marginado de los países de América Central. Los mexicanos en este estrato tienen un promedio de tres años de escolaridad, por debajo de los nicaragüenses, salvadoreños, paraguayos, colombianos y apenas por encima de Honduras, Bolivia, Brasil y Guatemala, cuyos habitantes más afectados económicamente tienen menos de 1.5 años de educación.

El Progresa tiene sus orígenes en el Programa Nacional de Solidaridad y ahora, según el BID, se enfrenta a combatir las ideas de "control centralizado y toma de decisiones en el Distrito Federal, con criterios de elegibilidad inflexibles". En el pasado se le consideró como un organismo "que se prestó para manejos políticos" por sus vínculos con el PRI.

En el ciclo escolar 99-2000, la Sedeso refiere que apoyó a 2.4 millones de niños con becas educativas y un año después de su puesta en operación (1997), redujo en un 25 por ciento el número de infantes, de entre 12 y 13 años, que trabajan.

El análisis del BID refiere que por encima de los seis años de instrucción aparecen (de menos a más) Puebla, Hidalgo, San Luis Potosí, Yucatán, Tabasco, México, Veracruz, Chihuahua, Campeche, Jalisco, Durango, Querétaro, Morelos, Sonora, Tlaxcala, Nayarit, Aguascalientes, Coahuila, Tamaulipas, Sinaloa, Baja California, Quintana Roo, Baja California Sur, Colima, Nuevo León y Distrito Federal.

Por abajo de los seis años (en orden descendente), Guerrero, Michoacán, Guanajuato, Zacatecas, Oaxaca y Chiapas.

En cuanto a índices de mortalidad infantil a nivel nacional refiere que las desigualdades regionales "son alarmantes" en Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz, Hidalgo, San Luis Potosí, Puebla, Campeche, Zacatecas, Yucatán, Tabasco; le siguen Michoacán Guanajuato, Durango, Querétaro, Nayarit, Sinaloa, Quintana Roo, Tlaxcala, Tamaulipas, Morelos, Chihuahua, Jalisco, Baja California Sur, Sonora, México, Colima, Coahuila, Aguascalientes, Baja California, Nuevo León y Distrito Federal.

"Costoso, tener servicios de salud"

"Al igual que con la educación -dice-, para contar con servicios de salud pública o privada se requiere capacidad para financiar costos (transporte, costo de oportunidad, medicinas, seguros)" pero, según el organismo, no todos los mexicanos acceden a este servicio por su condición económica. Para ejemplificar, refiere que en más del 30 por ciento de la población, los nacimientos no fueron atendidos por personal médico.

Oficialmente, con el Progresa se establece que hubo un descenso en la tasa de mortalidad infantil. En 1930 ésta era de 178 por cada mil nacidos vivos, y en 1995, de 30.5 por mil.

Pero aun así, se constata en el ámbito gubernamental que "un sector amplio de la población ha quedado marginado de los beneficios de crecimiento económico y del desarrollo, especialmente para los mexicanos que viven en las áreas rurales".

Así se van entretejiendo las condiciones de pobreza; por ello, la Sedeso ha señalado que es un imperativo atender con un enfoque integral las diferentes causas de este mal y asegurar que los núcleos familiares puedan satisfacer sus necesidades básicas: educación, salud y alimentación.