JUEVES Ť Ť FEBRERO Ť 2001

Ť El proceso de certificación genera obstáculos entre los países, insistió el canciller

Teme Washington inviabilidad de la política exterior mexicana presentada por Castañeda

Ť Surgieron diferencias al elaborar la agenda del encuentro entre Bush y Fox

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington, 31 de enero. El canciller Jorge G. Castañeda concluyó hoy su gira de dos días a esta capital, durante la que intentó establecer un nuevo perfil de México ante Estados Unidos como interlocutor internacional que asumirá un papel proactivo en todos los rubros, desde la agenda bilateral, pasando por el comercio y desarrollo económico regional y la promoción de la democracia y defensa de los derechos humanos.

Después de sus primeros encuentros oficiales con el secretario de Estado, Colin Powell; la asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice; el secretario del Tesoro, Paul O'Neill, y líderes legislativos, Castañeda sostuvo este miércoles una sorpresiva entrevista con un ex enemigo, el senador Jesse Helms.

"Es un caballero", comentó Castañeda al término del encuentro con Helms, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado. "Fue un excelente punto de partida y estableció las bases" para una nueva relación con el comité y el senador, agregó.

Para los políticos estadunidenses, indicaron varias fuentes en esta capital, el nuevo perfil de México en el ámbito internacional es en algunos lugares bien recibido (como en torno a Colombia), pero en otros, preocupante (como el caso de Cuba).

La agenda bilateral

La tarea principal de la visita fue diseñar el programa de la reunión que los presidentes de México y Estados Unidos sostendrán el 16 de febrero en Guanajuato. La delegación mexicana llegó con iniciativas específicas sobre las que los mandatarios podrían enfocarse durante ese encuentro, pero sus contrapartes estadunidenses deseaban definir ese acto como algo más simbólico.

"Los estadunidenses están interesados en proyectar la imagen de la reunión como el mensaje, mientras los mexicanos prefieren que el mensaje de la reunión sea un impulso hacia logros concretos", comentó Castañeda. De hecho, según fuentes del nuevo gobierno de Bush, la visita del nuevo jefe de la Casa Blanca a México no es una visita "de Estado", sino algo cuyo objetivo es establecer una relación personal entre ambos presidentes.

El canciller Castañeda intentó establecer ante el gobierno estadunidense que, a diferencia del pasado reciente, "México tiene una agenda con brújula" en sus relaciones con Estados Unidos. Por lo tanto, el gobierno mexicano presentó una serie de propuestas sobre asuntos fronterizos, comerciales, migratorios y antidrogas.

En una conferencia de prensa conjunta del secretario de Estado, Colin Powell, y Castañeda señalaron la víspera que un tema que abordaron y que estará en la agenda de Fox y Bush es la violencia en la frontera. Al respecto, Castañeda destacó que allí la situación es "intolerable", ya que "demasiados mexicanos están muriendo en la frontera".

Powell dijo compartir esta preocupación, y añadió que ambos gobiernos deben "hacer todo lo posible" para enfrentar el problema. "Tenemos que trabajar en cooperación para proteger esta región, controlar el flujo de gente a través de esa frontera, y utilizar actividades de policía o cualquier otra cosa apropiada para no permitir que exista este tipo de violencia, y que estas condiciones causen devastación a las vidas de la gente que intenta ingresar a EU".

Powell agregó que "lo que se tiene que lograr para resolver el problema es continuar ayudando a hacer crecer la economía mexicana para crear empleos, para que ese imán no exista sólo en EU, sino también en México", y señaló que su gobierno confía en que las políticas promovidas por Fox ayudarán a lograr ese objetivo.

Sobre el conflictivo tema de la certificación antidrogas, Castañeda reafirmó el rechazo pleno de México a este proceso unilateral que sólo genera "obstáculos" a una mejor relación bilateral. De hecho, este asunto podría ser uno de los más complic POWELL_SANCTIONS ados en el manejo de la relación en los próximos días, no porque exista un peligro de que México sea descertificado, sino porque México y varios políticos estadunidenses desean anular ese mecanismo.

Ayer se presentó formalmente en el Senado un proyecto de ley para suspender el proceso de certificación durante dos años. La iniciativa fue promovida por los senadores Christopher Dodd, Chuck Hagel y Ernest Hollings, y también prestó su apoyo el influyente republicano John McCain. Pero aunque existe la intención de lograr la aprobación de esta propuesta antes de la reunión Bush-Fox, se considera improbable.

En su conferencia de prensa del martes, Castañeda y Powell informaron que además de abordar los temas bilaterales de la inmigración, los esfuerzos antinarcóticos, asuntos fronterizos y política comercial, también discutieron asuntos de índole regional o multilateral, como el conflicto en Colombia, la política hacia Cuba, y la próxima Cumbre de las Américas.

México, interlocutor internacional

Castañeda buscó enfatizar que la política exterior del gobierno de Fox estará basada en la diplomacia activista. "México tiene la intención de tomar un papel mucho más activo, una posición más explícita, en defensa de la democracia y los derechos humanos", afirmó en un foro organizado por la Brookings Institution, el Carnegie Endowment y el Diálogo Interamericano. Al indicar que el presidente Vicente Fox ha dicho que "México ya no tiene nada por lo cual avergonzarse" internamente en torno a estos rubros, Castañeda subrayó que ahora México puede asumir este nuevo papel.

Aunque se destacaron asuntos en los que ambas partes están de acuerdo -desde la cooperación económica hasta la lucha antidrogas-, los dos gobiernos también marcaron algunas diferencias. Entre ellas, Castañeda reiteró la posición de pleno rechazo del proceso de certificación, así como diferencias en las políticas hacia Cuba.

Por ejemplo, en la conferencia de prensa con Powell, Castañeda reiteró que la política de Fox es "fortalecer los vínculos de índole económicos, financieros y turísticos con Cuba, porque creemos -y sobre esto no necesariamente estamos en acuerdo (con EU)- que ese es el tipo de relación que conduce a lograr la plena reincorporación de Cuba a los esquemas hemisféricos que existen". Con todo, señaló que también se promoverá la política de defensa de derechos humanos y democracia "en todas partes".

Por su lado, Powell reiteró la posición estadunidense de que en "Cuba se vive bajo una forma de gobierno que debería ser, en estos días, ajeno a este hemisferio".

Persiste la luna de miel

En una ciudad donde la imagen es a veces igual de importante que la sustancia, la "luna de miel" de la que goza el gobierno de Fox quedó de manifiesto otra vez con la cobertura de prensa a la gira del canciller y la decisión de Powell de ofrecer su primera conferencia de prensa en el Departamento de Estado junto con Castañeda. Tal vez la imagen más notable fue la del intelectual de "izquierda", crítico de políticas y acciones estadunidenses en el mundo -en las que estuvo involucrado directamente Powell-, hombro a hombro con el ex general.

Powell subrayó que la decisión de Bush de realizar su primer viaje al exterior al vecino del sur "es prueba poderosa del lugar especial que ocupa México en nuestras prioridades nacionales".

En los encuentros de las últimas 48 horas, Castañeda fue recibido -como se esperaba- con elogios por su presentación y disposición a dialogar. "Hay una enorme buena voluntad hacia Fox y su gobierno", dijo un funcionario estadunidense al explicar este fenómeno.

Otros políticos señalaron que aunque las primeras reseñas son positivas, la prueba para el nuevo gobierno es qué tanto puede lograr antes de que se acabe la luna de miel. Otra fuente con amplio conocimiento de la dinámica política y que trabaja con el sector privado consideró que el gobierno de Fox debe ser aun más activo al definir y detallar sus políticas en público antes de la reunión con Bush, el 16 de febrero. Para esta fuente, en esta capital aún existe la preocupación, porque se han presentado propuestas e intenciones ambiciosas por gente del nuevo gobierno como Castañeda, pero está por comprobarse si son viables en el contexto bilateral actual.