JUEVES Ť 1Ɔ Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Plantea emprender a futuro acciones conjuntas a favor de la paz y humanitarias
Buscará EU fortalecer la cooperación militar con México para enfrentar posibles amenazas
Ť Un documento vigente sobre seguridad nacional de Clinton señala la necesidad de combatir conjuntamente narcotráfico, contrabando de armas y migración ilegal
JESUS ARANDA ENVIADO
Washington, 31 de enero. El gobierno de Estados Unidos impulsará el fortalecimiento de la cooperación bilateral con México para identificar "posibles amenazas" a las dos naciones, y así estar en condiciones de "responder a éstas" con organización, fuerzas de apoyo y capacitación. Para esto, se plantea emprender a futuro operaciones conjuntas de mantenimiento de paz y humanitarias, a fin de aliviar desastres naturales y tomar medidas de seguridad regionales.
De acuerdo con el Informe sobre Seguridad Nacional elaborado a fines del año pasado por el entonces presidente William Clinton -que estará vigente en tanto el presidente George Bush elabora una nueva política en la materia-, un factor fundamental para concretar este propósito será la realización de la Reunión de Ministerios de Defensa en Río de Janeiro, Brasil (2002), así como el desarrollo de consultas bilaterales con los países de la región.
Primero, ganar confianza
De acuerdo con fuentes gubernamentales estadunidenses, si bien existe un gran interés por integrar a México en las acciones señaladas -particularmente en las operaciones de mantenimiento de paz y la colaboración en casos de desastres naturales-, el gobierno de Estados Unidos tiene la certeza de que a México "no se le debe presionar" para que modifique su "tradicional política de desconfianza" hacia su vecino del norte.
Las fuentes confiaron que la nueva administración está a la espera del próximo encuentro entre los presidentes Vicente Fox y George Bush para despejar sus dudas sobre las intenciones reales del mandatario mexicano de participar en misiones de paz en el extranjero.
Al respecto, reconocieron que antes de pensar en un mayor acercamiento entre los ejércitos de las dos naciones, la parte estadunidense deberá continuar con sus esfuerzos para "ganarse la confianza" de los militares mexicanos.
"El problema es que todavía existe la sospecha en las naciones latinoamericanas -particularmente en México- de que Estados Unidos trata de controlar a sus ejércitos, aunque no hay nada de eso", aseguró un funcionario especializado en materia de seguridad y cuestiones militares.
De acuerdo con el plan estadunidense de seguridad nacional, "Estados Unidos no tiene intenciones militares agresivas. Las amenazas comunes que enfrentamos son el narcotráfico, tráfico de armas y migración ilegal, además de establecer la colaboración entre los ejércitos del área para atender a víctimas de desastres".
Paradójicamente, dicho proyecto plantea que una vez superada la llamada guerra fría, la escasa probabilidad de que se presenten conflictos fronterizos que afecten la seguridad regional y subregional de nuestras naciones y el creciente "liderazgo civil" sobre las fuerzas armadas, se están dando las condiciones para que los militares participen en otro tipo de misiones de manera conjunta, particularmente para combatir al narcotráfico, el tráfico ilegal de armas y con esto sentar las bases para la integración de misiones para mantener la paz.
Este propósito va más allá y pretende llegar incluso a que los ejércitos del área participen con los estadunidenses en acciones de "interoperatividad", a pesar de la abismal diferencia que hay entre el número de efectivos y el equipamiento tecnológico que existe entre Estados Unidos y el resto de las naciones.
En el caso concreto de México, los funcionarios explicaron que el reciente sismo ocurrido en El Salvador y los desastres naturales de Centroamérica en los últimos años revelan la necesidad de que mexicanos y estadunidenses actúen conjuntamente para ayudar a las víctimas.
La idea es que este tipo de acciones fomenten la confianza mutua, indicaron.
Según funcionarios consultados, el gobierno de Estados Unidos no considera que la cuestión tecnológica sea un problema, razón por la que desde la celebración de la primera Reunión de Ministros de Defensa del continente, celebrada en Williamsburg -a la que por cierto, México acude sólo como observador-, la administración Clinton optó por impulsar el acercamiento con civiles y militares de los países latinoamericanos a través de instituciones educativas, como la Universidad del Ejército o el Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa.
Plantea liderazgo civil
Asimismo, el plan de seguridad establece como una meta prioritaria fomentar el liderazgo "civil" en las naciones de América Latina, en donde prácticamente México es uno de los pocos países que mantienen a un militar como ministro de la defensa, además de contar con dos dependencias -secretarías de la Defensa y de Marina-, en lugar de tener un titular de las fuerzas armadas civil -como en Estados Unidos desde su vida independiente y en la mayoría de los países del área.
También pretende fomentar y fortalecer la iniciativa y organizaciones de seguridad regionales y subregionales; la resolución pacífica de las disputas fronterizas; la solución pacífica de conflictos multilaterales. Y, por otra parte, impulsar la colaboración contra las amenazas "trasnacionales" y problemas colectivos como son narcotráfico, terrorismo y desastres naturales.
"Temas que tradicionalmente no eran militares, pero que ante la necesidad de responder a las amenazas trasnacionales, no queda más que aceptar que no hemos hecho las cosas eficazmente", reconoce el documento.
La parte estadunidense señala que la búsqueda de cooperación en los términos de la guerra fría "se ha acabado", y deben analizarse cuestiones como el hecho de que la mayor agrupación del continente, la Organización de Estados Americanos (OEA), no ha participado en la resolución de conflictos regionales -como los problemas transfronterizos entre Perú y Ecuador o los problemas de Haití.
Así las cosas, además de revisar la política de seguridad a nivel continental, el gobierno de Estados Unidos propone el desarrollo de peritos civiles en cuestiones de defensa, que ayuden también a impulsar la "modernización" de las fuerzas armadas de los países de la región, así como la participación creciente de los ejércitos latinoamericanos para atacar problemas "comunes" y con la participación de fuerzas de mantenimiento de paz. Según los funcionarios consultados, el papel que asuma México será fundamental en la consecución de los objetivos de seguridad nacional de Estados Unidos.