jueves ŤŤ febrero Ť 2001

Octavio Rodríguez Araujo

Intransigencia, Ƒde quién?

Jorge G. Castañeda, secretario de Relaciones Exteriores, dijo en Estados Unidos que el subcomandante Marcos es "intransigente" al condicionar el inicio del diálogo para la paz en Chiapas al cumplimiento previo de las demandas zapatistas (CNI en línea, 30/01/01).

Parece mentira que viniendo de la izquierda comunista y después de haber escrito un libro sobre esta corriente en América Latina, Castañeda no entienda lo que está pasando o se ofusque por la ambigua política de Vicente Fox sobre el tema. Es evidente que pasa por alto que las condiciones zapatistas para iniciar el diálogo no significan otra cosa sino señales que distingan al gobierno de Fox del de su antecesor, y no la satisfacción de sus demandas, que son muchas más y están consideradas en las dos primeras Declaraciones de la selva Lacandona.

Parte de la política de Zedillo contra el EZLN fue precisamente meter al Ejército nacional (so pretexto de que era coadyuvante de la Procuraduría General de la República) en todos los lugares donde presumiblemente podrían estar los dirigentes zapatistas con órdenes de aprehensión antes de que se dictara la Ley para el Diálogo, la Conciliación y la Paz Digna en Chiapas. Ese fue el pretexto, pero el Ejército se quedó ahí a pesar de la ley y hasta hace poco que, por órdenes de Fox, ha ido replegándose de algunas zonas consideradas zapatistas, de cuatro para ser exactos.

Si Fox no atiende esta demanda, que no contempla los más de 250 puestos militares en Chiapas, sino sólo siete, estaría avalando y suscribiendo la estrategia de Zedillo en su fracasada (aunque dañina) guerra de contrainsurgencia. El EZLN, obviamente, no está pidiendo que el Ejército nacional se retire de Chiapas, sino sólo de siete posiciones emblemáticas para los zapatistas y como una señal (de tres) de que de veras Fox quiere dialogar con ellos y no está mintiendo como su antecesor. En mi interpretación, lo que el EZLN está haciendo es poner a prueba, con tres demandas-señales mínimas y atendibles, la voluntad del Presidente para dialogar y para distinguirse, siquiera en este asunto, del anterior. Así de simple.

La otra señal que pide el EZLN es que los zapatistas presos durante el gobierno de Zedillo en su guerra contra "los que se inconformaron", sean liberados, pues se presume que están encarcelados por razones políticas y no por delitos del fuero común. Estudiar los casos de estos presos y liberar a los que por razones políticas fueron encarcelados, no sería sino un acto de justicia de un gobierno que ha dicho hasta la saciedad que en su periodo no habrá actos de impunidad cometidos en el pasado, en el presente o en el futuro, y que se respetarán escrupulosamente los derechos humanos. ƑEs intransigente demandar justicia y rectificación de las arbitrariedades jurídicas cometidas por otro gobierno?

La tercera señal ya se ha dado, aunque sea parcialmente, al enviar el Ejecutivo al Senado la iniciativa de la Cocopa sobre los derechos y cultura indígenas. El presupuesto del EZLN, aquí también, es que fue Zedillo quien no quiso aceptar esa propuesta de reformas legales ni los acuerdos que su gobierno firmó con los zapatistas en San Andrés.

ƑQué es lo que no puede cumplir Fox para sentarse a dialogar con el EZLN? Las nuevas posiciones del Ejército nacional no significan que éste se salga de Chiapas y deje de cumplir sus funciones, sino sólo rectificar la política militarista y contrainsurgente de un gobierno autoritario, inepto y sin palabra. La libertad de presos políticos ni siquiera debería ser demandada, sino una consecuencia lógica de un gobierno que se dice democrático y respetuoso de las libertades y los derechos ciudadanos. Revivir los acuerdos de San Andrés y reconocer los derechos y la cultura de los indios de México (y no sólo de los zapatistas) es algo que el país les debe desde hace más de 500 años, no una demanda intransigente.

Todos entendimos durante la campaña foxista a la Presidencia, que si bien no habría cambios sustanciales en materia económica, sí los habría en lo político. Todos entendimos, porque así lo dijo Fox antes y el día de su toma de posesión, que su gobierno sería diferente al de su antecesor. Y así quisimos verlo cuando en lugar de hablar de "los que se inconformaron" o de "los transgresores de la ley", llamó a los zapatistas por su nombre y reconoció al EZLN como tal y no como un grupo de delincuentes. Sin embargo, quizá porque ya se olvidó de los deslindes que quiso establecer del gobierno anterior hace todavía unas semanas, ahora habla de Sebastián Guillén y no del subcomandante Marcos, igual que Zedillo y Labastida. ƑAl rato buscará en los archivos de la PGR o de inteligencia militar los nombres de los comandantes Tacho, David, etcétera, con quienes además de Marcos tendrá que dialogar Luis H. Alvarez y su equipo y quizá llegar a acuerdos? Si se alcanzan acuerdos, Ƒse les pedirá que firmen como ciudadanos comunes o con el nombre adoptado como dirigentes del EZLN? ƑEl siguiente paso sería solicitar a López Obrador que el Museo León Trotski se llame Lev Davidovich Bronstein? ƑQuiénes son los intransigentes?