JUEVES Ť 1Ɔ Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Ante intelectuales, el ministro del ramo aseveró que ''Cuba vive nuevos tiempos''
Nunca como hoy la cultura interesa tanto a Fidel Castro, dice Prieto
Ť Los prejuicios que tuvimos sufren en la actualidad un retroceso total, asegura el funcionario
Ť Casa de las Américas es una institución con esquema comercial que no se prostituye, indica
RENATO RAVELO ENVIADO
La Habana. El tema de la cultura en Cuba, para Fidel Castro, nunca como hoy tiene un interés tan marcado, asegura el ministro del ramo Abel Prieto.
Ante el jurado de los premios Casa de la Américas, presentes en esta versión 42, habló uno de los funcionarios más jóvenes del gobierno de la isla. Escritor y promotor cultural, Prieto ejemplificó los ''nuevos tiempos" del país, con una serie de acontecimientos recientes. Uno fue la inauguración de la estatua de John Lennon, en el aniversario de la muerte del intérprete: ''Cuando vi a Fidel y a Silvio Rodríguez quitando la sábana y saliendo de atrás, Lennon sentado en una extraña paz, me pareció un día misterioso, estaba lloviendo y se paró el agua. Ya la gente le pone flores, promesas, hacen brujería".
Ulises, de Joyce, para los cubanos
Intelectuales de todo el continente escucharon la narración del otro signo cultural por parte del ministro de Cultura: ''Un país en crisis, mucha gente joven, y el último sabado del milenio se presentó la traducción cubana del Ulises, en la versión de José María Valverde. Medio millón de ejemplares pagados con divisas para que los cubanos tengan la obra de Joyce".
El pasado 25 de diciembre, continuó Prieto, se efectuó una mesa redonda por los dos canales de televisión, con representantes de todas las religiones practicadas en Cuba. Lo mismo una monja católica, que un pastor protestante, alguien de la comunidad hebrea y del culto abakua, ''fue como una señal de que eso de la Revolución cubana está como en una forma mucho más plural, más amplia, en todos sentidos. Es un gran momento para los intelectuales, el proceso de Elián los unió mucho. Los artistas presionaron para estar en las tribunas".
El cuarto signo es la celebración del 1 de enero, pues ''había 93 sitios en La Habana con opciones culturales y conciertos masivos en todo el país, pero particularmente la ciudad fue especial con los Van Van, Amaury Pérez, Alberto Alvarez, grupos de rap y rock mezclados con la salsa. Todo en un clima de alegría, de fundación. Los prejuicios culturales que tuvimos, creo, están en bancarrota, en retroceso total. En todos estos años la Casa de las Américas ha tenido una notable presencia, el premio entregado a Raúl Hernández y a Sergio Ramírez. La presencia de Soyinka fue excelente. Es un ejemplo de cómo una institución puede convivir con el esquema comercial sin prostituirse. Progreso y resistencia cultural".
Acumular cosas, modelo injusto
-ƑCómo explica ese interés de Fidel Castro por la cultura, no resulta sospechoso?
-Esto tiene que ver con el congreso de noviembre de 1998. La esencia de ese encuentro preocupaba por la penetración de los modelos culturales yanquis que impregnaban la imagen de las ciudades con películas, videos, esos yuppies neocapitalistas nuestros estaban repitiendo esos códigos.
''No tenía una connotación chovinista el congreso, nadie defendió la idea de encerrarnos en un caparazón, sino la necesidad de defender por una parte la identidad del país y por la otra el verdadero acceso de la población a la cultura universal.
''Me parece que Fidel se empezó a interesar en montar un gran programa a partir de ese congreso en el que lo mismo se habló de los prejuicios raciales, que del crecimiento marginal.
''El se dio cuenta de que realmente era necesario un apoyo directo a los esfuerzos de las instituciones. Esto no es de un modo instrumental, pues significaría que Fidel lo utiliza como una forma de política directa. Se vincula con la política, pero de manera estratégica con la idea de Martí, es decir, ser cultos como único modo de ser libres, pues si no se tienen referencias culturales claras hay manipulación. Tiene que ver, con lo que dice Fidel, el componente de calidad de vida.
''Creo que hay dos soportes, uno tiene que ver con la relación entre cultura y libertad, y la idea de cultura y calidad de vida. Fidel decía que si en el siglo XX el automóvil fue el objeto que se masificó, en el siglo XXI se debería masificar la cultura. Así, sencillamente el modelo de felicidad como la acumulación de cosas es un modelo injusto.
''La idea es que se debe buscar condiciones dignas para toda la población. No es un uso instrumental, el hecho de que Fidel quiera que ahora empecemos a cantar a la Revolución, sino tiene que ver con los grandes objetivos políticos y de resistencia.
''La cultura como una forma de resistencia, como un componente de calidad de vida."