El Consejo Nacional para la Prevención y Control del Sida (Conasida) fue creado el 24 de agosto de 1988, como un órgano desconcentrado, entendido este de conformidad con el Reglamento Interior de la Secretaría de Salud (Ssa) como un órgano administrativo a cargo de un titular, con facultades genéricas como son programar, dirigir, controlar y evaluar su funcionamiento, entre otros, pero que a diferencia de los centralizados le caracteriza la facultad de ejercer desconcentradamente su presupuesto autorizado, con el debido registro de sus operaciones contables de ingresos y egresos. Como órgano desconcentrado de la Ssa, el Conasida depende directamente de la Subsecretaría de Prevención y Protección de la Salud y cuenta para su operación con 22 mandos medios y 160 personas de base.
Por otro lado, el Decreto de Creación señala en sus artículos tercero y cuarto: "que para el cumplimiento de sus atribuciones el órgano contará con: I.- El Consejo de Conasida, integrado por vocales representantes de las dependencias de la Administración Pública Centralizada que sean invitados por el Secretario de Salud, quien lo presidirá, así como representantes del IMSS, ISSSTE, INN e INSP". Este Consejo se ha reunido periódicamente y del personal del Conasida sólo forma parte la Dirección General como Coordinadora General de este Consejo, el cual seguirá operando de la misma manera.
Desde 1988 se le ha denominado Consejo tanto al cuerpo colegiado encargado de la coordinación y consulta sectorial como al órgano desconcentrado de la Ssa encargado de operar el Programa Nacional de Prevención y Control del VIH/sida, lo cual ha dado pie a confusiones sobre las estructura y atribuciones de ambas instancias.
En los últimos años se han realizado diversas reestructuraciones de la Ssa en el marco de la descentralización lo que ha generado cambio de nombres y ubicación y la creación de diversos órganos desconcentrados y unidades administrativas.
La Dirección General de Asuntos Jurídicos de la Ssa sugirió en este año la actualización y homogeneización de las denominaciones de las unidades administrativas y órganos desconcentrados de la Ssa. En este marco se propuso que el Consejo Nacional para la Prevención y Control del VIH/Sida e ITS, como órgano desconcentrado cambiara su nombre a Centro Nacional de Prevención y Control del VIH/Sida e ITS, con el objeto de diferenciar los " Consejos" que son las instancias de coordinación y de consulta, y que por definición no forman parte de una estructura operativa de la Ssa; así como para diferenciar las unidades administrativas que se encuentran centralizadas (Dirección General de Salud Reproductiva, Dirección General de Promoción de la Salud, Dirección General de Salud Ambiental) de los órganos desconcentrados como el Consejo para la Prevención y Control del VIH/Sida e ITS.
Con el afán de homogeneizar la terminología utilizada en la Ssa todos los órganos desconcentrados serán denominados "Centro Nacional", por lo que el Consejo Nacional de Vacunación se denominará Centro Nacional de Salud del Niño y del Adolescente, la Coordinación de Vigilancia Epidemiológica se denominará Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica o el Consejo Nacional de Prevención de Accidentes, Centro Nacional de Prevención de Accidentes.
Cabe aclarar que el Centro Nacional de Prevención y Control de VIH/Sida e ITS (Conasida), contará con las mismas facultades, atribuciones y compromisos nacionales que a la fecha ha venido desarrollando y se apoyará en el "Consejo" del Conasida que es presidido por el C. Secretario y otros mecanismos federales para fortalecer la coordinación sectorial y extrasectorial. La oficialización del cambio de nombre irá acompañado de un proceso jurídico gradual que se realizará en el transcurso de este año y que no incluye la disminución de atribuciones o de su función rectora.
En congruencia con las líneas estratégicas del sector salud que señalan la necesidad de alcanzar la federalización efectiva de la salud, y en el marco de la descentralización de los servicios que ya se ha iniciado, la instalación de los Consejos Estatales de VIH/sida (Coesidas), compete a los gobiernos de los estados, y están dirigidos a coordinar el trabajo de prevención y control que realizan los sectores público, social y privado, así como de garantizar el fortalecimiento de un programa hacia el interior de los servicios estatales de salud, iniciándose su instalación desde 1987.
A partir de 1997 se le autorizó una estructura al Conasida, integrándose al organigrama de la Ssa, definiéndose como un programa prioritario de esta Secretaría y se estableció la necesidad de que todas las entidades federativas contaran con un Programa Operativo dentro de la estructura de los Servicios Estatales de Salud, además de contar con su cuerpo colegiado estatal de consulta y coordinación; focalizándose gran parte de los esfuerzos a promover una respuesta estatal adecuada a la epidemia.
Como resultado de estas medidas, en el año 2000 todas las entidades del país contaban con un programa de VIH/sida funcionando con presupuesto específico, lográndose un incremento de 53 veces en el presupuesto estatal asignado en comparación con 1997. Para el año 2000 ya existían 61 servicios especializados en todo el país y se habían certificado laboratorios básicos de apoyo en los 32 estados. Para homogeneizar los criterios en la atención se han elaborado guías para la atención médica, domiciliaria, psicológica, de enfermería y para el manejo de la mujer embarazada infectada, así como normas que han sido actualizadas permanentemente por expertos en el área. Asimismo, para el fortalecimiento institucional de los programas estatales se realizaron diversos talleres de gestión y planeación estratégica, así como un Diplomado en coordinación con el INSP que inició en el 2000, con lo cual se apoyó a personal clave de 27 entidades.
En México existen 300 organizaciones con trabajo en VIH/sida/ITS, las cuales tienen un papel fundamental en la lucha contra esta epidemia. Actualmente se cuenta con espacios de coordinación e interlocución con los diferentes representantes de la sociedad civil en el nivel federal y estatal, lo cual ha favorecido el trabajo conjunto, el consenso y una mayor participación de la comunidad.
Los avances alcanzados a la fecha no son el resultado de una sola administración, han sido el resultado del compromiso y esfuerzo de todas las autoridades y responsables de estos programas en el nivel estatal y federal y de la presión y participación activa de las organizaciones civiles. Lo que es innegable es que en los últimos años el Conasida y los Programas Estatales han sido fortalecidos y seguirán fortaleciéndose.
Las instancias de coordinación en los estados han sido y seguirán siendo los Grupos Multisectoriales, Consejos Estatales o los Comités creados para este fin (Coesidas, Coplade y CEVE's). Pero ninguna de estas instancias puede asumir las funciones de un Programa Operativo o rector de la federación o de los estados.
Es importante reconocer que todavía existen múltiples retos en esta lucha. El grado de avance de los programas y servicios no es homogéneo en todas las entidades federativas y un reto para esta administración es el mejorar la equidad y calidad de los mismos. Asesorar, capacitar, supervisar y evaluar el desempeño de los programas estatales seguirán siendo actividades sustantivas del Centro Nacional de Prevención y Control del VIH/Sida e ITS (Conasida).
Por último, cabe señalar que la reestructuración impulsada actualmente se verá reflejada con resultados en el control de la epidemia, lo cual no podemos lograr sin la participación comprometida de la Federación, las entidades federativas y las comunidades con base en las responsabilidades y atribuciones que cada uno tiene independientemente de la denominación.