ENTREVISTA
Luis H. Alvarez
Con un esfuerzo, la paz estará a la vista
LUIS HERNANDEZ NAVARRO
Optimista, Luis H. Alvarez coincide con el subcomandante Marcos en que la paz puede alcanzarse si se hace un esfuerzo.
En entrevista con La Jornada, don Luis asegura que Fox recibió un mandato el 2 de julio, que lo obliga a hacer todos los esfuerzos posibles por alcanzar la paz.
El comisionado para la paz del gobierno de Vicente Fox insiste en la necesidad de establecer un canal de comunicación discreto, no necesariamente personal, con el EZLN, para tratar las cuestiones pendientes de solución de las tres demandas zapatistas fijadas para restablecer el diálogo.
El dirigente histórico del PAN señala que la única preocupación del gobierno de Vicente Fox con la marcha zapatista es que se realicen acciones que pongan en riesgo no sólo la vida de los rebeldes sino el orden público. Sobre las manifestaciones en contra de la caravana hechas por militantes de su partido asegura que se trata, tan sólo, de opiniones personales.
Declina opinar sobre las críticas a la falta de estrategia gubernamental hechas por anteriores comisionados de paz, y señala que antes de buscar una mediación internacional se requiere de un esfuerzo para que el conflicto se resuelva entre mexicanos.
A continuación, la entrevista completa.
-¿En qué momento se encuentran las relaciones entre el gobierno y el EZLN?
-El gobierno federal ha reiterado, no sólo con hechos sino también con pronunciamientos públicos, su abierta disposición para abrir todo tipo de vías que conduzcan a la consecución de la paz, a través de las acciones que sea necesario instrumentar.
-El EZLN señaló desde el 2 de diciembre que lo reconocería como interlocutor válido tan pronto se cumplieran las tres condiciones que fijó. Esto no ha sucedido. ¿Por qué entonces la insistencia en una reunión discreta con ellos?
-Para la instrumentación de otras medidas, incluidas aquellas que han sido solicitadas públicamente por el EZLN, se requiere que se evite cualquier obstáculo, cualquier incidente que pudiese poner en peligro la consecución de esos propósitos. Ha sido clara la actitud del presidente Fox de ir adelante, pero ha habido por allí algunas situaciones que pudieran haber puesto en dificultad la instrumentación de estas medidas. Queremos que se tomen las precauciones que sean necesarias para poder continuar con la consecución de los propósitos.
-Después de las negociaciones entre Zedillo y los zapatistas entre mayo y diciembre de 1996, ellos señalaron públicamente que no harían más negociaciones en privado con el gobierno. ¿Por qué supone usted que hoy sí estarían dispuestos a hacerlo?
-No necesariamente. Lo que yo estoy sugiriendo es que haya un intercambio de opiniones. Tan es así que ha sido pública mi intención de establecer canales, y no necesariamente personales. Ahora que la Permanente tomó un punto de acuerdo en la que reconoce el valor y el importante papel que puede volver a desempeñar la Cocopa, por ahí pudiera haber el conducto necesario para que se establezcan las bases que permitan seguir adelante.
-¿Esto no puede hacerse sin esas reuniones?
-Yo quisiera encontrar un conducto que pudiese llevar aquellas dudas que pudiesen existir, aquellos posibles obstáculos que limitaran esa acción, pero no he encontrado el canal. No estoy hablando de un contacto personal directo sino de una relación en la que se puedan plantear algunas inquietudes.
-¿Por qué si el 2 de diciembre el presidente Fox señaló que cumpliría las 3 condiciones establecidas por el EZLN para reanudar el diálogo ahora se señala que se tiene que hacer el encuentro con los zapatistas? ¿No será esto una condición nueva por parte de ustedes?
-Me permito citar un solo dato: cuando ya el Ejército había anunciado su retiro de una de las posiciones, cuando de hecho ya estaban abandonando el predio, hubo por ahí algún tipo de provocación en el que participaron mujeres y niños. Por fortuna los soldados reaccionaron con suma prudencia, con sumo cuidado. Si se repite una acción como esa pudiese estar en peligro la instrumentación del retiro de las que restan.
-Pero eso no sucedió en Roberto Barrios...
-Porque no lo anunciamos. Lo anunciamos cuando ya se había instrumentado.
-¿Qué le preocupa al gobierno federal sobre la marcha zapatista?
-La única preocupación es que pudiese haber alguna intención de gentes ?por supuesto no identificadas? que pretendieran instrumentar alguna acción que pusiese en peligro no sólo la vida de los zapatistas sino de trastornar el orden público a lo largo de las comunidades.
-¿No hay preocupaciones de otra naturaleza?
-Por supuesto que no. Es más, también nosotros queríamos ver si el gobierno federal podría contribuir a facilitar el viaje de estas personas.
-Dos ex negociadores de paz han declarado públicamente que el gobierno parece no tener una estrategia para resolver el conflicto.
-Bienvenidos los consejos de todos aquellos que se consideren con la capacidad.
-¿Cree usted que esa observación sobre la falta de estrategia por parte del gobierno federal es justa?
-No quisiera opinar en torno de eso. Ellos en su tiempo llevaron a cabo su labor.
-Militantes importantes de su partido, el PAN, han criticado con mucha energía la marcha de los zapatistas. ¿No le parece que esos comentarios pueden resultar un escollo para el proceso de paz?
-En el PAN ha existido la costumbre de que cada uno de los miembros manifieste sus particulares ideas. Ha habido plena libertad. Eso nada tiene que ver con el propósito expreso de que la palabra empeñada por este gobierno no vaya a cumplirse. No sólo porque lo he expresado, sino porque sentimos que este gobierno recibió un mandato del pueblo, y obliga al Presidente ?que de suyo ya estaba comprometido con ello? a hacer todo lo posible para que haya paz en este país, una paz basada en la justicia. Estamos profundamente insatisfechos con las condiciones que en materia de oportunidades se dan en nuestro país. No se puede seguir tolerando la marginación de que son víctimas millones de mexicanos, particularmente aquellos que se identifican con las comunidades indígenas.
-Como militante distinguido e influyente del PAN ¿qué cree que hay que hacer dentro del partido para que su actitud sea diferente, para avanzar en el proceso de paz?
-No veo que se requiera observar alguna diferencia en el partido. El partido está comprometido en la misma dirección que el presidente Fox.
-¿Y opiniones como la de Diego Fernández o Felipe Calderón?
-Son opiniones muy particulares.
-Ellos son los coordinadores del PAN en el Congreso.
-Son opiniones muy particulares. No puedo pensar en algún partido que se manifieste democrático en el que no hayan expresiones diversas. Me parece, por el otro lado, que quien así lo exija está asumiendo una actitud totalitaria.
-¿Qué va a hacer entonces el gobierno federal para garantizar que la iniciativa de reformas constitucionales presentada por el Ejecutivo ?y que rechazan prominentes panistas? sea aprobada?
-Estamos llevando a cabo una labor de cabildeo con todos los representantes de los partidos políticos que tienen presencia en el Congreso. Somos plenamente respetuosos de la división de poderes. Tal vez todavía haya por ahí la idea de que el Ejecutivo podía imponer su decisión frente al Legislativo. Eso va en contra de lo que el Partido Acción Nacional, y la mayoría de los mexicanos, han pretendido conseguir: que haya una auténtica división de poderes y un respeto entre los mismos.
-Algunos ex comisionados de paz han señalado que, en ocasiones, el problema principal para la negociación ha estado, más que con los zapatistas, dentro del gobierno federal; ¿ha sucedido algo así dentro de sus filas?
-El 2 de julio ocurrió un hecho, así parece reconocerlo el subcomandante Marcos, que marca un cambio en nuestro país. Estamos hablando de un gobierno que surge de una clara manifestación mayoritaria del pueblo de México. Este nuevo gobierno, que surge de una expresión popular incuestionada, no sólo tiene el derecho y el deseo sino la obligación de llevar a cabo aquellos compromisos previamente contraídos. En primer término ?desde mi punto de vista? tiene que ver con tratar de borrar las injusticias que padecen millones de mexicanos.
-¿Significa eso que ustedes asumen que una vez restablecido el diálogo se seguirá adelante con las mesas de negociación que quedaron pendientes?
-Vamos a seguir instrumentando aquellas acciones encaminadas a lograr borrar las situaciones imperantes en Chiapas.
-En junio del año pasado, el hoy canciller, Jorge Castañeda, señaló que para resolver el conflicto en Chiapas hacía falta una mediación internacional. ¿Esta opinión es compartida por usted?
-Yo quisiera que hiciéramos un esfuerzo los mexicanos por lograr, entre nosotros, la consecución de lo que debe ser un objetivo común.
-¿Está usted optimista o pesimista?
-Si no fuera yo optimista tiempo ha que hubiera dejado de participar en esto. Coincido con lo expresado por el subcomandante Marcos: la paz puede establecerse. ¿Por qué no hacer un esfuerzo para aprovechar esta coyuntura para conseguirla?