Ť Tres encuestas de intención de voto le dan ventaja al halcón Ariel Sharon
Barak no ganaría incluso si todos los indecisos acabaran por favorecerlo, aseguran sondeos
Ť La única encuesta válida es la del día de las elecciones, afirma el primer ministro israelí
AFP, AP, DPA Y REUTERS
Jerusalen, 2 de febrero. Tres sondeos de intención de voto publicados este viernes, cuando faltan cuatro días para las elecciones israelíes, revelaron que el primer ministro renunciante, el laborista Ehud Barak, está en una se-ria desventaja frente al líder del partido derechista Likud, Ariel Sharon. Según estas encuestas de opinión, el laborista no podría ganar ni aunque todos los indecisos acabaran por favorecerlo.
"La opinión pública no quiere a Barak. Así de simple", concluyó en un editorial el diario Maariv, quien ya apodó al gobernante "el Napoleón israelí en Waterloo".
Una encuesta del instituto demoscópico Dahaf, publicada por el diario Yedioth Aharonot, vaticina 56 por ciento de los votos para el halcón Sharon, y 35 por ciento para Barak, con 9 por ciento de indecisos.
Otro sondeo realizado por la agencia Ga-llup para el periódico
Maariv pronosticó que 51 por ciento de la votación
será para Sharon, frente a 34 por ciento para Barak con 15 por ciento
de indecisos.
Un tercer estudio del instituto Smith para el Jerusalem
Post indica que Sharon tendrá 50 por ciento de los votos frente
a 30 por ciento para Barak, con 20 por ciento de in-decisos o personas
que afirman que no acudirán a votar.
Así, Barak parece estar repitiendo la historia de su antecesor, Benjamin Netanyahu, del partido derechista Likud, a quien derrotó en elecciones anticipadas, ante la imposibilidad de avanzar en las negociaciones de paz con los palestinos.
Ahora es Sharon quien promete que será prioridad lograr la paz en los territorios ocupados, y hoy declaró: "Ya he hecho antes cosas que a otros les parecían imposibles. Parece que soy bueno en las situaciones frente a las que otros se rinden".
Sin embargo, Sharon es considerado "criminal de guerra" por la Autoridad Nacional Palestina (ANP), por encabezar la Guerra de los Seis Días en 1969 y, según los me-dios de prensa, fue una visita suya a la Explanada de las Mezquitas la que desencadenó la nueva intifada, que comenzó en septiembre pasado.
Cuando asumió el poder, Barak prometió que en un plazo no mayor de 15 meses quedaría listo un acuerdo de paz definitivo, pero en este tiempo, escribió el diario Haaretz, "se dedicó a prometer todo sin ceder nada", la derecha conservadora se convenció de que estaba haciendo demasiadas concesiones a los palestinos.
Los electores de izquierda consideraron que las concesiones no fueron suficientes y, además, se decepcionaron por sus constantes cambios de rumbo, su arrogancia y au-tocracia, y por su aparente incapacidad de frenar las revueltas palestinas que comenzaron en septiembre pasado.
De acuerdo con los sondeos de intención de voto, el mayor número de indecisos o de personas que declararon que se abstendrán de votar el próximo martes son sobre todo pacifistas, árabes-israelíes e inmigrantes de la ex Unión Soviética, sector que en 1999 era considerado el electorado más fuerte del socialdemócrata Barak.
Algunos analistas políticos creen que en este país --en el que normalmente acude 90 por ciento del padrón a votar-- se registrará el próximo día 6 un abstencionismo sin precedente.
Sin embargo, Barak ha dicho que "la única encuesta que vale es la de las elecciones", pero en los últimos días se ha rehusado a sostener más conversaciones con los dirigentes de la ANP .