SABADO Ť 3 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Visita de Vicente Fox; los recursos serán para modernizar la dependencia

Destina el Ejecutivo otros 90 mdp a la JFCA

FABIOLA MARTINEZ Y JUAN MANUEL VENEGAS

Con un incremento presupuestal de 22 por ciento, equivalente a 90 millones de pesos -adicionales a los 400 millones aprobados por el Congreso-, el gobierno federal se comprometió a modernizar a fondo la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), organismo que arrastra serios rezagos, miles de demandas en trámite, escasa capacitación de personal, insuficiente estructura operativa e incluso un deteriorado edificio con orden de desalojo.

"šBienvenido, señor Presidente, a estas precarias instlaciones... Hoy es el parteaguas, el fin del abandono de la JFCA!", exclamó emocionado el secretario del Trabajo y Previsión Social, Carlos Abascal Carranza, ante Vicente Fox, quien dio el "banderazo de salida al proceso de transformación de la junta hacia la excelencia y calidad".

En este mismo tono motivacional, el mandatario se dirigió a los empleados de la JFCA, quienes desde hace más de una década reclaman mayor presupuesto y más personal. A cada promesa correspondió un aplauso y gritos de emoción, así como la sugerencia del "hoy, hoy, hoy" para que se ejecuten de inmediato los cambios.

El presidente Fox dedicó la mayor parte de su discurso a solicitar, en diversas formas, la colaboración de los trabajadores. Fue entonces cuando relató "aquella pequeña historia" de un albañil que veía su trabajo sólo como colocar ladrillos "y realmente le aburría y carecía de toda motivación".

"Otro albañil pensaba que al estar poniendo ladrillos estaba construyendo un edificio que sería hermoso. šPero otro albañil! -agregó emocionado el mandatario- vería más allá; no sólo que estaba construyendo un edificio, sino que estaba construyendo una institución educativa que equiparía a chiquillos y a jóvenes con conocimientos, con elevado nivel educativo, para transformar a su país. Este albañil, ciertamente, llegaba motivado a su trabajo, llegaba a hacer su tarea con calidad y regresaba a casa verdaderamente satisfecho".

Con esa "pequeña historia" se dirigía a los empleados, siempre cargados de trabajo, con insuficiente capacitación y encargados de desahogar casi el triple de trámites respecto a la capacidad de este tribunal laboral. De acuerdo con información oficial, en demandas individuales la JFCA tiene capacidad instalada para atender 36 mil casos por año; sin embargo recibe 50 mil y tiene 90 mil en trámite.

El presidente Fox dijo que una historia semejante a la de los albañiles sucede en este tribunal, porque "el de ustedes no es un trabajo secretarial, no es un trabajo de auxiliar o de funcionario público; es un trabajo y es una entrega para una institución encargada de impartir justicia".

Los trabajadores de la JFCA lo escucharon atentamente, al igual que otras personas que desde hace varios años, como el grupo de empleados despedidos de la General Motors, acuden a interminables diligencias y que esta vez clamaron al Presidente lo que debieran encontrar en un tribunal laboral: justicia pronta y expedita.

"Como señalé por ahí -agregó Fox-, cambiamos la 'V' de la victoria por la 'T' de trabajo. Y hoy en cada rincón del país, cada mexicano y cada mexicana está haciendo su tarea con más calidad, con más entrega, con más entusiasmo y con más motivación".

"La JFCA puede, debe y va a convertirse en una de esas instituciones de excelencia -dijo el Presidente-. El compromiso, al igual que el de todo el gobierno, es hacer más y mejor con lo mismo".

Solicitó también que los empleados de la junta realicen su trabajo con una actitud transparente y honesta "a toda prueba" y que, además, se comprometan a fondo con su actualización y mejoramiento institucional.