SABADO Ť 3 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Publica 20 títulos al año, indica su director
Ser autofinanciable, reto de Casa de las Américas: Fornet
Ť ''Los libros no llegan a los lectores que quisiéramos''
RENATO RAVELO ENVIADO
La Habana. Casa de las Américas tiene clara una cosa: debe ser autofinanciable. Cuenta con recursos, pero carece de experiencia comercial. Ahora que empieza a recuperarse de la crisis del periodo especial, en el que por medio de diversos apoyos se mantiene una producción de 20 títulos al año y se tiene presupuesto mixto, su director Jorge Fornet reconoce que ''si bien la Casa no oculta su filiación con el discurso político de la Revolución, no se trata de una institución gubernamental".
Fornet es cuatro años más joven que esa institución. Nació en 1963, se doctoró en literatura hispánica en El Colegio de México y está al frente -desde 1994- del Centro de Investigaciones Literarias. Es autor, entre otros, de los libros Reescritura de la memoria. Novela femenina y Revolución en México (1994) y La pesadilla de la verdad (1998).
-ƑQué cambios has visto en estos años?
-Cuando se cumplieron cuatro años del premio, en el 99, hubo cierta conciencia de que el galardón había que mantenerlo y tratar de rejuvenecerlo. Sin renunciar a ciertos principios, por ejemplo, se sabe que este no es un premio comercial. Sin embargo nos interesa que sea un reconocimiento ambicioso que incluya la mayor cantidad de géneros posibles, con literatura brasileña, en inglés y francés.
La distribución, problema serio
-ƑA qué responde que en estos géneros se trate de libros ya publicados?
-El sentido no es tanto descubrir autores de esos países, sino descubrirlos para el público de habla hispana. Por otra parte, a partir del año pasado se instituyeron tres premios honoríficos: el José María Arguedas, de narrativa, el Ezequiel Martínez Estrada de ensayo y el José Lezama Lima de poesía. Lo ganaron Sergio Ramírez con Margarita, está linda la mar, novela ganadora, también, del premio Alfaguara. Una argentina lo obtuvo en ensayo y el de poesía se le confirió a un poeta joven que se suicidó, Saúl Hernández Novaro, para no sólo premiar a un gran autor sino que su nombre sea reconocido en otros ámbitos. Se publica y se trata de divulgar el libro.
-ƑCómo es el plan editorial de Casa de las Américas?
-Casa de las Américas creó una editorial desde 1960. Desde entonces se han publicado cerca de 200 títulos de autores clásicos y nuevos, además de que se tiene la obligación de publicar a los ganadores, al año siguiente de su premiación, al grado que se llegaron a publicar las menciones, si bien hoy en día no es posible. Se publican 20 libros anuales.
-En relación con el resto de la industria editorial cubana, Ƒqué porcentaje significa?
-No sabría con exactitud, pero hoy esa industria publica bastante, en comparación con la crisis que se padeció hace seis o siete años. Casa de las Américas no suele imprimir autores cubanos, salvo los que sean premiados. Y llenamos ese vacío de autores latinoamericanos.
-ƑQué tan independiente es Casa de las Américas?
-Desde hace algunos años, en el aspecto jurídico, somos una organización no gubernamental. Una parte de la casa se autosubvenciona en lo relativo a divisas (dólares) y recibe un apoyo estatal en cuanto a pago de salarios. Y aunque está adscrita al Ministerio de Cultura no depende de éste. Si bien la casa no oculta su filiación con el proyecto político de la Revolución, no es una institución del gobierno.
-ƑCuál es su presupuesto?
-Laboran más de cien personas en las areas literarias, una editorial, un departamento de música y de teatro, revistas: hay cinco publicaciones periódicas entre especializadas en teatro, música, una de ellas dedicada al Caribe y una llamada Criterios, que publica traducciones de 12 lenguas diferentes sobre teoría de la cultura. Al mismo tiempo la casa ha crecido en un área comercial y otro centenar de personas trabajan en una red de distribución alrededor del país. No manejo bien la cifra, pero sé que el año pasado se ganó por esta red más de un millón de dólares, pero no quiero engañarte. Son productos culturales.
-ƑQué otras funciones tiene el centro a tu cargo?
-Nos dedicamos por una parte a la investigación de la literatura latinoamericana y, por otra, tiene a su cargo Criterios, prepara una colección de 20 volúmenes, pensada para estudiantes y maestros de literatura. Hay otra colección de centenares de voces, lo mismo de Mario Benedetti que de Neruda, el equivalente a Voz Viva de México.
-En fecha reciente hubo una subasta con resultados relativamente buenos para el mercado del arte: 140 mil dólares, Ƒqué tan conscientes están de la riqueza potencial de acervos y recursos?
-No es fácil la labor de comercialización, porque hay una resistencia. Existe un archivo extraordinario de cartas con verdaderas obras maestras de Cortázar. Por ejemplo, editorial Alfaguara publicó tres tomos, pues aquí están las decenas de cartas, pero eso lo veo como un patrimonio de la institución. La subasta fue con donaciones de cuatro artistas cubanos actuales y la idea funcionó pero no era con el fin de recaudar fondos para Casa de las Américas, sino para un hospital de niños. Hay un problema serio que es el de la distribución de los libros, pues éstos no llegan a los lectores que quisiéramos.
-Tú viviste en México, Ƒcrees que de alguna manera el medio intelectual se hizo indiferente al premio?
-Es una pregunta dificilísima, porque países que son grandes productores de libros como Argentina, envía cada año centenares de trabajos participantes. México con una muy buena producción, con una magnífica literatura no tiene esa presencia. No sé a qué se deba porque es un país con un apoyo inusitado a la cultura en América Latina, creo que sólo Cuba sería comparable. A veces pienso que se trata de implicaciones políticas, pero hay otros países con condiciones adversas.
-ƑRetos?
-Continuar los cambios. Muchos de los que dirigimos la Casa somos menores que ésta, es decir debajo de los 41 años. Seguir ese proceso y lograr esa comercialización que hace unos años era inimaginable: revistas y libros se enviaban de manera gratuita porque creíamos que era nuestro deber. Es poco lo que recibe. La diputación de Sevilla, por ejemplo, apoyó la reconstrucción de nuestra sala de conferencias. Con la universidad de Nayarit editamos la obra de Amado Nervo. No lo buscamos, pero somos conscientes de que debemos ser autofinanciables.