DOMINGO Ť 4 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Riesgo de que se reconstruya el viejo régimen, advierte

Apremia Causa Ciudadana a consolidar la transición

Ť Las organizaciones sociales deben detener nuevas caretas de caudillismo y caciquismos mafiosos, plantea la asociación

JUAN ANTONIO ZUÑIGA

El carácter de la transición dependerá de lo que hagan o dejen de hacer las organizaciones de la sociedad, pues entre más se prolongue este periodo, "más posibilidades habrá para que el viejo régimen se reconstruya, así sea con un disfraz, ya no tricolor, sino blanquiazul", advirtió el coordinador nacional de Causa Ciudadana, Luis González Souza.

En tanto, el presidente de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD), Adalberto Saldaña Harlow, advirtió que un cambio democrático "que no se traduce en un nuevo régimen legal, para renovar y darle un nuevo impulso al cumplimiento de las decisiones del pueblo, no puede tener expectativas de sobrevivencia".

González Souza, quien presentó su primer informe de actividades en la coordinación de la directiva colegiada de la asociación política Causa Ciudadana, evaluó que el 2000 "resultó un año plagado lo mismo de grandes claroscuros que de acontecimientos estremecedores, como las históricas elecciones del 2 de julio". Estimó que tanto el año pasado como este "pasarán a la historia como la fase final, aunque no irreversible, de la tortuosa transición de México a la democracia".

Apremió a avanzar en la transición cultural de México, "porque entre más nos tardemos, crecerán los riesgos de despertar refundidos bajo nuevas caretas del caudillismo, para colmo mesiánico, o bien, de caciquismos ahora abiertamente mafiosos".

También reivindicó el carácter "de cuidadoso cultivo de la diversidad" de esta agrupación política nacional, y consideró conveniente darle continuidad "a la misión multifacética con la cual nació Causa Ciudadana": fomentar ciudadanía, promover una cultura democrática con base en el pluralismo, "construir puentes y consensos entre los sectores más variados y las regiones más alejadas del país", formar opinión pública, y "desarrollar y ejercer el poder de la ciudadanía".

En su informe, Luis González Souza ejerció también la autocrítica, en particular a la dualidad que han ejercido los liderazgos en la propia asociación política. "Por fortuna, desde su nacimiento, e incluso desde el trabajo de gestación, Causa Ciudadana contó con liderazgos de gran fuerza y prestigio, como los de Demetrio Sodi y José Agustín Ortiz Pinchetti, entre otros".

Sin embargo, reconoció que en ausencia de una cultura madura del trabajo en equipo, la fuerza de estos liderazgos también suele generar algunas consecuencias adversas, sin que Causa Ciudadana haya sido la excepción.

"Por ejemplo, a efecto de cubrir a tiempo los requisitos para obtener el registro del Instituto Federal Electoral, de algún modo caímos en la tentación de precipitar afiliaciones por la vía del prestigio personal de sus dirigentes, e incluso a veces por vías no muy distintas a las del corporativismo, en lugar de basarnos en la educación política en torno al ideario de Causa Ciudadana y el convencimiento genuino así resultante".

Sintetizó: "El anteponer la cantidad a la calidad en nuestro crecimiento, lógicamente provocó una tendencia crónica de debilitamiento organizativo", y "déficits de organización y de participación han constituido el principal problema que hemos afrontado durante el último año".

Pero estas fallas han sido frenadas y en cierto modo revertidas, afirmó. Hoy día, puntualizó, "Causa Ciudadana tiene presencia organizada en 26 estados de la República, y en casi 70 ciudades o poblados del país".

A su vez, el presidente de la ANAD, Adalberto Saldaña, expresó que "después de las victorias electorales del 2 de julio, que fueron una virtual revolución política, ahora se requiere la revolución legal, que sirva de nuevo ordenamiento para la revolución de gobierno, que hagan cumplir con las grandes demandas de nuestro tiempo".

El especialista en derecho constitucional puntualizó: "la crisis de los mexicanos no ha sido resuelta", por lo cual "todos debemos comprometernos a dar los pasos siguientes para su solución institucional por medio del derecho. Se deben desmantelar los sistemas informales de poder de la corrupción y hacer valer los sistemas formales públicos; y luego de renovar la ley suprema constitucional, habremos de ejercer la reclamación social para lograr que por fin se cumpla la ley y se rindan cuentas públicamente".