DOMINGO 4 DE FEBRERO DE 2001




Recuento del racismo, la censura, la homofobia y anexas

La intolerancia en los tiempos del cambio

El Enmascarado del Bajío -Ignacio Loyola, gobernador de Querétaro, ya asumió que así será llamado en adelante- pidió la pena de muerte para los zapatistas.
Poco después, el miércoles pasado, el presidente Vicente Fox fue interrogado sobre las voces "de los duros": "No es atribuible a nosotros eso...
Es importante que se sepa que no le voy a tapar la boca a nadie"


Daniela PASTRANA y Arturo CANO* * Ilustraciones: Mauricio GOMEZ MORIN

"No es atribuible a nosotros..."

Deslindes similares se han escuchado desde hace varios años en boca de altos dirigentes del Partido Acción Nacional ("no pueden juzgarnos por unos cuantos alcaldes mochos"; "a mí déjenme las de minifalda"), sobre todo cuando se quejan de "campañas" en su contra en tiempos electorales.

masiosare1a Antes, algunos alcaldes tenían la culpa. Hoy son los gobernadores. O miembros prominentes de la jerarquía católica. O representantes empresariales. El voto útil dirá que se construye un monstruo de la nada. Juzgue el lector la larga lista de declarantes, que va mucho más allá de las voces tradicionales antes consideradas inocuas (Jorge Serrano Limón, presidente nacional de Pro Vida, debe sentir que ahora su voz se pierde en un mar de tinta).

En 1996 el ayuntamiento de León prohibió un baile travesti. El gobernador Vicente Fox fue interrogado al respecto: "Es la decisión del municipio y me parece que hicieron lo correcto. Los actos degenerados no son buenos para la sociedad, y el Estado no tiene por qué promoverlos. Como ciudadanos, ellos (los homosexuales) merecen todo mi respeto. Nadie los va a lastimar o molestar. Pero mi opinión es que es un acto degenerado que va contra la naturaleza" (Triple Jornada, 10 de julio de 2000, a partir de un informe publicado por la revista Proceso en octubre de 1997).

ƑEse Vicente Fox no existe más?

* * *

Un breve repaso a las declaraciones y actos de intolerancia del 2 de julio a la fecha muestra un coctel donde se mezclan racismo, homofobia, clasismo, censura, fundamentalismo religioso y autoritarismo.

ƑAlguien le ha pedido al presidente Vicente Fox que calle a "los duros"?

No. Pero a veces bastan el silencio o la ambigüedad para avalarlos, como sucedió cuando el Congreso de Guanajuato aprobó su ley antiaborto.

En Veracruz, la dirigente de Ancifem, Patricia Fox, propone crear "zonas de intolerancia", como César Coll destruía aparatos televisores para protestar contra el programa Los Simpson. Luego fue alcalde de Guadalajara y prohibió las minifaldas. Es el prototipo del "alcalde mocho", decían algunos en el mismo PAN. Ahora tiene un alto cargo en el gobierno estatal de Jalisco.

En el poder, los intolerantes ya no son los "inofensivos" militantes de Pro Vida con sus pancartas de fetos destrozados. En el poder, lanzan a la fuerza pública contra sexoservidoras y homosexuales, contra indígenas o indigentes, contra todo aquel que parezca "sospechoso".

La alternancia, ya se ve, no hace la vida democrática de un país.

El PAN obtuvo, decía el extinto Carlos Castillo Peraza, una "victoria cultural" que hoy incluye actos de intolerancia en diversas partes del país (algunos avalados por el PRI e incluso por el PRD).

* * *

En 1994, una reportera soltó una palabra a manera de pregunta: "Pro Vida".

Diego Fernández de Cevallos, entonces candidato a la Presidencia de la República, respondió sin vacilar: "Una expresión pasional que no acepto".

Las "expresiones pasionales", ya juzgará el lector, andan desatadas desde el 2 de julio.

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* Con información de archivo y de los corresponsales Alejandro González Anaya, Claudio Bañuelos, David Carrizales y Martín Diego


LA FURIA DE LOS ALCALDES

foto-9 La campaña para "eliminar la escoria de la ciudad", lanzada por el alcalde (panista) de Córdoba, Armando Croda de la Vequia, a principios del 2000, resume las acciones que los presidentes municipales provenientes de Acción Nacional han realizado desde hace varios años en la "región azul" de Veracruz.

Croda se propuso retirar de la vía pública a homosexuales y prostitutas, con el argumento de que diseminaban el virus del sida. Y de paso la emprendió contra indigentes, niños de la calle y vendedores ambulantes.

Los operativos de "limpieza moral" derivaron en enfrentamientos violentos y propiciaron el crecimiento de la extorsión policiaca.

Luego de protestas de muchas organizaciones la campaña se detuvo.

Croda, sin embargo, no ha sido el único.

En el municipio de La Antigua, otro alcalde panista, Carlos Blanco Morales (1998-2000), encabezó la persecución contra activistas de la comunidad homosexual y ordenó razzias de sexoservidores(as). Luego ordenó la prohibición de la Primera Jornada Cultural Gay-Lésbica y más tarde encarceló a Rafael León, representante de ese colectivo.

La cruzada del alcalde (panista) de Orizaba, Angel Escudero, incluyó a las prostitutas y las organizaciones ecologistas.

En medios locales se dice que la actitud represiva del alcalde contribuyó a que su partido perdiera las elecciones en septiembre de 2000.

Persecución en el puerto

El puerto de Veracruz lleva tres alcaldes panistas al hilo. Y las campañas contra la comunidad gay, las sexoservidoras y las personas sin hogar han sido permanentes.

Eugenio Bueno Campo, cantante de Los Flamers, fue el primer panista en el gobierno. Durante su administración se creó la Policía Intermunicipal Veracruz-Boca del Río, cuerpo que se estrenó con operativos nocturnos contra travestis y sexoservidoras, con el fin de crear una zona prohibida a la prostitución y a quienes dan "una mala imagen a la ciudad".

02 Menudearon las denuncias de maltratos, extorsiones y torturas.

El músico-político también prohibió la realización de las Semanas Culturales Lésbico-Gay, aunque tuvo que dar marcha atrás debido a las protestas.

El siguiente alcalde (1998-2000), Francisco Avila, destacado miembro de los Caballeros de Colón y ex presidente de la Coparmex, continuó en la misma línea.

En ese periodo, José Luis Sáenz Escalera, jefe de la policía intermunicipal, encabezó razzias y detenciones ilegales. A las denuncias en su contra, el jefe policiaco respondió que los trabajadores sexuales son "personas con conflictos mentales" y amenazó: "Todo quien no pruebe sus acusaciones, yo mismo lo meto a la cárcel, para que no ande de chismoso ni argüendero" (18 de enero 2001).

En abril de 2000 las razzias se intensificaron tras la muerte de Alberto Huerdo, coordinador de asesores de la Secretaría General de Gobierno estatal, en un motel de puerto cuando presuntamente se encontraba en compañía de un sexoservidor.

En ese marco fue aprehendido y golpeado Juan Carvajal, representante de Claroscuro Gay. Lo acusaron de "corrupción de menores".

En estos días, apenas iniciada su administración, el alcalde José Ramón Gutiérrez Velasco expidió un decreto aprobado por unanimidad por el cabildo (con los votos del PRI y del PRD incluidos) para desalojar por la fuerza a homosexuales, prostitutas e indigentes de algunas zonas.

El escándalo llevó a su colega de Boca del Río, Adrián Avila Estrada, a deslindarse de los operativos.

Sin embargo, el pasado 19 de enero, el edil obtuvo la bendición de Luis Gabriel Cuara Méndez, obispo de Veracruz: "El gobierno tiene la responsabilidad de combatir las perversiones y los males morales que afecten a la sociedad". (Con información de los corresponsales Andrés T. Morales y Oved Contreras)


Intolerancia Jarocha


Jesús RAMIREZ CUEVAS

Puerto de Veracruz, Ver. El color de la intolerancia recorre las calles de esta ciudad que fuera conocida durante décadas por su tolerancia y su vida nocturna bohemia y disipada.

Desde hace dos semanas, decenas de policías vestidos de gris y azul vigilan seis lugares de la ciudad donde el ayuntamiento encabezado por el PAN dispuso prohibir el ejercicio de la prostitución y de la vagancia.

La nueva imagen de Veracruz y el nuevo orden panista ha creado zonas de intolerancia para desaparecer de los ojos del turismo y las "buenas familias" a los homosexuales notorios, a las prostitutas y a quienes no tienen techo.

En el cabildo -incluidos los regidores del PRI y el PRD- se tomó el acuerdo el 11 de enero de "limpiar" el Zócalo de la ciudad, el palacio municipal, el edificio Trigueros, el malecón, el bulevar Manuel Avila Camacho y "lugares colindantes".

A la Policía Intermunicipal Veracruz-Boca del Río (PIVB) -que depende del gobierno del estado- se le ordenó hacer cumplir la medida. Desde los primeros días, los policías realizaron detenciones ilegales y razzias, intimidaron y extorsionaron a trabajadores sexuales. Todos estos actos han sido negados por las autoridades pero fueron confirmados por las víctimas.

Sin importarle las críticas, el alcalde ordenó al jefe de la policía que sus efectivos revisaran a toda persona "sospechosa" por su vestimenta o apariencia, para detectar si eran sexoservidoras o vagos, dejando a la discreción de los policías decidir quiénes debían ser remitidos a la comisarías.

Aunque el clima de persecución ha disminuido, por las denuncias públicas y las protestas de los sexoservidores, la vida nocturna languidece, por el temor que ha generado esta campaña de moralización.

*El PAN mandó parar

Este fin de semana ya no fue de fiesta. Las calles del centro están semidesiertas en la noche. En parejas o en pequeños grupos, los travestis y las prostitutas se atreven a esperar clientes en algunas esquinas lejanas al centro. Patrullas de la PIVB vigilan los lugares prohibidos. Grupos de policías vigilan otras plazas y callejones frecuentados por turistas y familias bien, de donde retiran a los indeseables. La mancha de la intolerancia se extiende más allá de los límites impuestos por las mismas autoridades.

Algunas mujeres de la vida galante se atreven a tomar una copa o un refresco en un extremo de los portales de Lerdo con su ligue, un turista, un marino o un trabajador portuario.

Ahí, Carmen, una niña de 7 años, va de mesa en mesa ofreciendo ramos de flores, mientras algunos grupos de son y música norteña tocan en los portales a los pocos comensales.

El bulevar y el malecón se convirtieron en tierra prohibida para los trabajadores del sexo. Casi nadie se atreve a pisar de noche el paseo costero, por temor a ser detenido. Se extraña el ambiente de fiesta, la bulla, la música y las mujeres y los hombres divirtiéndose. La que fuera considerada "la barra más grande del mundo" es hoy la soledad más larga del Golfo.

En el heroico puerto de Veracruz las autoridades sanitarias tienen registrada la existencia de mil 500 mujeres y 250 hombres que se dedican a la prostitución. La mayoría de ellos y ellas no se atreven hoy a salir. Los que continúan buscando el sustento con el sudor de su cuerpo ofrecen sus servicios en las calles Zaragoza, Díaz Mirón, Flores Magón, Bolívar, Parque Zamora y Abasolo. Las patrullas los vigilan constantemente.

En un salón familiar lleno de hombres y mujeres se detiene una patrulla, desciende un policía y se entrevista con el dueño; va por la mordida para no molestar a los clientes.

Recargado en una esquina, un travesti joven parece triste por falta de clientela. Muy cerca, en el parque Zamora, una decena de trabajadores sexuales se divierten. Con desconfianza Gaby relata que la extorsión de los policías continúa, "sólo que ahora es más difícil, porque no nos dejamos, pero nos presionan y muchas caen".

El Zamora ha sido un lugar tradicional donde trabajan los travestis desde hace años. Ahí cada noche aparece un comandante de la policía quien intenta extorsionar a los sexoservidores. "Algunos aceptan darle dinero a cambio de protección para no ser detenidos, como ocurrió el martes 16 cuando seis patrullas levantaron a 20 trabajadoras sexuales, aunque luego las liberaron", explica Juan Carvajal, de Claroscuro Gay, organización que ha destacado por su defensa de los derechos de la comunidad homosexual del puerto.

En la calle de Abasolo, cantinas y bares están abiertos y la vida parece animada. Aquí es tierra segura, tolerada, y numerosos grupos de mujeres y hombres se ofrecen al mejor postor.

La policía también ha barrido con los indigentes. Algunos, como doña Marta, desafían a la autoridad y pernoctan en el portal del abandonado Hotel Las Diligencias, frente al Zócalo. Sobre la banqueta se ven algunos bultos encobijados.

La mujer explica que ya ha sido detenida varias veces. "La última vez me tuvieron 15 días en la cárcel, pero como no tengo dónde dormir regresé aquí. Soy del norte del estado, allá no hay trabajo. Aquí consigo algo en las bodegas del puerto, pero no tengo casa. No tengo miedo, no hay de otra que aguantar lo que venga", dice, mientras saborea un tamal.

*Veracruz, rinconcito donde hace su nido la ola moral

La prohibición. El 11 de enero el presidente municipal panista, José Ramón Gutiérrez de Velasco, propuso al cabildo aprobar una disposición para "prohibir el ejercicio de la prostitución y la vagancia" en seis zonas de la ciudad. El acuerdo fue aprobado por unanimidad, con los 10 votos del PAN, cuatro del PRI y uno del PRD.

José Aldo Pérez Hernández, regidor del PRD se justifica: "Tienen el apoyo de la sociedad y de igual forma me iban a mayoritear".

Por su parte, el alcalde blanquiazul, entrevistado en su oficina, explica que la medida fue una respuesta a las demandas de la sociedad. "El objetivo de las medidas es ordenar la ciudad. Hay lugares donde se prohíbe la prostitución, en los demás no lo estamos haciendo".

El munícipe señala: "Las agrupaciones gay y lésbicas han buscado en esto un escaparate publicitario, pero no hemos cuestionado nunca a este tipo de agrupaciones; al contrario, han ganado algo, que el municipio reconozca su existencia. No hay persecución contra ellos, incluso le hemos pedido a la policía que los respete fuera de las áreas en que no está permitido ese tipo de actividades".

Ante las críticas y denuncias que lo han señalado como intolerante, Gutiérrez se sonríe: "No me preocupa que digan que soy un alcalde mocho. Me considero un alcalde moderno. Si le damos tolerancia a los centros nocturnos gay es porque soy de mentalidad abierta".

Sobre las críticas añade: "Tal parece que los que hacen la defensa de este asunto parece que están vinculados a esos mismos grupos (gay), llámense medios, sociedad, diputados, salvadores. ƑPor qué tienen tanto interés en su defensa? A lo mejor tienen vinculaciones directas con esos grupos".

El jefe de la Policía Intermunicipal, José Luis Sáenz Escalera, desmintió las denuncias de abusos y razzias: "No soy racista, soy tolerante, soy una persona de pensamiento abierto".

"No hemos lastimado ni detenido a nadie por dedicarse al negocio del sexo. Ellos se han retirado pacíficamente", señala el funcionario, aunque reconoce que la extorsión de los policías a los sexoservidores "es una pésima costumbre que buscamos erradicar".

"Los sexoservidores masculinos tienen una guerra psicológica contra la policía, piensan que atacándonos no nos vamos a meter con ellos. Los gay no tienen defensas legales, por eso escandalizan en los medios para que las autoridades cedan", afirma Sáenz Escalera.

*La nueva "mayoría moral"

Dos semanas antes de tomar posesión, el alcalde se reunió con representantes de Coparmex, Canaco, Canacintra, Unión Estatal de Padres de Familia (UNPF), Asociación Nacional Cívica Femenina, entre otra agrupaciones, que le exigieron "limpiar la ciudad de la inmoralidad". Se quejaron de la "mala imagen" que dan prostitutas y travestis.

Ante ellos, Gutiérrez se comprometió a cambiar la imagen del puerto y prohibir las actividades inmorales en las zonas turísticas.

La familia del alcalde tiene vínculos muy directos con los sectores más conservadores de la derecha veracruzana. Su tío es Alfonso Gutiérrez, líder moral del panismo veracruzano, y tiene fuertes nexos con la Coparmex, la Ancifem, la UEPF y los Legionarios de Cristo.

Patricia Fox, presidenta de la Ancifem en Veracruz y una de las principales promotoras del hoy alcalde, señala que los homosexuales son unos "perversos" y "depravados".

"Como asociación decimos que hay que crear zonas de no tolerancia o zonas de intolerancia. La prostitución, como su nombre lo dice, es una acción de degenerar, de degradar a los seres humanos; debemos evitar que prolifere", subraya Fox.

"No apoyamos la idea de instalar una zona de tolerancia -continuó-, ya que legalmente no tiene sustento, y si la permite, el ayuntamiento puede caer en el delito de lenocinio.

"Si se conoce Veracruz como la barra más larga del mundo, y ahora tener el prostíbulo más amplio del mundo, pues no es la imagen que queremos dar", señaló la señora Fox de Requejo.

Paty Fox ha encabezado en el puerto diversas acciones de intolerancia. En 1997 obligó al ayuntamiento a prohibir la obra teatral Cuatro equis, presentada por Ari Telch, porque exhibía desnudos. El año pasado la UEPF y la Ancifem intentaron bloquear en Boca del Río la presentación del espectáculo Sólo para mujeres. El municipio no pudo prohibir la presentación. Con crucifijo en mano los integrantes de estas agrupaciones se presentaron al espectáculo. En la entrada del teatro arrojaban agua bendita a las asistentes, a quienes infructuosamente intentaban convencer de no ingresar a "la antesala del infierno y la condenación del alma".

El obispo de Veracruz, Luis Gabriel Cuara Méndez, también salió en defensa del alcalde panista. Declaró que el gobierno "tiene la obligación de combatir los males morales y las perversiones".

*El amor que osa defenderse

La decisión del ayuntamiento fue impugnada por organizaciones gay y organismos civiles. El diputado federal panista Sergio Vaca Betancourt también señaló la ilegalidad del acuerdo, pues su aplicación con el uso de la fuerza pública viola las garantías constitucionales de sexoservidores e indigentes, por impedir el libre tránsito.

El escándalo público por los abusos policiacos y el costo político del señalamiento de "intolerantes" obligaron al ayuntamiento a dialogar. El síndico Diego Ferrer Taibo inició negociaciones con los afectados para evitar el uso de la fuerza pública. Sin embargo, el alcalde y la policía han ignorado el acuerdo y han continuado con los operativos.

Juan Carvajal, representante de Claroscuro Gay, acusó al edil de tener "una doble moral", pues mientras ataca y encarcela a los sexoservidores, por el otro lado defiende sus intereses privados, pues es socio del bar La Tasca, ubicado en los portales del Zócalo, donde, según denuncias, se ejerce la prostitución disfrazada.

Juan Carvajal informa que los trabajadores sexuales han "montado un operativo de defensa" para evitar la extorsión y la represión.

Sobre el dialogo con las autoridades, Carvajal indica: "Los compañeros ya presentaron un pliego de propuestas y demandas. Lo primero que señalamos es que la medida fue indebida. Lo segundo que se les reconozca como trabajadores y trabajadoras. Tercero, que se reconozca a los representantes. Cuarto, proponen cambiar un poco su atuendo. Más corto el escote, un poco más larga la falda, aunque no mucho, porque el que no enseña no vende. En cuanto a los lugares estamos proponiendo respetar el palacio, el edificio Trigueros, el Zócalo, porque son edificios de gobierno. Pero lo que son los portales de Lerdo, el malecón y el bulevar estamos solicitando que se nos permita trabajar también de las 12 de la noche a las cinco de la mañana".

Según Juan Carvajal, "hay intolerancia y homofobia de las autoridades, pero tiene un respaldo social. Vamos a ceder un poco pero vamos a exigir respeto a nuestros derechos. Un enfrentamiento nos dejaría más tiempo sin trabajo, lo que tuvimos que manejar para poder regresar, para seguir ganando el sustento".

"Es una estrategia de sobrevivencia -aclara el dirigente gay-. Es una manera de subsistir, de seguir. El gobierno no esperaba una reacción de las compañeras y de los compañeros, mucho menos verlos organizados.

"Veracruz no es aquel paraíso del sexo que se dice. Habemos gente que no podemos manifestar abiertamente nuestras preferencias sexuales, nuestras formas de andar y de vestir, que nos vemos agredidos todos los días. Estamos negociando, pero eso no quiere decir que estamos doblegados y vencidos", advierte el representante de Claroscuro Gay.

*Tregua sexual durante el Carnaval

La última semana de febrero se llevará a cabo el famoso Carnaval de Veracruz, fiesta de la carne y del desmadre. Se esperan más de 800 mil personas. Los organizadores del ayuntamiento decretaron una amnistía sexual.

El jefe de la policía dice que "en el Carnaval ninguna prohibición va a poder aplicarse. Es un desorden organizado".

Algo en lo que el alcalde no está de acuerdo: "Alguien decía que vamos a tener una tregua sexual pero eso no es cierto, porque sería formalizar la excepción de la regla y no vamos a permitir la prostitución. Habrá que pedirle a la policía que tengan criterio".

Según Paty Fox, "el Carnaval es una tradición de muchos años que no podemos cortar de golpe y porrazo, lo que tratamos es que haya un poco de orden, algunos límites. Ya se logró, porque esto ya había degenerado demasiado, las comparsas de homosexuales habían llegado en los últimos 7 años a extremos de vulgaridad, de obscenidad. Ya se pusieron algunos límites, porque la diversión no quiere decir degenere. Sabemos que en el Carnaval la gente se reprime menos de lo normal, eso es algo que no se puede evitar, pero se deben poner límites, si no esto sería Sodoma y Gomorra".

No lo será, gracias a las "zonas de intolerancia".


LA HOMOFOBIA PANISTA

El 25 de octubre de 1998, Simón López Lazo, travesti y funcionario de la Secretaría de Salud de Querétaro, fue agredido por cuatro policías municipales uniformados. Lo detuvieron con el pretexto de que había robado una cadena de oro. Lo encañonaron y lo golpearon "para que se le quitara lo puto". Lo dejaron tirado en la calle y totalmente desnudo.

López Lazo demandó a los elementos policiacos y levantó una queja en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH). Le salió caro. Después de la denuncia fue acosado y presionado por la Guardia Municipal, y en su trabajo lo relegaron y le solicitaron la renuncia.

Por este caso, la CEDH envió su primer recomendación de 1999 al gobierno municipal que encabezaba Francisco Garrido Patrón. El motivo: coacción física y psicológica. La recomendación fue cumplida sólo de manera parcial.

Para la CEDH, empero, las agresiones sufridas por López Lazo fueron un caso de abuso de autoridad, no de homofobia.

* * *

La homofobia es una realidad en el país.

Datos de la Comisión Ciudadana contra Crímenes de Odio por Homofobia -creada en mayo de 1998-, en su primer reporte (junio 2000): cada mes se perpetran en México tres crímenes por odio homofóbico. En los últimos cuatro años fueron asesinadas por este motivo 190 personas -179 hombres y 11 mujeres-, residentes principalmente del Distrito Federal, estado de México y Veracruz.

El informe resalta que la "promoción del odio homofóbico provino de las autoridades, destacando las persecuciones policiacas de homosexuales por parte de los presidentes municipales de Córdoba, Veracruz, y Mérida, Yucatán".

Hay más lugares donde las acciones y declaraciones de autoridades crean un clima favorable a la homofobia.

Por ejemplo, con el argumento de que "al cabo les gusta", los policías obligan a homosexuales y lesbianas de Nuevo León a tener relaciones sexuales y así se han presentado varias violaciones, denuncia Alfonso Torres, director de la agrupación Identidad Saludable.

Las víctimas prefieren no presentar denuncia, pues nunca proceden.

"Miguel", un homosexual de 26 años, que participa en el Centro Comunitario Oasis, comentó que los uniformados se dedican a "cazar" homosexuales a la salida los centros nocturnos que más frecuentan, con el objeto de quitarles dinero, bajo amenaza de llevarlos detenidos para exhibirlos en los periódicos o de denunciarlos ante sus padres.

La indefensión es total.

Hace tres meses, un preso del penal de Apodaca acusó a un grupo de celadores y comandantes de haberlo violado, mientras lo investigaban en relación con la posesión de drogas.

El subsecretario de Seguridad Pública, Raúl Maldonado Tijerina, señaló que si ocurrió la violación era porque el denunciante "es homosexual".

El 7 de noviembre del 2000, agrupaciones civiles de Nuevo León denunciaron que elementos de Seguridad Pública del Estado (SPE) agredieron a puñetazos y patadas a la estilista Rocío Hernández Acosta, por el hecho de ser transexual.

La afectada presentó una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, pero hasta el momento no se ha emitido una recomendación.

Ojocaliente

El letrero tenía ahí 12 años. Y nada había pasado. Decía: "Se prohíbe la entrada a homosexuales y a mascotas" y estaba a la entrada de un balneario público llamado Centro Deportivo Ojocaliente.

El asunto cobró relevancia cuando el director de reglamentos municipales, Jorge Alvarez Medina, declaró: "De ser encargado de contratar al personal que labora en esta administración municipal, no permitiría que homosexuales trabajaran en este lugar, porque atentan contra la moral y las buenas costumbres".

Organizaciones gay de diferentes entidades del país se movilizaron para protestar y Alvarez Medina ofreció disculpas públicas.

Sin embargo, el gobernador Felipe González, en un programa de radio local, dejó claro que "si los homosexuales seguían dando muestras de intolerancia con sus protestas y marchas se les aplicaría todo el peso de la ley, en cuanto transgredieran los derechos humanos de los demás".

A la polémica se sumaron las fuerzas vivas de Aguascalientes, comenzando con el obispo Ramón Godínez Flores, quien declaró:

"Los homosexuales y las lesbianas viven en pecado, ya que violan el sexto mandamiento 'No fornicarás'. La acción de la homosexualidad debe condenarse, por ser pecaminosa, sobre todo cuando hay conciencia plena y voluntad para cometer estas prácticas sexuales..." (Página 24, 29 de agosto de 2000).