LUNES Ť 5 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Una agresión, el despido de la directora del Museo de Arte Contemporáneo: oposición
Cuestionan "revolución cultural" en Venezuela
Ť El gobierno de Chávez defiende su decisión de acercar "la educación a las masas"
AP, AFP Y DPA
Caracas, 4 de febrero. La oposición venezolana criticó los cambios de gabinete comenzados esta semana, así como el reciente despido de Sofía Imber, directora del Museo de Arte Contemporáneo, en el contexto de una denominada "revolución cultural", al tiempo que el presidente Hugo Chávez celebró hoy el noveno aniversario de su fallida revuelta militar que, dijo, nunca tuvo una "intención dictatorial".
Chávez descartó una eventual rebelión civil o militar contra su gobierno en momentos en que desde diversos sectores continúan las críticas a su decisión de impulsar una "revolución cultural" destinada a acabar con una "cultura elitista" para acercar el arte a las masas.
Se trata de la primera ocasión en 42 años en que un gobernante de esta nación interviene de manera tan directa en la remoción de funcionarios en el ámbito cultural. En recientes declaraciones al diario español El País, Imber, quien fundó y dirigió durante 29 años el Museo de Arte Contemporáneo, dijo que "nosotros somos la revolución".
"Esta agresión contra la cultura y la educación significa que ha llegado la hora del designio destructor que anima al actual gobierno contra todo aquello que no sea afecto y obediente al mandato de su cauidllo. Dicho en otras palabras, lo que se avecina para Venezuela es un régimen totalitario al estilo nazi, peronista o fidelista", dijo al El País el intelectual Ernesto Mayz.
Al salir al paso de las críticas, el minsitro de Educación, Cultura y Deportes, Humberto Navarro, sostuvo que "la revolución cultral es la esencia de la revolución, y ello implica cambios. No estamos hablando de la revolución china, sino de la venezolana".
Por lo pronto, la celebración del noveno aniversario de la asonada encabezada por Chávez fue duramente cuestionada por algunos sectores. El diario El Nacional publicó la víspera un editorial titulado Democracia golpista, en el cual la calificó como una "aberración mayor".
"Más nunca ocurrirá eso (un intento de golpe) en Venezuela. El 4 de febrero cerró una etapa. Ahora lo que está en marcha es una revolución, pero pacífica", dijo Chávez durante una visita a un cuartel militar, ubicado en la población central de Maracay, el mismo de donde partió la noche del 3 de febrero para dirigir el fallido intento de golpe contra el entonces presidente Carlos Andres Pérez.
"Los cambios que estamos haciendo para acabar con la miseria, la corrupción... precisamente eso es para evitar que vuelvan a ocurrir aquí rebeliones populares o militares", agregó.
Chávez inició esta mañana los actos de celebración con una caravana desde el Campo de Carabobo, monumento histórico que conmemora la última batalla que selló la independencia venezolana de España en 1821.
Antes, transmitió desde allí, Aló Presidente, su tradicional programa de radio dominical: "Este es un día memorable, que sin duda partió en dos la historia venezolana. El 4 de febrero fue un llamado de alerta" que salió de las "filas militares bolivarianas" para llamar a un pueblo "que siguió y continúa hoy apoyando un proceso que gracias a Dios tomó el camino democrático".
"Nunca hubo en la mente o en la acción de los militares bolivarianos de ese día ninguna intención dictatorial", aseguró el teniente coronel retirado, quien reapareció en público tras varios día en reposo por sufrir una afección pulmonar.
El mandatario también completó este domingo su gabinete, al designar al frente del ministerio de Relaciones Exteriores al coronel retirado Luis Alfonso Dávila, y del Interior y Justicia a Luis Miquilena, quien es considerado el mentor político del presidente. Chávez también anunció la creación de una nueva cartera que se encargará de la dirección de las fuerzas armadas, y que será ocupado por un oficial, que dependerá directamente del mandatario en su calidad de comandante en jefe de las fuerzas armadas.
La creación de esta cartera sigue a la designación esta semana como ministro de Defensa del hasta entonces canciller José Vicente Rangel, quien se convirtió así en el primer civil que dirige esa cartera en los últimos 46 años, lo que provocó descontento entre militares retirados.
Pero Chávez defendió hoy esa designación, al recordar que "en varios países el ministro de Defensa es un civil, aún en países que están en guerra, Colombia por ejemplo (...) porque ese es un cargo meramente político y a veces los soldados activos se ven restringidos" por las propias leyes castrenses.
Uno de los comandantes que acompañó a Chávez en la intentona de hace nueve años se declaró opuesto a un golpe de Estado porque se podría llegar a "algo peor" y se dijo a favor de lo que denominó "resistencia civil". Sin embargo, el ahora opositor Francisco Arias dijo que hay "razones de sobra" para un descontento castrense.