LUNES Ť 5 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť El estado actual de la Plaza de la Constitución es deplorable, afirma especialista

Critican decisión de cancelar remodelación del Zócalo

Ernesto Betancourt, integrante del equipo que en marzo de 1999 ganó el concurso al que convocó el Gobierno del Distrito Federal (GDF) para la rehabilitación del Zócalo, criticó la decisión de las autoridades capitalinas de cancelar definitivamente el proyecto en virtud de supuestas restricciones presupuestales, y subrayó que el estado actual de la Plaza de la Constitución es "deplorable", por lo que es urgente frenar el deterioro de ese espacio y del conjunto del Centro Histórico de la Ciudad de México.

"El Zócalo --apuntó el especialista- es la plaza más importante de América, asiento de los monumentos e instituciones más importantes no sólo de la ciudad, sino de todo el país. Por ello no es posible que hoy esté convertido en una glorieta pintada con rayas fluorescentes, adefesios colgantes, basureros herrumbrosos y farolas no sólo horribles, sino inservibles, una superficie con terminales para taxis, bicitaxis y, por supuesto, llena de vendedores ambulantes".

Betancourt cuestionó la decisión de suspender los proyectos de rehabilitación del Zócalo y el de la Casa de las Ajaracas mientras, al mismo tiempo, el GDF analiza la creación de dos corredores turísticos, el primero de los cuales comprendería el área situada entre la Torre de Pemex y la Plaza de la Constitución, y el segundo de la Catedral Metropolitana hasta la Basílica de Guadalupe.

"Me parece muy sorpresivo esto porque las nuevas autoridades no han tenido contacto con nosotros, no ha existido una explicación de por medio --señaló-. Hay una contradicción evidente entre cancelar un proyecto que se sometió a concurso público y que fue pagado y avalado por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda durante la administración pasada, y el hecho de que ahora se anuncie la posible creación de dos corredores turísticos para los cuales ni siquiera ha existido convocatoria alguna. Sería un gran retroceso volver a asignar las obras por dedazo".

Reconoció que es lógico priorizar las partidas presupuestales en función de las carencias de la ciudad, pero rechazó que el anuncio de cancelar la rehabilitación de la Plaza de la Constitución se deba a razones presupuestales. "El costo total de las obras --puntualizó-- no es muy significativo si se toma en cuenta el presupuesto global del GDF. Además, no sería necesario que el gobierno de la ciudad cargara con todos los gastos, sino que seguramente habría aportaciones privadas, puesto zocalo-maqueta que el Zócalo no sólo es un espacio de valor nacional, sino que forma parte del Patrimonio Histórico de la Humanidad".

Actualmente, añadió, no creo que haya proyectos que el gobierno deba desarrollar completamente solo, "creo que la tendencia mundial es fomentar la participación privada. Esto no quiere decir que se privatice nada, sino simplemente que la ciudad hace uso de recursos particulares para beneficio público".

Además, abundó, hay un presupuesto de la delegación Cuauhtémoc y de la subdelegación del Centro Histórico para el mantenimiento del Zócalo. "Si de todas maneras se tiene que invertir en arreglar el drenaje, por ejemplo, porque si no se realizan las obras correspondientes la plaza seguirá inundándose, entonces lo que toca es allegarse más recursos y hacer las cosas bien de una vez por todas y no abrir hoyos ahorita para luego volverlos a cerrar", dijo.

Betancourt afirmó que el proyecto, que junto con Cecilia Cortés y Juan Carlos Tello propuso en 1999 y que ahora el GDF cancela, comprendía una rehabilitación integral de la Plaza de la Constitución que lo mismo abarcaba aspectos de vialidad, pavimentos y arborización, que el equipamiento y mobiliario urbano del área, así como la modificación de los accesos al Templo Mayor y el Metro.

Por otra parte, destacó que la única forma de que el Centro Histórico recupere la seguridad y su viabilidad económica y social es con la pluralidad de servicios: "Es necesario que el área recupere su carácter habitacional, pero de igual modo se debe fomentar la creación de más hoteles y restaurantes".

Señaló que la remodelación del Zócalo podría servir como detonador para la recuperación de toda la zona, ya que alentaría a los inversionistas, con lo que se podría conservar mejor los edificios históricos, mejorar el ambiente y la seguridad, mantener la zona más limpia y zonificar a los vendedores ambulantes.

"El proyecto que propusimos --aseguró-- no interrumpía ni bloqueaba la vocación del Zócalo como un centro de reunión. Esa es la vocación de una plaza de todas las plazas. Nuestro proyecto no violentaba eso, sino que lo proveía de un mejor entorno y con instalaciones de calidad, con la infraestructura adecuada".

Por último, insistió en que es razonable que se jerarquice el destino de los fondos del gobierno, pero enfatizó que también debe valorarse la importancia de los lugares que dan identidad a los ciudadanos, que hace que el respeto por la ciudad sea mayor. "Aducir que no existen recursos para ello es como decir que no debe barrerse una casa porque no hay dinero para escobas". JOSEFINA QUINTERO M.