LUNES Ť 5 Ť FEBRERO Ť 2001
 
Ť Sólo hay 600 para cubrir los 58 aeropuertos nacionales, según el sindicato del gremio

Déficit de 40% de controladores aéreos en México

Ť Estamos sometidos a excesivo estrés y extenuantes jornada de trabajo: Covarrubias

CAROLINA GOMEZ MENA

Desde hace casi una década existe en México un déficit de 40 por ciento de controladores aéreos, pues en lugar de mil en activo sólo hay 600 para cubrir los 58 aeropuertos del país, denunció José Alfredo Covarrubias, secretario de difusión del Sindicato de Controladores de Tránsito Aéreo.

Entrevistado en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), Covarrubias dijo que reiteradamente su gremio ha hecho saber a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) su crítica situación, pues dada la escasez de personal deben cubrir entre siete y 20 turnos extras para supervisar el espacio aéreo nacional.

Ante esto, demandó a Pedro Cerisola, titular de la SCT, no hacer oídos sordos ante la situación, como administraciones anteriores, e intervenir en el caso con una campaña de preparación de nuevos cuadros.

Al detallar que la labor de los controladores es vital para salvaguardar la integridad física de pasajeros y aeronaves, pues su responsabilidad es guiar a los pilotos desde la torre de control del despegue hasta el aterrizaje indicándoles cuáles rutas aéreas están libres para evitar posibles colisiones, Covarrubias refirió que el exceso de trabajo afecta su salud y su capacidad de respuesta.

Dijo que los controladores sólo tienen segundos para corregir un error y evitar una desgracia, y citó que en el AICM sólo laboran aproximadamente 35 controladores, cada uno de los cuales se ve forzado a cubrir cuatro turnos adicionales. Reveló que pese a ello la gran carga de trabajo sólo ha procovado pequeños incidentes, pero que la constante fatiga aumenta el riesgo.

Añadió que torres de aeropuertos como los de Morelia, Puerto Escondido, Minatitlán y Huatulco, trabajan con un solo controlador por turno que no puede moverse de la cabina las siete horas del turno, ya que si lo hace, las autoridades les levantan actas y los sancionan. A ello se agregan las jornadas extras, por lo que los controladores deben recurrir al "famoso vasito" para sus necesidades fisiológicas, lo que se subsanaría si hubiese dos controladores por turno.

A lo anterior --relata Covarrubias-- se agrega que, debido al rápido desgaste de la salud con ese tren de trabajo.